Puche ya es historia en el filial
El técnico yeclano es destituido tras la derrota ante el Cartagena y el club ya busca sustituto El Córdoba mantiene "varias negociaciones" y quiere "un hombre con experiencia en la categoría"
La etapa de Pepe Puche en el Córdoba B ya es historia. El técnico yeclano fue destituido en la mañana de ayer, apenas unas horas después de la derrota del filial ante el Cartagena (1-3), cerrando un ciclo que apenas ha durado ocho jornadas. El conjunto blanquiverde es colista del grupo IV con un solo punto en ocho jornadas, gracias al empate sin goles logrado en la visita al filial del Almería. El resto han sido siete derrotas, cuatro de ellas en casa, con un balance de cinco goles a favor y 16 en contra. Con esos números, el destino del entrenador estaba escrito y sellado, aunque el club esperó al lunes para hacer oficial su destitución.
De hecho, la suerte de Puche estaba echada desde la pasada semana con la dolorosa derrota (3-2) en el campo del Sevilla Atlético, con un tanto en el descuento. Ésa fue la puntilla para el entrenador murciano, aunque el club le dio una última oportunidad frente al Cartagena aprovechando el traslado del equipo desde El Arcángel al Municipal de El Carpio, escenario habitual de los entrenamientos. Además, para el duelo ante el Efesé, el filial contó con los refuerzos de Bernardo y Rafa Gálvez (llegados esa misma mañana de Lugo tras viajar con el primer equipo) y Campabadal, inédito con Villa y que jugó sus primeros minutos con el filial. Ni el cambio de recinto ni las aportaciones de última hora sirvieron para cambiar la suerte de un equipo inmerso en una dinámica negativa de la que, por el momento, no sabe salir.
El pésimo inicio del filial no es sino la consecuencia de una mala y acelerada planificación. El CCF hizo oficial que el B jugaría en la categoría de bronce el 6 de agosto ocupando la plaza dejada por el Xerez. El club desembolsó los 300.000 euros estipulados por la RFEF y se lió la manta a la cabeza cuando apenas faltaban 19 días para el inicio de la competición. En esas poco más de dos semanas, la entidad revolucionó la plantilla dando siete bajas de jugadores y forzando incorporaciones de última hora, rompiendo un bloque que ya estaba confeccionado para competir en Tercera División. También cayó por el camino Miguel Ángel Morales, que iba a ser ayudante de Puche y que fue despedido en la remodelación de un grupo que llegó a la primera jornada en pleno proceso de adaptación.
En ese contexto, los malos resultados iniciales podían llegar a entenderse como el resultado normal de una arriesgada apuesta que con el tiempo tendría que ir encontrando su camino, pero todo fue a peor. Tras la derrota en casa ante la Balona (1-2), el presidente Carlos González explotó y cargó contra los jugadores, a los que acusó de "falta de compromiso", amenazando con "jugar con juveniles" si no cambiaba la actitud del equipo. Ese día, el mandatario ratificó su confianza en Puche, con el que mantuvo una seria conversación en el mismo túnel de vestuarios, aunque la fidelidad inquebrantable acabó truncada ayer por culpa de los resultados.
La entidad emitió un comunicado en el que anunció la decisión, que también afecta al ayudante Juan Francisco Carpintero, agradeciéndoles "el trabajo realizado, siendo conscientes de las dificultades por la premura del ascenso de categoría", al tiempo que se les desea "la mayor de las suertes en su futuro profesional". Todavía no hay sustituto, y el entrenamiento de hoy será dirigido por el responsable de las categorías inferiores José Antonio Romero junto a Carlos Losada.
El propio Romero reconoció ayer que hay abiertas "varias vías de negociación" para encontrar al sustituto. Aunque en un principio se había barajado la vía de un hombre de la casa o incluso mantener el perfil de un ex jugador (como el propio Puche, o antes Villa, Berges o Pierini), el club está abierto "a otras variantes". De hecho, desde hace semanas el CCF recibe ofrecimientos de entrenadores, y desea poner al filial en manos "de un hombre experto en Segunda B".
Dos nombres parten con ventaja, y ambos estuvieron el domingo viendo el partido en directo en El Carpio. Miguel Rivera, que el pasado verano concluyó su vinculación con el Écija, responde perfectamente a ese perfil. Malagueño de 42 años, conoce sobradamente la categoría tras dirigir al Linares, Torredonjimeno, Cartagena, Melilla, Águilas, Granada 74, Caravaca, Leganés y Écija, en dos etapas distintas. El otro aspirante es el granadino Fernando Estévez (34 años), ex entrenador del Loja y actualmente sin equipo. Médico de profesión y con plaza en Iznájar, la cercanía con Córdoba podría permitirle compatibilizar el puesto, aunque en su caso la decisión sería más personal que profesional.
Aunque no se ha fijado un plazo, el Córdoba pretende cerrar la contratación del sustituto cuanto antes, "pero no sabemos si estará para el próximo partido en La Roda", reconoció Romero, que hoy dirigirá la primera sesión tras la etapa de Pepe Puche.
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