BALONMANO | LIGA ASOBAL

El árbitro cordobés Alberto Murillo sigue creciendo en la élite del balonmano

  • El colegiado recibe la asignación del encuentro entre el Barça y el Bidasoa de Irún en el Palau Blaugrana que puede decidir la lucha por el título

Alberto Murillo (a la derecha), antes de arbitrar uno de los choques de Liga Asobal.

Alberto Murillo (a la derecha), antes de arbitrar uno de los choques de Liga Asobal. / El Día

La Liga Asobal está de vuelta. La disputa del Europeo de balonmano de Hungría y Eslovaquia, en el que la selección española se tuvo que conformar con la medalla de plata después de que un tanto de Suecia en la última jugada los dejara sin el gran premio, detuvo las competiciones oficiales durante varias semanas. Sin embargo, será el próximo fin de semana cuando el balón se volverá a poner en juego en la máxima categoría del balonmano español.

Además de jugadores, clubes y aficionados, quien tiene muchas ganas de volver a pisar las mejores pistas de España es Alberto Murillo, árbitro cordobés que lleva siete temporadas mediando como colegiado los encuentros en Liga Asobal. Más que asentado en la élite, Murillo ya dirige los encuentros más exigentes del campeonato.

Prueba de ello es el último que el comité de árbitros le ha asignado durante esta misma semana. Se trata del duelo correspondiente a la decimoctava jornada liguera que se disputará el viernes 18 de febrero entre dos de los equipos favoritos para alzar el título de la Liga Asobal a final de temporada. Un Barça que es ahora mismo líder con 28 puntos frente al Bidasora de Irún que es cuarto con 19 puntos, pero que tiene dos partidos pendientes por disputar.

"Estoy muy agradecido con el comité técnico de árbitros. Al final los resultados y el trabajo bien hecho día a día merecen la pena y es una motivación para seguir trabajando y para hacerlo lo mejor posible como siempre", comenta Murillo sobre esta asignación en el Palau Blaugrana, que es uno de los grandes premios a la gran temporada que está realizando junto a su compañero de arbitraje Sebastián Fernández, con el que lleva pitando casi diez años y con el que tiene "una gran confianza".

Eso sí, pese a la presión que tiene mediar en un choque en el que habrá tanto en juego, Murillo no se achanta porque "la responsabilidad es la misma en todos los partidos", aunque el del Palau Blaugrana será "muy bonito de arbitrar". Y más teniendo en cuenta que esta campaña está siendo "muy igualada", como bien admite el colegiado cordobés, que tendrá que lograr que impere el juego limpio en uno de los choques más cruciales en el devenir de la temporada regular.

En un momento en el que a Murillo le están "saliendo bien las cosas" y que vive la profesión "con las mismas ganas que las del primer año", su alto nivel de arbitraje está llevando al cordobés a ser uno de los colegiados más reconocidos a sus 34 años. Con muchas metas todavía por lograr, mientas tanto, este sábado arbitrará un trepidante Atlético Valladolid contra Torrelavega en el que ambos equipos se juegan el descenso.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios