Las ambiciosas metas de Carolina Ruiz
La granadina debuta en el descenso con el podio como objetivo Castellet va a por las medallas en 'halfpipe'
Carolina Ruiz saldrá hoy por primera vez a la pista en los Juegos Olímpicos de Sochi con un objetivo ambicioso: subirse a un podio. "Está bastante bien, lista y en muy buena forma. El objetivo es conseguir una medalla", aseguró su entrenador, el escocés Mark Tilston.
El exigente descenso del centro alpino de Rosa Khutor, en las escarpadas montañas de Krasnaya Polyana, representará el primero de los dos retos que la española de origen chileno tiene previsto en los Juegos de invierno. El otro será el supergigante del sábado, donde Ruiz espera estar también en las primeras posiciones tras decidir no competir en las otras tres pruebas olímpicas del esquí alpino para concentrarse en sus especialidades más fuertes.
Según Tilston, la mayor blandura y falta de consistencia de la nieve provocada por los altas temperaturas de los últimos días podrían favorecer las posibilidades de la esquiadora de 32 años. "Es muy favorable para Carolina. Ella tiene mucha estabilidad y no es algo que le molesta o influya a su técnica", sostuvo el preparador tras una jornada en la que se canceló el último entrenamiento de descenso debido a que la nieve estaba excesivamente blanda.
Carolina Ruiz, que en 2013 en Meribel se convirtió en la primera española en ganar un descenso en la Copa del Mundo, está, según Tilston, entre "un grupo de ocho chicas que tienen posibilidades". El pelotón de candidatas lo lidera la alemana Maria Höfl-Riesch, que demostró encontrarse una gran forma al imponerse el lunes en la supercombinada. La tres veces campeona olímpica, sin embargo, no exhibió un nivel tan alto en el descenso, y el primer oro de Sochi se lo debió agradecer a su remontada en el slalom. Entre las candidatas se encuentran también la austriaca Anna Fenninger, la suiza Lara Gut, Tina Weirather, de Liechtenstein, la eslovena Tina Maze y la estadounidense Lindsey Vonn.
Carolina Ruiz marcha en el puesto 19 de la clasificación de la Copa del Mundo en el descenso, pero con la experiencia de cuatro Juegos sobre sus hombros confía en dar la gran sorpresa y conquistar la tercera medalla española del olimpismo invernal.
Tener ambición no es sinónimo de buscar riesgos excesivos, como señaló la propia protagonista: "No tiene que salir nada extraordinario, pero tampoco tienen que salir las cosas a medias, porque no se perdona ningún fallo, no se perdona ningún momento de falta de cualquier cosa".
También se estrena en Sochi Queralt Castellet, que afronta la competición de halfpipe convencida también de que puede colgarse una medalla. La barcelonesa, quinta el año pasado en los Mundiales de la Federación Internacional, aspira a explotar en su tercera participación olímpica. En Turín 2006, con apenas 17 años, mostró su potencial logrando la vigésima sexta posición y cuatro años después confirmó su talento en Vancouver 2010, aunque topó con la desgracia en forma de lesión que le impidió disputar la final para la que se había clasificado.
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