Powel, un holandés testarudo

córdoba cf

El ariete de 1,89, descartado por el Albacete en verano, ha marcado nueve de los 25 tantos del Nàstic · Con Luis César salía como revulsivo y con Oliva es esencial

Berry Powel, perseguido por su compañero Fernando Morán, celebra un gol en el Nou Estadi.
Berry Powel, perseguido por su compañero Fernando Morán, celebra un gol en el Nou Estadi.
Raúl Díaz / Córdoba

24 de marzo 2011 - 05:02

La de Berry Powel (Utrecht, Holanda, 2-5-1980) es una historia de superación: descartado por el Albacete el pasado verano, el delantero fichó por el Nàstic junto con Delporte el 26 de agosto y tuvo que coger un número con poco o nulo tirón. Con el dorsal 12 comenzó la Liga como suplente y revulsivo, exprimiendo sus minutos. Ahora es titular y decide, como hizo ante el Numancia con un tiro con poco ángulo que batió a Lafuente. Tres puntos más para un equipo que huye del descenso con tres victorias en los últimos cuatro encuentros.

Powel siempre jugó en su país (Den Bosch, De Graafschap, Groningen y ADO Den Haag), excepto en la segunda mitad de la temporada 05-06: probó en la Premier League inglesa con el Milwall. Con un tope de 29 goles en 36 partidos en el curso 06-07 con el De Graafschap, con el que subió a la Eredivisie el año pasado contribuyendo con 15 dianas en 27 choques, el ariete se ganó una prueba en el Albacete en verano. Pero no la pasó. Tras un amistoso contra el Castellón, la directiva del club manchego le comunicó que no les interesaba. Sí se quedó el ex cordobesista Asen, despedido meses después y actualmente en el Recreativo. El Alba, que ayer destituyó a David Vidal, sustituto a su vez de Antonio Calderón, es penúltimo y se encuentra a ocho puntos de la permanencia.

Mientras, el Nàstic piensa en salvarse con la reacción con Juan Carlos Oliva, relevo de Luis César tras la jornada 15. El por entonces colista se llevó un 6-1 en Granada en el debut del nuevo técnico, pero el mes de marzo pinta bien: salvo el 4-0 en el Mini Estadi en la anterior salida, el Nàstic ha hallado la senda del triunfo a costa del Xerez (1-2), el Cartagena (2-0) y el Numancia (1-0). Powel abrió la remontada en Chapín, marcando por cuarta jornada seguida (el Salamanca, el Rayo y el Celta le habían sufrido antes), y definió el pasado domingo.

Son las muescas más recientes en el revólver de un atacante corpulento, que aprovecha sus 189 centímetros para prodigarse en el remate de cabeza y sin embargo no se maneja mal con los pies, ni mucho menos. En el Gimnàstic-Córdoba de la primera vuelta (1-1) fue suplente, reemplazó a Eloy en el minuto 62 y provocó desajustes en la zaga blanquiverde con su movilidad. No obstante, el gol local fue de Oriol Riera, que desvió hacia su propia portería un testarazo de Mairata. Jorge Luque, de penalti, igualó poco después.

Lanzado por Morán y Felipe Sanchón, reclutado del Granada en el mercado invernal -Borja Viguera, otro refuerzo, aportó dos goles antes de lesionarse de gravedad-, Berry Powel lleva nueve de los 25 tantos del Nàstic. O sea, el 36 por ciento. A eso se le llama dependencia.

stats