A buenas horas...
Córdoba cf
"Hay que dar la cara" o "tenemos que defender la camiseta" fueron dos de las frases de Juan Carlos, que no despejó las dudas sobre su continuidad.
A buenas horas, mangas verdes. Después de una temporada para olvidar, cerrada en cuanto a objetivos de la peor manera posible el pasado fin de semana con una escandalosa goleada en casa, la plantilla del Córdoba apela ahora a "dar la cara" y "defender la camiseta" en los tres partidos de competición que restan. Esta vez le tocó a Juan Carlos dar la cara, y como es habitual en el meta, lo hizo con entereza y sin rehuir ningún tema, algo que se agradece en los tiempos que corren. Eso sí, sus explicaciones sobre el apoyo de la plantilla a la huelga propuesta por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y sobre su continuidad en la plantilla a pesar de haber renovado hace tres meses, resultaron vacías, lo que no despejó las dudas sobre su futuro, especialmente. Además, ya al final recordó que "se han hecho cosas mucho peores" en la historia del club, algo que como defensa de lo perpetrado en este curso por el grupo no es del todo lo correcto...
Juan Carlos se aprestó a decir que, al contrario que el club, los jugadores respaldan la convocatoria de huelga porque "estamos con la AFE, que es el sindicato, y apoyamos y respaldamos lo que ellos digan. Los futbolistas somos la parte principal de este mundo y creemos que AFE hace un gran trabajo por nosotros". Aunque no quiso profundizar porque desconocía "con exactitud todos los puntos" -a buen seguro que Abel Gómez, que ayer como capitán estuvo en Madrid respaldando a la asociación, se los podrá explicar hoy-, sí dejó clara la postura del grupo.
Menos rotundo se mostró en cuanto a su continuidad, que no debiera ponerse en duda porque renovó dos años hace tres meses. "Tengo dos temporadas más de contrato. Los contratos están para cumplirse y ahí está el mío", comentó el alcarreño antes de apuntar que "las cosas hay que valorarlas desde muchos puntos de vista". Y cuestionado sobre si podría darlo por seguro, cortó por lo sano: "Soy de las personas que pienso que solo hay una cosa segura en la vida y es la muerte, el resto de puede cambiar, modificar. Yo pienso en el Córdoba, tengo dos años de contrato y pienso en cumplirlos, sino no hubiera renovado". Eso sí, su descontento con la afición es evidente, y de ahí que tanto su representante como él se hayan citado a final de temporada para valorar la situación con los responsables de un club que ya dejó abierta una cláusula de rescisión asumible en febrero.
Al margen de los temas extradeportivos, Juan Carlos repasó lo acontecido en esta temporada de la que aún quedan tres paradas. Y fue rotundo al afirmar que "se han hecho cosas mal a muchos niveles, aunque los principales culpables somos los jugadores, porque somos los que salimos al campo", aunque luego no quiso analizar cuáles han sido los pecados cometidos para no haber alcanzado siquiera el objetivo de "llegar a la última jornada con opciones". Es algo en lo que, entre otras cosas, ha influido negativamente la escasa conjunción del vestuario, que en nada se parece al que "el año pasado se hizo fuerte y salió adelante a pesar de muchas adversidades".
El cancerbero, que admitió que "hasta la semana pasada traté de mantener la ilusión, aunque después se te cierran un poco los ojos", aferrado a que "cosas más raras se han visto", apela ahora a la dignidad para tratar de lavar la imagen. "Tenemos que aprovechar cada partido que se va a jugar de aquí al final, pues a lo mejor va a haber muchos que tarden en volver a jugar en Primera". Es por eso que "el principal objetivo es competir, defender la camiseta que llevamos, no se pueden bajar los brazos. El otro día -ante el Barcelona- me fui muy dolido, porque el equipo bajó los brazos. Tengo muchas ganas del partido del sábado (a las 16:00 en Los Cármenes de Granada), porque es importante para la reivindicación y dar la cara".
Entre otras cosas para empezar a restaurar una segunda vuelta de récord, negativo, que ya está en la historia de la Liga. Juan Carlos cree que más allá de que "siempre que jugamos queremos ganar", ve jugar en Primera como "un premio para todos y, a pesar de la corriente pesimista que hay, que en parte entiendo, pienso en que vamos a disfrutar". El argumento del alcarreño se sustenta mirando al pasado de la entidad, "porque hace dos años el equipo estaba peleando por no bajar a Segunda B y este año hemos estado en Primera y parece la mayor debacle de la historia. El equipo ha estado mucho peor y se han hecho cosas mucho peores; hay que aprender a valorar todas las cosas y ser justos con todos". Las notas ya están listas para entregarse a partir del día 24, aunque si hay huelga...
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