Villa capÍtulo I

Necesita mejorar. Así se podría calificar la estancia del CCF en Isla Canela. Pablo Villa no ha dado aún con la tecla, aunque la plantilla ya empieza a coger los ideales del técnico madrileño. La base está en el 4-2-3-1 que tan buenos resultados le dio la pasada temporada con el filial, aunque el preparador cordobesista ya ha dicho que el sistema variará según los jugadores que tenga en nómina. De momento Pablo se mantiene fiel a su filosofía. Muy del gusto del orden defensivo, Villa no quiere ningún despiste atrás. Ahí es donde se empieza a ganar un partido.

Por otro lado, la labor del doble pivote será básica. Y el madrileño tiene muy claro qué quiere: "En el trabajo de los dos mediocentros busco algo diferente a los últimos años, quiero más dinamismo para no tener ese pivote defensivo fijo y que el otro tenga que dar toda la movilidad. Ahí quiero algo más de variedad". Además, Pablo tiene donde elegir. En el duelo con el Levante, Villa tiró de un Abel que mostró una versión mejorada. El sevillano tiró de galones para liderar el centro del campo junto a un excelente Rafa Gálvez. Otro que ha demostrado su peso ha sido Luso Delgado. El ex del Girona jugó de inicio contra el Sevilla Atlético, aunque no lo hizo solo. Con él también estuvo Abel y Carlos Caballero, que fueron los que crearon el juego de un equipo que tiene garra, pero que arriba está algo espeso.

Esa labor en la zona de máquinas debe favorecer el juego combinativo del equipo de tres cuartos de campo hacia arriba, quizás el aspecto más verde a estas alturas del verano. Con mucha carga de trabajo en las piernas, como es normal en esta fase de preparación, el CCF se mostró ante el Levante y el Sevilla Atlético como un equipo con vocación ofensiva, pero con poco peligro. También porque arriba falta gente de peso en estos momentos.

Eso no le preocupa demasiado a Pablo Villa ahora mismo. Su obsesión siempre está en no encajar gol. Ayer llegó el primer despiste defensivo, que le valió al Sevilla Atlético para llevarse la victoria en Palos de la Frontera. Esos fallos se pagan y eso es lo que no quiere Pablo. Ahora ya está manos a la obra para que no se vuelva a repetir esas acciones.

Además, durante estos días de estancia en Isla Canela, el preparador cordobesista ha visto cómo se han ido incorporando nuevos jugadores como Pelayo, Campabadal y Xisco, aunque no serán los únicos. El CCF debe cerrar aún al menos tres fichajes de garantías, pero hay prisa. Uli Dávila, Pacheco, Feddal, Martí Crespí y Álex Pérez están en las quinielas para reforzar el equipo. Habrá que esperar. Lo que es indudable es que los canteranos están rayando a un excelente nivel. Sillero, Fran Cruz, como miembro ya del primer equipo, Bernardo, Rafa Gálvez, Dani Espejo, José Antonio González, Mauro Cabello y Sebas Moyano han demostrado su desparpajo y su buen hacer. A buen seguro que Pablo Villa está encantado con el nivel demostrado por unos jugadores que conoce muy bien y con los que seguirá contando si demuestran todo el potencial que tienen.

Que el equipo no vea puerta no le preocupa mucho. Sabe que tarde o temprano llegará ese primer gol de la pretemporada. Además, la parcela ofensiva no está a tope. El único nueve del que dispone en estos momentos es Strahman y el argentino ya ha dicho que no está ni al 50%. Por otro lado, Benja está lesionado y no estará disponible para los primeros encuentros ligueros. Y la gran esperanza es Xisco Jiménez. El killer llegó el pasado martes a Isla Canela y ahora está empezando su puesta a punto. No hay prisas. Y no quieren precipitarse con un jugador que debe marcar diferencias durante este campeonato. Así lo demostró durante la pasada temporada cuando anotó 8 goles en 14 partidos disputados.

Lo que tiene claro Pablo Villa es que la base debe estar atrás. Los números del filial de la pasada campaña así lo demuestran. Fue el menos goleado del grupo X y además al final fue de los más goleadores gracias al buen hacer de Javi López y Juan Guerra.

Esa base defensiva estará bien cubierta por Saizar, Juan Carlos y Sillero. Los tres ya han tenido minutos durante esta estancia en Isla Canela. El meta vasco jugó frente al Levante y le paró un penalti a Iborra, aunque no fue el único que se lució. El joven Sillero hizo lo propio el pasado viernes y le atajó la pena máxima al rambleño Joaquín. Los tres se están jugando un puesto que la pasada campaña tenía nombre propio: Alberto García.

Ahora mismo todo está en proceso. El proyecto se está haciendo lentamente. Lo que está claro es que este CCF tirará de garra, intensidad y de una gran entrega durante los 90 minutos de cada partido. Los primeros pilares se están poniendo, aunque queda aún mucha tela que cortar. Lo importante comenzará el 17-18 agosto ante la Ponferradina.