Salinas y el guiño a BBK

El presidente viajará esta semana a Bilbao para reunirse con representantes de la caja vasca con la prioridad de mantener a Cajasur como patrocinador · Cree que le daría "legitimidad" ante la sociedad cordobesa

José Carlos León / Córdoba

20 de julio 2010 - 06:54

En el primer día hábil después de que el Banco de España adjudicara el pasado viernes el control de Cajasur a la BBK, José Miguel Salinas ya está lanzando guiños de complicidad a la caja vasca. El presidente del Córdoba se trasladará esta misma semana a Bilbao para negociar con los responsables de patrocinio de la entidad la opción de que Cajasur siga siendo el sponsor del club, en unas negociaciones en las que esgrimirá la necesidad de la caja de "legitimarse" ante la sociedad cordobesa.

Porque Salinas ya ha mantenido los primeros contactos con la BBK a través de amigos comunes y esta semana agilizará las gestiones consciente de que "ellos tendrán interés en tener un trabajo comercial importante en Córdoba, y si mantienen la imagen de Cajasur, ésta será nuestra prioridad para mantener la esponsorización". Porque como el propio Salinas reconoció ayer, tras el shock que le produjo la decisión del Banco de España, en apenas 48 horas ha tenido que pasar "de las sensaciones al trabajo". La intención del CCF es que la BBK subrogue el contrato de patrocinio que Cajasur mantenía con el club "dado que ellos van a mantener la marca en el sur de España. Tendría bastante sentido que su aterrizaje en Córdoba viniera de la mano del CCF", apunta el presidente, ante una operación de enorme importancia para la entidad, que necesita cuanto antes liquidez para finiquitar económicamente la temporada 09-10.

Porque aunque Salinas no quiere ser brusco en las formas, sí dejó entrever que en sus conversaciones con la BBK utilizará el peso del CCF en la sociedad cordobesa y como bandera de la política de patrocinio deportivo de Cajasur. "No estaría bien que yo lo dijera, pero está claro que es algo que ellos tienen que valorar. Para una entidad como ésta, que ahora tiene que legitimarse como dueña de una caja andaluza y cordobesa, seguir esponsorizando al club sería una buena tarjeta de presentación", mientras que en el caso contrario "sería una mala tarjeta de visita".

Las cuentas están claras. El Córdoba necesita un millón de euros para liquidar el anterior ejercicio, de los que 700.000 deben llegar de manera urgente antes del 31 de julio para zanjar las deudas con los jugadores y evitar cualquier riesgo de descenso administrativo a Segunda B. Esa cifra es, aproximadamente, la que el CCF pretende ingresar en concepto de patrocinio para esta temporada, por lo que en caso de que las negociaciones con la BBK llegaran a buen puerto "con eso tendríamos bastante". Para un segundo paso quedaría la opción de que la caja vizcaína otorgase al club el crédito de más de dos millones de euros para estabilizar sus cuentas dentro del plan de viabilidad. "Eso requiere un aterrizaje mayor por su parte", indicó Salinas, "pero si resolvemos el tema del patrocinio y establecemos una relación para las dos próximas temporadas como teníamos pactado con Unicaja, podríamos sentarnos a hablar con tranquilidad en septiembre para ver el resto del problema, pero el primer paso urgente es éste". Se trata, como el propio presidente asume, "de ir por pasos y ganar tiempo", aunque de forma inmediata necesita saber "si vamos a contar con su compañía, su apoyo y su complicidad", una incógnita que debe quedar resuelta esta misma semana.

En busca de esa complicidad, Salinas invita a las dos partes a "aprovechar las oportunidades", con la sensación de que "quien viene de tan lejos necesita hacer gestos y guiños que el vecino no tiene que hacer. El fútbol es un magnífico vehículo para mostrar el afecto y el cariño con una ciudad y si ellos piensan como yo, llegaremos a un acuerdo". Ese factor emotivo será una de las bazas del presidente blanquiverde en unas negociaciones en las que apelará a la necesidad de BBK de "legitimarse" en su desembarco en Córdoba, aunque el mandatario es relativamente optimista. "Son gente muy acostumbrada al patrocinio deportivo", señaló, y pese a que la caja vizcaína no esponsoriza directamente a ningún equipo del País Vasco "no tengo por qué ser pesimista. Lo que pasa es que cuando tienes un acuerdo con uno y te cambian el compañero de baile, hay que empezar de cero". "El único obstáculo es que los tiempos van corriendo, pero por lo demás espero que esta semana tengamos una primera aproximación positiva".

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