El Adesal se llevó un duro golpe ante el Zuazo, en un encuentro que era vital para las aspiraciones del equipo que entrena Rafa Moreno de conseguir la permanencia en la máxima categoría del balonmano nacional. Y es que los resultados del a jornada daban a las cordobesas la opción de depender de nuevo de sí mismas si lograban imponerse al Zuazo, algo que nunca estuvo cerca porque el conjunto vasco fue muy superior en La Fuensanta.

Desde el inicio, las imprecisiones en ataque castigaron al Adesal, espeso en ataque, quizás fruto de los nervios, y muy blando en defensa. Las visitantes empezaron a manejar sus primeras rentas de hasta cuatro goles, lo que supuso ya un precedente preocupante al ecuador de la primera mitad. Rafa Moreno paró el partido para tratar de cambiar la dinámica, y su equipo pareció tomar aire por momentos, gracias al trabajo en ataque de Lucía Vacas y Bonazzola. Aún así, al descanso el 12-15 ya señalaba lo complicado del partido para el equipo cordobés.

Tras el descanso, el Zuazo mantuvo el nivel en defensa y eso le permitió robar muchos balones que luego transformó en rápidos contragolpes. Ainhoa Hernández, con seis dianas, fue la líder en ataque del conjunto de Barakaldo, que tuvo también en Bengoetxea (cuatro dianas al final del choque) a otra de sus principales estiletes.

Pese a todo, el Adesal trató de apretar los puntos y por momentos se pudo intuir una reacción que nunca llegó a producirse. Fruto de ello, en el minuto 40 el marcador reflejaba ya un 15-20 bastante clarificador, que además pasó al 16-23 en otro parcial implacable del Zuazo, muy fluido en ataque en todo momento.

Con esa losa ya encima, al Adesal se le hicieron eternos los minutos finales, en los que el Zuazo supo manejar con solvencia su ventaja para no pasar apuro alguno y llevarse dos puntos que le acercan de manera considerable a la permanencia en la élite. Para el Adesal, las matemáticas aún dicen que es posible, aunque el cambio en el juego y en la mentalidad del equipo debe ser radical e inmediato.