Balonmano | Campeonato de Europa

César Montes: "Ojalá en España se valore como se merece el Europeo que hemos realizado"

  • El entrenador cordobés destaca el "mérito enorme" que tiene la plata conseguida en la cita continental, a pesar de que por esta selección "muy pocos apostaban"

César Montes posa junto al combinado nacional tras recibir la medalla de plata.

César Montes posa junto al combinado nacional tras recibir la medalla de plata. / EFE

César Montes (Córdoba, 1975) es entrenador de balonmano y, desde 2019, la mano derecha de Jordi Ribera al frente de Los Hispanos. Así es como se conoce de forma popular a los jugadores de la Selección Española de Balonmano, aunque bien podría ser también La Familia -apodo con el que se denomina a la generación española de baloncesto de los Gasol y compañía-, porque si hay algo que permanece en este grupo es la unión de todos. Un ADN inmune a los cambios generacionales que se transmite de veteranos a debutantes.

En lo personal, Montes no sabe lo que es bajarse del podio desde que comenzó su andadura como segundo entrenador de la selección nacional. Un oro en el Europeo de Suecia 2020; dos bronces, en el Mundial de Egipto 2021 y en los JJOO de Tokyo, respectivamente; y, por último, la plata conseguida en su segunda cita continental de Hungría y Eslovaquia, tras caer en una final de infarto contra los suecos (27-26) que se resolvió con un lanzamiento de siete metros cuando el tiempo ya estaba agotado. 

Criado como jugador en La Salle y tras un breve paso por el Córdoba BM, su trayectoria alcanzó su punto álgido en el Valladolid BM, con quien se proclamó campeón de la Copa Asobal en 2002 y subcampeón de la Recopa de Europa, la Supercopa de Europa, la Supercopa de España, la Copa del Rey o la EHF City Cup a lo largo de sus cinco cursos en Pucela. Como entrenador dirigió al Adesal y acumuló éxitos en el Ars Palma del Río, con el que ascendió a la Liga Asobal en 2012; y en el Guadalajara, hasta que le llegó la llamada de Jordi Ribera.

Con la medalla aún colgada al cuello, justo un día después de finalizar el Europeo, Montes atiende a el Día en el camino de vuelta a casa para analizar cómo ha vivido el campeonato, el sabor ambiguo de una plata o el relevo de algunos hispanos, estandartes de la última década, que dejan paso a nuevos guerreros conservando la quinta esencia de la Selección Española de Balonmano: el esfuerzo y el compromiso.

-En primer lugar, ¿cómo valora el Europeo realizado?

-El Europeo que ha hecho la selección tiene un mérito enorme. Muy pocos apostaban por nosotros y, con un equipo renovado, con jugadores que debutaban en un gran torneo y en roles muy importantes, como los centrales -jugadores que tenían que asimilar los automatismos de la selección-, nos hemos plantado en la gran final. Además, a esto hay que unirle las circunstancias que han rodeado al torneo, como el covid, que lo han hecho especialmente duro. Ojalá en España se valore como se merece.

-Joan Cañellas puso ayer en su Twitter una foto de la medalla y decía: "En algún momento te valoraré más que ahora". ¿Le pasa lo mismo?

-Está claro que todos queríamos el oro, que lo hemos tenido muy cerca y que después del partido le das vueltas a todo y te preguntas qué mas podías haber hecho. Pero tenemos que pensar que es un éxito enorme, que hemos superado a grandes rivales, a circunstancias adversas y hemos llegado a la gran final perdiendo con un grandísimo equipo como Suecia. El equipo mantiene su identidad a pesar de los cambios. Tiene mucho valor lo conseguido.

-Con este plata, acumula todo tipo de metales con la selección (oro, plata y bronce). En los últimos siete meses, el bronce de Tokyo y esta plata. ¿Cuál le ha hecho más ilusión?

-Tengo el enorme orgullo de formar parte de la Selección Española por un lado, y por otro de haber conseguido medalla en los torneos que he participado, pero el orgullo sería el mismo de no haberlo conseguido. El hecho de poder disfrutar del día a día, la convivencia, el trabajo tan profesional por parte de todos, la exigencia enorme de un torneo de estas características, es una experiencia única. Todas las medallas son especiales: la primera, el oro en el Europeo del 2020, luego el bronce en el Mundial de Egipto, el sueño olímpico con el bronce y llegar a esta final con el equipo renovado…

-¿Se puede decir dónde se guardan ahora tantas medallas?

-No las guardo en ningún sitio en especial, las tengo en un cajón junto a las medallas de mis hijos. Todas juntas.

-Durante el campeonato, se ha comentado la gran gestión de vestuario que hace Jordi Ribera, manteniendo el mismo espíritu de Los Hispanos, a la vez que ha tenido que afrontar un relevo generacional en el grupo. ¿Eso cómo se consigue?

-La gestión del vestuario por parte de Jordi es espectacular. Evidentemente hay un trabajo previo para ver qué jugadores tienen el perfil de selección, es decir, no solo tienen que ser grandes jugadores, sino que tienen que ser jugadores que encajen en ese perfil. Y luego, coger los automatismos de la selección, conjuntarse con muy pocas sesiones de entrenamiento. Como te digo, el trabajo que se hace es muy bueno, no solo con la absoluta, que es la punta del iceberg, sino con todas las categorías de base, donde se instaura el mismo modelo de juego.

-Por último, ¿tiene en mente algún nuevo proyecto personal?

-A día de hoy estoy centrado en el trabajo con la Federación. Está claro que echas de menos el día a día de un club y que no cierro ninguna puerta, pero tiene que ser un proyecto que considere muy interesante y que me permita compaginar el trabajo con la selección.

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