El Ángel Ximénez cae ante el BM Nava en un partido con desenlace cruel

El Ángel Ximénez sufrió un desenlace cruel tras caer ante el Viveros Herol BM Nava por la mínima y en la última jugada en un partido en el que, si bien siempre estuvo a remolque en el marcador, supo navegar a contracorriente hasta el final, forzando un empate en los últimos instantes que hubiera sido un premio merecido al trabajo del equipo entrenado por Paco Bustos.

El duelo no arrancó nada bien para el equipo pontanés, que pronto se vio con desventaja en el marcador. Los pontanenses no carburaban en ataque ante un sólido conjunto segoviano que penalizaba todos los errores locales. El 3-3 fue un espejismo, ya que el Ángel Ximénez desaprovechó un par de superioridades numéricas por las exclusiones de Arranz y Carró, algo que aprovecharon los visitantes para abrir un hueco de tres goles (4-7), que ampliaron a cinco (5-10), circunstancia que motivó el tiempo muerto de Paco Bustos.

El preparador cordobés cambió la defensa a 5:1 con Keita de avanzado, pero todas las situaciones de los locales para limar la desventaja se encontraban con la gran defensa navera, apuntalada por un soberbio Luis de Vega en portería. En el tramo final, Tioumentsev tomó el mando del ataque visitante apoyado por Nolasco, y aunque Lucas Aizen encontró portería, el luminoso conservó la renta visitante, reducida a cuatro goles gracias a un soberbio golazo de Dani Serrano con el reloj a cero.

Tras el paso por los vestuarios, el Ángel Ximénez subió su intensidad defensiva, aunque el cuadro navero seguía dominando con relativa claridad en el electrónico. Sin embargo, un parcial de 4-1 para los locales, con Ledi y Aizen siendo muy eficaces en los lanzamientos, metió a los de Puente Genil en el partido. Con 22-24, el choque se igualó, y aunque los segovianos seguían manteniendo ventaja de dos y tres goles favorables, el Ximénez no le perdía la cara al encuentro.

Los de Bustos se acercaron a uno con el 25-26, pero los goles de Mario Nevado, de nuevo dieron margen a un Nava que se veía ganador con el 27-30 a falta de cinco minutos. Pero con todo perdido, los locales se aferraron a la pista. Aizen y Ledi emergieron y, con un 3-0 favorable, el angoleño igualó el partido (30-30) para júbilo de los aficionados. A partir de ahí los goles se sucedieron en cada ataque. Nevado y Ledi anotaron y, dentro del último minuto, Méndez y Aizen transformaron sendos siete metros para establecer un 32-32 que parecía definitivo.

No obstante, en el último ataque visitante y, prácticamente sobre la bocina, el pivote Herranz ganaba la posición a su par y marcaba para dar el triunfo a los naveros, dejando a los pontanenses sin el premio de, al menos, un merecido punto.