El Séneca no pudo dar la sorpresa ante un Betis juvenil que es primero en la clasificación y todavía no ha perdido ningún partido en las 28 jornadas disputadas hasta la fecha. Eso sí, a pesar de que los verdiblancos eran favoritos, los de Rubén de la Cuesta dieron una buena imagen en el feudo bético demostrando orden defensivo, marcando bien los tiempos en la presión e incluso teniendo el control del partido en algunos tramos.

Ganar era muy complicado, porque el Séneca visitaba una Ciudad Deportiva Luis del Sol donde nadie ha sido capaz de hacerle sombra al cuadro verdiblanco. Con la confianza que les dio conseguir la victoria en el Enrique Puga en su último compromiso liguero ante el Vázquez Cultural (3-0) y con las ideas bastante claras, los rojinegros fueron a jugar sus armas ante el líder del Grupo IV de la División de Honor juvenil. Sin embargo, no hubo sorpresas en un escenario donde ningún equipo visitante ha logrado ni siquiera marcar un solo gol. 

Al comienzo del choque, ya se pudo ver la calidad de un Betis juvenil que salió a dominar a su rival. Así fue, aunque se toparon con un cuadro senequista muy ordenado y que supo mantener las líneas juntas para evitar que el líder lo pusiera en apuros. De hecho, con el paso de los minutos, los cordobeses dieron un paso adelante y se hicieron con el control del cuero. A la media hora de juego, Ignacio puso a prueba al meta local en el primer tiro a puerta de los suyos.

Sin embargo, cuando mejor estaba el Séneca, un disparo desde la frontal de Cantarero al filo del descanso lo detuvo Álvaro Belmont, pero el rechace le cayó a un Assane que no falló a puerta vacía. Tras pasar por vestuarios, los rojinegros continuaron con la presión alta intentando tener alguna gran ocasión que les diese el empate. Pero el Betis juvenil pronto asestó un nuevo mazazo a los visitantes gracias al tanto de Cantarero, que fue el mejor del ataque verdiblanco.

Con el 2-0 en el marcador en el minuto 56, el choque estaba muy encarrilado, aunque los de Rubén de la Cuesta no tiraron la toalla, y eso que, diez minutos después, Hugo Navarro vio la segunda cartulina amarilla y dejó a los suyos con diez. Eso obligó al Séneca a replegarse atrás mientras el Betis intentaba ampliar su renta. Con un meta rojinegro bastante expeditivo y un final de partido trabado, el resultado no se movió y el cuadro senequista se tuvo que conformar con la buena imagen que ofreció en un campo inexpugnable.