A estas alturas, Las Palmas llevaba ¡46 goles en contra! con Paco Jémez

"Jugar sin balón es lo más importante y lo más valioso de este equipo". Lo dijo Patiño, un delantero, en la entrevista publicada por El Día ayer. Y ayer fue un portero, Carlos Arias, el que subrayó "la intensidad" como la clave para que el Córdoba sea el equipo menos goleado de Segunda División, con apenas 17 tantos encajados en 24 jornadas. Según el boliviano, "somos intensos tanto para atacar como para defender. Cuando no tenemos el balón, corremos y apretamos donde sea para recuperarlo lo más rápido que se pueda. Siempre se dice que la mejor defensa es un buen ataque, y siempre tratamos de recuperar el balón arriba. Siempre apretamos arriba al rival y el último hombre de la defensa, que viene a ser Gaspar o (David) Prieto, está parado a un metro de la mitad de la cancha. Mientras más lejos estés de tu portería, se defiende mucho mejor".

Los números defensivos del Córdoba de Paco Jémez contrastan con los de Las Palmas... de Paco Jémez. A estas alturas de la Liga pasada, el combinado canario era, de largo, el más vapuleado de la categoría: nada más y nada menos que 46 goles en contra. ¡29 más que el CCF actual! Paco, que por entonces tenía a Juan Luna Eslava como segundo, sólo duró dos partidos más en el banquillo amarillo, ya que un 2-2 con el Villarreal B y un 5-2 en Granada -iban 1-2 y tenían superioridad numérica- agotaron su crédito. Jémez hizo las maletas con una pésima racha de 12 jornadas sin ganar; con cinco puntos sobre 36 posibles, la Unión pasó de la sexta plaza a la decimoctava.

Los más de dos goles en contra de media (53 en 26 encuentros) se explican desde una base de perogrullo: mientras en Gran Canaria había futbolistas que se desenchufaban en la presión, como David González o Jonathan Viera, en este Córdoba "hay que matarse a correr, luchar y no andar nunca". Lo dice Patiño, un delantero.