Mirandés-Córdoba

El camino se hace largo (0-0)

  • El CCF no pasa del empate en casa de un rival hundido en la zona de descenso y continúa sin dar sensaciones de pelear por algo grande. La mejoría atrás no se refleja en el ataque.

Un punto en Anduva, con una ligera mejoría, más acentuada en labores defensivas, puede considerarse un buen botín cuando uno viene de llevarse un sopapo en toda la boca. O cuando no hay un objetivo ambicioso. Si se quiere aspirar al ascenso, si el reto es colocarse entre los mejores, hay que exigir mucho más. A punto de concluir la primera vuelta, ya hay que pedir algo más. Mucho más. Ante un rival que habita en zona de descenso y apenas ha ganado dos duelos como local, el Córdoba no puede conformarse con un empate sin goles. Un resultado que sólo refleja un paso al frente atrás, pero al que le falta la continuidad en ataque. Y, sobre todo, un lavado de cara más profundo. Con ese punto, a pesar de que permite recortar distancia respecto a los puestos de honor, no se puede llegar muy lejos. Hay que ganar ya. Sobre todo porque de los últimos siete partidos sólo en uno el botín completo se vistió de blanco y verde. El camino se hace cada vez más largo...

Rafa Berges tuvo que recomponer la parcela defensiva debido a las numerosas bajas. Dubarbier ocupó el lateral zurdo, mientras que Kiko Olivas y Fuentes se situaron en el centro de una zaga totalmente nueva, con Cristian en la derecha. Una apuesta que le salió del todo bien a tenor no sólo del resultado, sino también de las pocas oportunidades concedidas a un conjunto mirandesista falto de creatividad y que se dedicó a bombardear el área enemiga abusando del balón largo en busca de un errático Díaz de Cerio.

La primera aproximación de peligro corrió a cargo del CCF. Pero el envío desde la parte izquierda de López Silva se paseó por la línea de gol sin que Rennella ni Abel Gómez concretasen la jugada. El balón cayó en los pies de Cristian, si bien un defensor taponó finalmente su lanzamiento a bocajarro. Una oportunidad que podía haber cambiado el rumbo del partido, pero en absoluto los planes de Rafa Berges, que tenía claro cuál era la premisa a seguir: dejar su portería a cero, aunque sin perder el estilo y la identidad. Algo difícil por la peculiaridad de Anduva.

Los locales se sacudieron el dominio inicial del bloque blanquiverde. Aitor Blanco cabeceó por encima del travesaño un saque de esquina y, poco después, Díaz de Cerio pudo marcar el gol de la jornada. El delantero donostiarra vio adelantado a Alberto García, pero su vaselina se marchó ligeramente desviada.

Superado el ecuador del primer tiempo, el partido enloqueció con ocasiones para ambas escuadras. Primero, Rennella falló de manera estrepitosa después de haber dejado sentados a Corral y César Caneda dentro del área. Acto seguido, el Mirandés pudo sacar petróleo de una acción de estrategia con un cabezazo de Caneda que Cristian García despejó a córner con el meta ya superado.

El Córdoba, más entonado que su rival en este primer periodo, siguió buscando el tanto que le adelantase en el marcador. Goitia, con una meritoria intervención, salvó el testarazo de Abel Gómez que se colaba por la escuadra. El futbolista rojillo se convirtió en el protagonista de los últimos compases, ya que, de nuevo, el centrocampista sevillano se topó con la estirada del cancerbero vasco, que despejó in extremis un libre directo.

Parecía que el cuadro cordobesista podía sacar algo más que un empate en su visita a Anduva, pero nada más lejos de la realidad, porque después del paso por los vestuarios, el panorama fue muy distinto. El CCF no supo hacer frente a la situación. En todo momento fue maniatado por un rival que fue en todo momento apoyado por los suyos, muy entusiastas. Sin embargo, afortunadamente el Mirandés no encontraba el gol pese a que Díaz de Cerio ponía en jaque constantemente la sobria zaga visitante, que tuvo trabajo, que se empleó a fondo y que finalmente salió airosa. Con todo, hay que decir que el ex blanquiverde tampoco tuvo su tarde y falló dos ocasiones al cruzar en exceso el esférico ante el marco defendido por Alberto García.

Pero todo lo que se ganaba en parcela defensiva, se perdía de mediocampo hacia delante. Los cordobeses ni siquiera merodearon las inmediaciones del área burgalesa en todo el segundo acto, aunque, con todo y con eso, pudieron llevarse los tres puntos. Garmendia fue el último obstáculo que no pudo superar Pedro, que a punto estuvo de sacar tajada de una mala entrega del Mirandés en la zona ancha.

No hubo tiempo para más en una segunda parte protagonizada por el juego directo y en la que el Córdoba consiguió arañar un punto que, de momento, le sirve de bien poco para poder alcanzar el objetivo, que no es otro que poder estar al final de temporada, y como el año pasado, en el play off de ascenso a Primera División, y que ahora se sitúa a cuatro puntos.

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