Toque de atención
Córdoba CF
José reclama “carácter” y “personalidad” para visitar Ipurua · Avisa de que “allí hay que entrar con una intensidad máxima” y reniega de la “autocomplacencia”
Ojo, toca el Eibar. José González lanzó ayer un aviso para navegantes en la sala de prensa de El Arcángel, donde advirtió de las peculiaridades del rival y el campo del próximo domingo (18:00, Localia). Jugar en Ipurua no es un asunto baladí. Exige poner los cinco sentidos en el balón, y esperar cualquier cosa. Y luchar hasta el final, sin tregua. Su presente no es del todo halagüeño, pero el Eibar siempre es el Eibar. Ojo. Ojito.
“Va a ser un partido muy intenso, ante un equipo que sumó seis puntos en las dos primeras jornadas (0-1 en Elche y 3-2 al Tenerife) y está teniendo ahora las dificultades que conlleva no ganar, porque clasificatoriamente está como todos: a dos puntos de estar cómodo en mitad de la tabla. En el último partido ante el Albacete tuvo la mala fortuna de mandar un balón al palo en el 94’ y le empataron en la siguiente jugada. Así que podrían tener dos puntos más perfectamente y no tendrían la situación de incertidumbre que parece que están viviendo –la afición ha empezado a ponerse nerviosa: suma cinco partidos sin ganar–. Respeto al contrario, sé que va a ser un equipo muy intenso, como suelen ser los partidos allí”. José sabe lo que les espera en Ipurua, un estadio que, no obstante, “no se me ha dado mal hasta ahora: creo que he hecho un empate y una victoria, pero eso no vale para nada. Son futbolistas diferentes, conceptos diferentes, entrenadores diferentes... Las estadísticas sirven de poco”.
Ipurua es un recinto estrecho y pequeño, con aforo para poco más de 5.000 espectadores y el público pegado a la cal. En cualquier caso, sus particulares características no provocan que el entrenador del Córdoba haya variado en exceso sus planteamientos. Es una cuestión de espíritu. Así, recalcó que “todos los partidos los preparamos para ganar. El campo es más estrecho y da la sensación de ser más corto, porque está encerrado. Hay argumentos definidos para enfrentarnos a un rival de esas características. Lo que tengo muy claro es que allí hay que entrar con el mismo ritmo, como mínimo, que el contrario. El que entre con otra mentalidad lo puede pasar mal, por encima de la capacidad individual del futbolista. Allí hay que entrar con una intensidad máxima. Lo va a exigir el partido, y el que no esté con esa intensidad no será de la partida. Y eso se tiene que transmitir desde el primer entrenamiento de la semana al último. No quiero que el equipo caiga en la autocomplacencia, porque ni mucho menos hemos hecho nada y tenemos todavía muchos partidos por delante. Ahora tenemos un rival con unas características especiales, que tenemos que enfrentar sobre todo con carácter, y con personalidad”. Porque el Eibar “es tan rocoso como antes”, aunque “quizá antes jugaban más a la segunda jugada y ahora están utilizando dos extremos puros”.
Después de desmenuzar los esquemas de Carlos Pouso –utiliza un “trivote” con “un mediocentro posicional” y “dos pivotes que se incorporan”, amén de Cases y Sutil por las bandas y “un punta como Yagüe, completamente distinto a lo que pueda ser Toquero”, que se caracteriza por su dinamismo y “no es el típico tanque ni nueve de referencia”–, el gaditano miró más allá de los números para matizar la trayectoria y ensalzar la idiosincrasia de “un equipo que tiene las cosas claras”. “Quizá los resultados le estén apremiando de otra forma, pero a mí eso no me preocupa; me preocupa cómo entremos nosotros a disputar ese partido”, insistió.
La plantilla cordobesista ya conoce, grosso modo, cómo se las gasta el peliagudo adversario de este fin de semana. Por su condición de vasco, Katxorro es una voz autorizada para opinar sobre el cuadro azulgrana: “El Eibar no es lo que era antiguamente. Ya no están Bixente o Loinaz, eso ya se acabó. Ahora es otro tipo de juego, otro tipo de futbolistas, y el terreno de juego siempre está en buenas condiciones”. No obstante, el de Baracaldo sabe que “el rival nos va a apretar y va a morder, eso está claro, pero son futbolistas que vienen de arriba y van a tocar la pelota. Sí es cierto que hay menos espacios que en otros partidos y tenemos que ser conscientes de ello, saber que vamos a un campo complicado, en el que nos van a apretar. Tenemos que jugar nuestras cartas”.
Mientras, el centrocampista armero Carmelo destaca la solidez del Córdoba y espera que el cuadro blanquiverde no acuda a Ipurua con el único objetivo de “encerrarse”, porque, a pesar de los tópicos, en el estadio guipuzcoano “también se puede jugar bien al fútbol”. El medio, relegado a la suplencia por Larrazabal y Lombraña, pide “intensidad” –no podía ser de otra forma– y la dosis de suerte que, a su juicio, les faltó contra el Celta (0-0) y el Albacete (1-1) en sus anteriores comparecencias en casa.
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