Fútbol Sala | Primera División

El Córdoba Patrimonio de la Humanidad vuelve a la liga con un duelo vital en Cartagena

  • Tras despedirse de la Copa en Mengíbar, los blanquiverdes centrarán sus esfuerzos en la salvación

  • Javi Sánchez, ya recuperado de su lesión muscular, retorna a la convocatoria ofrecida por Macario

Koseky protege el balón ante la presión de Pablo del Moral en un entrenamiento.

Koseky protege el balón ante la presión de Pablo del Moral en un entrenamiento. / Laura Martín

Vuelve lo realmente importante para el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. El conjunto blanquiverde visita este sábado al Cartagena (Palacio de los Deportes, 12:00) en un encuentro vital para sus aspiraciones de mantener la categoría. Los de Macario se miden a un rival directo en esa lucha por eludir los dos últimos puestos y lo hacen con sólo dos puntos de renta sobre el descenso, por lo que un resultado positivo es más necesario que nunca para volver a coger confianza y algo de calma.

Después de caer eliminados de la Copa del Rey ante el Mengíbar, los blanquiverdes no han tenido prácticamente tiempo para lamentarse, ni siquiera para recuperarse físicamente, antes de emprender viaje hacia Cartagena, donde le espera un rival que tiene dos puntos más, pero al que podrían superar los cordobeses si son capaces de sumar la segunda victoria a domicilio de la temporada, después de la que lograran al comienzo de liga en la pista del Levante.

Pese a la dificultad del encuentro, el Cartagena parece un rival propicio para que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad recupere las buenas sensaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que el conjunto cartagenero ha encadenado tres derrotas consecutivas y que llega con serias dudas sobre su rendimiento.

Para este importante encuentro, el Córdoba Patrimonio recupera a Javi Sánchez, que es la principal novedad en una lista de convocados de la que quedan fuera Nono Castro, David Leal, Keko y Zequi. El técnico del conjunto blanquiverde, Maca, espera que el esfuerzo del duelo copero no pase factura a su equipo ya que, más allá de las buenas sensaciones, es consciente de que es hora "de ir traduciendo ese aspecto en puntos para no vernos en una zona complicada en la que no quiere estar nadie".

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