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Un club desbordado

  • Sobrepasada por la respuesta en el primer día de venta de entradas para el partido ante el Barcelona, la entidad es incapaz de ofrecer datos oficiales · Hoy se abre la venta 'on line' para los no abonados

Desbordado. Así quedó el CCF después del primer día de venta de entradas para el partido de ida de los octavos de final de la Copa. Tanto que ayer, 24 horas después del cierre de las taquillas, el club fue incapaz de ofrecer datos oficiales acerca de las localidades vendidas en unas primeras horas frenéticas. "Muchísimas", se limitaron a decir fuentes de la entidad, sin capacidad para ofrecer cifras a pesar de que el proceso estaba completamente informatizado.

"Estamos esperando el informe de las taquillas. Ya se esperaba para la noche del sábado, pero la gente está ilocalizable", decían fuentes del CCF, un club superado ante la avalancha que se le cayó encima nada más acabar el choque ante el Xerez. Las taquillas abrieron a las 20:00, pero desde una hora antes ya había socios haciendo cola para ser los primeros en retirar sus suplementos. Pese a que abrieron siete ventanillas (dos exclusivamente para socios y cinco para los abonados que también querían comprar entradas libres), las colas se alargaron hasta la una de la madrugada bajo temperaturas que rozaron los cero grados. La entidad había anunciado que prolongaría la venta hasta que fuera atendido el último abonado, lo que obligó a los empleados a un esfuerzo extra.

Y eso que el club estaba sobre aviso. Pese a las críticas por los altos precios, en el CCF esperaban una respuesta masiva de sus abonados, pero la avalancha superó sus expectativas. La plana mayor del consejo de administración se personó en las taquillas para seguir en directo unas horas intensas y supervisar la venta, con caras a medio camino entre el asombro y la preocupación. El rostro del presidente Carlos González reflejaba esa dualidad de emociones, consciente del enorme desafío de organización que va a suponer el partido para las estructuras del club.

Sin datos oficiales, las únicas pistas eran las de los aficionados que iban pasando por taquilla. La preferencia baja se agotó en cuestión de horas (al precio de 80 euros para los no abonados y 30 para los socios), al igual que el fondo norte (al precio de 70 y 25 euros). En la preferencia alta ya sólo quedaban entradas sueltas en el sector 8, con problemas para encontrar localidades correlativas.

Pero oficialmente, nada. Tras el paréntesis de ayer, las taquillas volverán a abrirse hoy para los socios que quieran retirar sus suplementos, y seguramente al llegar se llevarán alguna sorpresa con carteles que indiquen las zonas que ya están completas. Los abonados tendrán que volver a hacer cola (en horario de 9 a 14 y de 17 a 20) para retirar sus suplementos, en un plazo que se alargará hasta el jueves.

Pero además, arranca la venta on line para los no abonados, que podrán así adelantar su compra por internet en cuatro días, pues las entradas libres no se pondrán a la venta en taquilla hasta el próximo viernes.

Con este ritmo de venta, el club espera colgar el cartel de no hay billetes esta misma semana, agotando las 21.822 localidades del estadio. El CCF había dispuesto un cargo en taquilla de 1.250.000 euros para el choque ante el Barcelona, un montante que en el caso de agotar el papel aportaría un 20% del presupuesto anual del club para esta temporada. En algún momento se había temido por la respuesta de los aficionados ante el precio de las entradas, pero las dudas quedaron resueltas en la noche del sábado para un club que, eso sí, se ha visto desbordado.

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