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El brazo ejecutor en San Mamés

  • Un gol de Ghilas da la primera victoria de la temporada en Primera al CCF frente al Athletic Muy activo y con gran movilidad, el franco-argelino fue una pesadilla para la defensa local

Con el buen momento que vivía el Athletic en las últimas jornadas, sumando 13 puntos de 15 posibles en las últimas cinco citas, Miroslav Djukic optó por dar más empaque al centro del campo cordobesista. Sin el sancionado Fede Cartabia en el once, Ghilas se convertía en la principal referencia ofensiva de los blanquiverdes. El franco-argelino se situó en la punta de lanza y fue todo un incordio para la zaga bilbaína. Fue el destello de clase de un CCF correoso que maniató al conjunto de Ernesto Valverde. Su gol, muy parecido a los del gran Javi Moreno, valió tres puntos de oro, los primeros tres puntos en la élite tras 14 jornadas de competición. Algo que nadie esperaba en San Mamés y que llegó para alegría del cordobesismo.

En el comienzo del choque, Ghilas se colocó entre Laporte y Gurpegui, recuperado finalmente para la cita ante el conjunto cordobesista. El ariete del CCF buscó a Abel Gómez, que ayer adelantó su posición tras la entrada de Luso en el doble pivote. El sevillano, junto a Borja García y Fidel, eran los encargados de facilitar el juego de Ghilas en ataque. Quizás cuando menos lo esperasen llegó el mazazo del equipo de Miroslav Djukic. Un grave error de Iturraspe lo aprovechó Nabil para irse de Gurpegui y plantarse sólo ante Iraizoz, que no pudo hacer nada ante el buen lanzamiento del delantero cedido al CCF por el Oporto.

Con el 0-1, el Córdoba se replegó bien atrás y empezó a tocar la pelota con sentido en gran fases del partido. Ghilas, muy activo en ataque, siguió incordiando a una zaga que no se encontraba nada cómoda cuando recibía el delantero cordobesista.

Los minutos pasaban y el Córdoba mantenía bien el tipo ante un Athletic que no podía con la telaraña cordobesista. Ante tal panorama, Ghilas se crecía y metía el miedo en el cuerpo de los centrales rojiblancos, que sufrieron ante el poderío del atacante franco-argelino.

En la segunda parte, con el equipo más atrincherado atrás y el Athletic volcado sobre la portería de Juan Carlos, Ghilas combinó bien con sus ayudantes ofensivos, pero se le vio menos sobre el terreno de juego. No obstante, en cada acción de peligro blanquiverde, el ariete del CCF estaba presente. Incluso tuvo el 0-2 en otra gran ocasión, aunque estaba más escorado que en el gol de la primera parte. A pesar de ello, llegó al balón e intentó batir por bajo a Iraizoz, pero éste le sacó el balón. Hubiera sido la tarde perfecta para un Nabil que estuvo grandioso en San Mamés. Además, completó el partido tras la lesión de Borja García, lo que hizo imposible dar entrada a Florin para reforzar el ataque. Exhausto tras darlo todo, Ghilas sonreía. El cordobesismo también.

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