El Madrid Arena espera al Ángel Ximénez-Avia el primer fin de semana de mayo (4-6) con motivo de la Final8 de la Copa del Rey, a la que el conjunto pontanés accedió ayer con un partido memorable, sobre todo en la segunda mitad, en el que remontó los cinco goles de desventaja (33-28) que se trajo de Huesca ante un Bada superado por el ambiente del Alcalde Miguel Salas. El 27-21 final supone la segunda clasificación en la historia del club de Puente Genil para la fase final del torneo copero, tras la vivida en 2015, y un regalo en un curso demasiado alejado del guión previsto.

La igualdad fue la nota predominante desde el primer momento, si bien el Huesca encaró mejor el tramo inicial del partido y, con los goles de Álex Marcelo, cobró sus primeras rentas mínimas. El Ximénez tardó en ajustar su defensa, pero una vez que lo hizo, y gracias al trabajo en las labores ofensivas de Nacho Moya y Leo Almeida, recuperó el terreno perdido (6-6, minuto 12).

Barcelona, Ademar, Logroño, Granollers, Anaitasuna, Valladolid y Guadalajara, los rivales

Esa inercia positiva dibujó los mejores minutos del equipo pontanés, que cortocircuitó el ataque oscense y llegó a tener dos goles de ventaja tanto con el 10-8 como con el 12-10. Era el momento de romper el encuentro y meterse de lleno en la eliminatoria, pero el Ximénez fue incapaz de mantener el control, volvió a estar impreciso y dio aire a un Bada Huesca que exprimió los desajustes en defensa de su oponente para firmar tablas al descanso (13-13).

Con ese más cinco en la cabeza, el Huesca parecía tener el choque bajo control ya en el segundo periodo. Sin embargo, el equipo de Julián Ruiz nunca dejó de creer, subió un punto la intensidad defensiva y desde ahí aprovechó su juego de contragolpe para tomar de nuevo dos tantos de colchón que le permitían dibujar otra vez un escenario idílico.

Pero faltaba ese puntito extra que encendiera la mecha del milagro, que por fin llegó con un gol de Bujalance a falta de diez minutos para la conclusión del partido. El Ángel Ximénez-Avia empezó entonces a ver de cerca la remontada, todo lo contrario que un cuadro oscense descompuesto de los nervios que se convirtió en aliado acumulando exclusiones. Así, a falta de tres minutos, el capitán José Cuenca puso en el marcador un 26-21 que dejaba en nada lo ocurrido en Huesca.

Quedó entonces todo pendiente de un minipartido que el conjunto de Puente Genil supo jugar mejor, con madurez y el apoyo de la grada, para ganar por 1-0 con un gol de David Jiménez que firmó una remontada histórica que llevará a Madrid al Ximénez.