Rumores a ritmo de tango

Los dos nacieron en Argentina... con un día de diferencia. Acaban de cumplir 31 años. Uno centra, el otro remata; uno tiene la mente puesta en su inmediato regreso a su país natal, mientras el otro no tiene previsto volver ya. Son Cristian Álvarez y Gastón Casas, los protagonistas del Córdoba en los últimos coletazos del mercado invernal, que finaliza este sábado.

Banfield ha vuelto a la carga por Cristian -el martes se puso en contacto telefónico con él-, aunque su interés no termina de fraguar. Teóricamente, el traspaso de Civelli al Ipswich Town inglés da al club argentino la solvencia económica necesaria para acometer la operación. La negociación es relativamente sencilla, pues Álvarez cuenta con la promesa del presidente blanquiverde, Rafael Campanero, de facilitarle la salida. ¿El motivo? Su elevada ficha. Aún no ha renovado por un año más por partidos jugados -le quedan dos, según el director deportivo, José Javier Zubillaga-, aunque si lo hubiera hecho tampoco habría problema. La palabra de Campanero pesa más. En la recámara está el malaguista Cheli, aunque el tiempo apremia. Asimismo, en la plantilla hay recursos para enmendar su hipotética marcha: Mario y Ceballos para la demarcación de lateral y Arteaga, Pepe Díaz o Natalio -a la espera de que se recupere Guzmán- para el puesto de interior.

Zubillaga espera acontecimientos, ya sea una llamada de Banfield o de Gustavo Crnko, el agente de un futbolista que ayer repitió el discurso de dos semanas atrás: "Volvemos al mismo tema. A mí de Banfield no me llamó nadie para decirme Cristian, te damos este contrato, negocia con el Córdoba para irte. El interés existe, pero ¿qué salió, en un periódico? A mí nadie del club me dijo que Banfield ofrezca nada para que me vaya. Cosas claras no hay". "No me hablaron de ningún contrato, ni me mandaron ningún precontrato para firmar, así que no hay nada serio", insistió.

El volante salió al paso de las especulaciones sobre la mudanza que ya tenía ultimada, catalogándolas de "tonterías. Lo que dije es que me había dado su palabra de que se iba a hacer una persona muy importante de ese club (Banfield), y al final no se hizo. Y fue una falta de respeto, no fue serio. Quise decir que era jugar con mi familia, además de descentrarme a mí de donde estoy por tonterías. ¿Pero cómo voy a desmontar la casa? Eso es una tontería".

Cristian enfatizó que "tampoco el Córdoba me dijo oye, Banfield ofrece esto. Hay interés. Si llega Banfield, pone las cosas y hablo con el Córdoba y decidimos que me tengo que ir, será así. Pero ahora mismo no hay nada concreto, lo dije la otra vez y lo vuelvo a repetir. No hay nada como para irme dentro de dos o tres días, porque conmigo no habló nadie". Progresivamente, se fue enojando, hasta decir que "tampoco es que porque me quiera Banfield, me vaya mañana. Tengo una familia y dos hijos, con su vida acá también. Para hacer las cosas, hay que hacerlas bien, si se hacen; no decirte que mañana te tienes que ir. No se maneja así la cosa". "En Córdoba vivo de puta madre con mi familia y tengo contrato, y mientras lo tenga, poco más hay que hablar", concluyó.

Media hora después, Gastón Casas compareció en la sala de prensa de El Arcángel. En su caso, suena como refuerzo de Quilmes, de Segunda División. El delantero también echó balones fuera: "Siempre en estas épocas se habla de rumores, porque la vida está llena de rumores. Me enteré por un compañero vuestro de que había interés, pero no sé si es cierto o no, porque a mí nadie me dijo nada. Estoy en el Córdoba y entreno todos los días a tope para poder tener esa oportunidad". "Lo que hay que hacer ahora es arrimar el hombro y tirar todos para el mismo lado. El bien del equipo es el bien de todos", agregó. Gastón considera que "en las situaciones complicadas es cuando hay que ver al hombre que hay dentro. Yo he tenido muchas batallas a lo largo de mi carrera y me siento capacitado para luchar". El fichaje de Natalio se lo pone un poco más difícil, pero "yo no renuncio a nada".

El ariete admitió que su "deseo es volver a Argentina y terminar mi carrera allí, que es donde empecé. Es normal que cuando uno está en Europa y no juega, te llamen o se interesen equipos argentinos, porque uno dejó una buena imagen ahí y siempre te buscan. Pasa todos los años, afortunadamente". "Que lo busquen a uno siempre es gratificante, pero eso no significa que me quiera ir de este club, al contrario. Sé que aquí todavía no hice nada y que tengo mucho que dar. Ojalá sea para sacar al equipo de ahí abajo, porque no se merece estar donde está ahora", apostilló.