Xisco le gana la partida al pichichi

Cuando se hizo pública la alineación del Córdoba ayer, todos fijaron su mirada en Xisco. El delantero balear, que debutó por fin la pasada semana ante el Barcelona B, estrenó titularidad el día que un viejo conocido de la parroquia cordobesista como es Charles llegó a El Arcángel con el Almería.

El brasileño, que sigue siendo querido en tierras califales, traía unos números que intimidaban a todos. Con ocho jornadas seguidas anotando un gol, el delantero ha hecho historia con el equipo albirrojo. El Radamel de los almerienses inició su idilio con la portería contraria justo antes de que Xisco llegase a Córdoba el último día del mercado invernal. Desde ese momento, la afición cordobesista estuvo esperando el estreno del ariete mallorquín. Pero el de Santa Ponça llegó lesionado, como así reconoció Rafa Berges pocos días después. La puesta a punto tardaba en llegar, aunque todos esperaban como agua de mayo su irrupción en un equipo carente de acierto. De ahí esa crítica sequía que dio paso a una serie de cinco jornadas sin conocer la victoria, con tres derrotas seguidas.

El tropiezo ante el Villarreal de hace dos jornadas hizo que el equipo tocase fondo y más tras ver que arriba la artillería no estaba nada fina. Xisco llevaba ya un mes de puesta a punto, trabajando con el recuperador, Víctor Núñez, y uniéndose a ratos con el resto del grupo. Era su hora. Berges no lo dudó y tiró de él en Barcelona. El atacante disfrutó de 35 minutos y anotó su primer gol con la elástica blanquiverde, ya en las postrimerías y buscando una remontada que no llegó.

Ayer dio un paso más y apareció en el once, demostrando que es un delantero centro nato, cazando un rechazo para batir a Esteban y sumar su segundo tanto. Además, dejó detalles de todo su poderío, luchando y fijando a la zaga almeriense. En la segunda mitad, dio el pase a Rennella para que éste anotase el 3-1 y cortase su sequía anotadora. Todo en 61 minutos de juego, ya que Berges, con todo decidido, lo retiró, dando entrada a Joselu. La grada, que ya sabe quién es y lo que puede dar, le regaló una ovación a su salida. Dos goles en 96 minutos con el CCF es su tarjeta de bienvenida. Xisco ya está aquí.

La felicidad del nueve blanquiverde fue el contraste a la cara de Charles, que se fue sin marcar y viendo como el Almería salía goleado. El pichichi de Segunda (19 tantos), no renovó la campaña pasada, a pesar de dos años inolvidables en el CCF. En agosto firmó por el Almería, donde sigue exprimiéndose en cada partido. El brasileño jugó los 90 minutos y pronto gozó de una clara ocasión, pero su cabezazo, cuando estaba libre de marca en el punto de penalti, salió por encima del larguero. Incisivo y en la punta de lanza del equipo de Javi Gracia, presionó y buscó las bandas. Antes de la media hora de juego, no fue capaz de rematar un medido pase de Iago Falqué. Tras la expulsión de Soriano, el ariete se quedó sólo arriba y en la segunda mitad no se le vio tanto. La suerte no le sonrió y no pudo alargar la racha de ocho jornadas marcando.

Con todo, tanto Xisco como Charles fueron eclipsados por el gran partido de López Garai, que con sus dos goles brilló en el derbi andaluz.