Baloncesto
  • El técnico da otro paso en su carrera disputando la Eurocup con el Hamburg Towers tras su brillante papel en el Rasta Vechta

  • "Me centro en dar el máximo nivel cada día", reconoce a 'el Día'

Pedro Calles, el entrenador cordobés que triunfa en el baloncesto alemán

Pedro Calles da órdenes a sus jugadores durante un tiempo muerto. Pedro Calles da órdenes a sus jugadores durante un tiempo muerto.

Pedro Calles da órdenes a sus jugadores durante un tiempo muerto. / Hamburg Towes

Escrito por

· Hugo Gallardo

Pedro Calles tenía tan solo 28 años cuando recibió la llamada de un ex compañero alemán del Erasmus que le hablaba de una vacante como preparador físico en el Artland Dragons, un equipo histórico del municipio de Quakensbruk (en la Baja Sajonia) con poco más de 13.000 habitantes. Un par de entrevistas le valieron para dar el salto y hacerse con el puesto. Diez años después, Pedro triunfa hoy en el baloncesto germano como primer entrenador del Hamburg Towers, club con el que está disputando la Eurocup -equivalente a la Europa League en fútbol- y habiendo recibido en la temporada de su debut, la 2018-19, el premio al Entrenador del Año en la BBL (Basketball Bundesliga). 

Una trayectoria vertiginosa, "fruto del esfuerzo y de ir aprendiendo de cada una de las experiencias que he tenido la oportunidad de vivir", cuenta Pedro Calles a el Día desde el otro lado del teléfono, asegurando que "no hay ninguna receta mágica".

Su pasión por este deporte se remonta a su infancia cuando, "probablemente condicionado por seguir los pasos de su hermano mayor", ingresó en el Maristas, mítico equipo del Colegio Cervantes de la capital cordobesa. Allí, donde Pedro echó sus raíces, volvería años más tarde para terminar su etapa como jugador porque, a pesar de haber llegado como base hasta la LEB Plata -tercera categoría a nivel nacional-, su verdadera "vocación" estaba en entrenar.

Licenciado en INEF por la Universidad de Granada y una vez obtenido el título superior de entrenador, "las circunstancias por las que entonces estaban pasando los clubes" le acabaron abriendo las puertas de su primera oportunidad profesional, "en plena crisis económica", como preparador físico y ayudante de Manuel Jiménez, Junior, en el Cajasol Córdoba 2016, con el que disputó la LEB Plata durante la temporada 2009-10. "Es posible que en esas categorías se buscara alguien que pudiera compaginar las dos labores", explica.

Un año más tarde y de la mano de otro técnico cordobés, Rafa Gomáriz, continuaría su carrera en la categoría de bronce del baloncesto español también como segundo y preparador físico en el Plasencia. Tras una buena primera temporada (2010-11), la mala racha de inicio durante el curso siguiente provocó la destitución de Gomáriz a principios de temporada y la primera oportunidad de Pedro Calles al frente de una plantilla. Una experiencia que valora "positivamente", aunque no se logró salvar la categoría.

Pedro Calles anima a la grada durante un partido. Pedro Calles anima a la grada durante un partido.

Pedro Calles anima a la grada durante un partido. / Hamburg Towes

A pesar de que las crónicas de entonces en la prensa extremeña hablaban de la intención del club de mantener a Pedro Calles en el puesto, "la inestabilidad de aquella España que no conseguía salir de la crisis" y la llamada de Alexander Meilwesel, consejero delegado del Artland Dragons, y compañero del Erasmus en Finlandia, terminaron por decidir su nuevo destino como preparador físico en el equipo de Quakensbrük, de la Primera División alemana. Su trabajo allí le valió una recomendación para fichar por el Rasta Vechta, equipo que, tras tres temporadas en el staff técnico, le acabó dando la oportunidad como entrenador jefe en la Bundesliga. "Cambia el rol que ejerces en el club, que es mayor que cuando eres preparador o técnico asistente, pero la relación con el vestuario trato de que sea la misma", reconoce Pedro.

En Vechta consiguió ganarse el respeto y el cariño de la gente, con un cuarto puesto en la liga regular y en semifinales de la BBL. La temporada le valió para disputar competición europea en la siguiente y para ser nombrado Mejor Entrenador del Año, por encima de una leyenda como Aíto García Reneses, "uno de los referentes junto a Pedro Martínez", que se proclamó subcampeón ese mismo año con el Alba Berlín.

Con una propuesta de "baloncesto ofensivo" y "teniendo más en cuenta el entendimiento del juego que las estadísticas del jugador" para poner un quinteto en la cancha, Pedro Calles busca un hueco en la cima del basket continental, a pesar de que no le gusta marcarse objetivos: "Me centro en dar el máximo nivel cada día" y, aunque no oculta sus deseos de entrenar a un equipo de Euroliga, "aún queda mucho", como reconoció a este periódico. 

De momento su presente pasa por el Hamburg Towers, donde simultanea "cada tres o cuatro días" los partidos de BBL y de Eurocup -54 enfrentamientos en total de liga regular-, lo que supone "una carga física y mental, sobre todo por las horas de viaje", afirma el técnico cordobés. 

Pedro Calles posa con el trofeo de Mejor Entrenador del campeonato alemán. Pedro Calles posa con el trofeo de Mejor Entrenador del campeonato alemán.

Pedro Calles posa con el trofeo de Mejor Entrenador del campeonato alemán. / El Día

A punto de cumplirse una década desde que emigrara a Alemania con su mujer, Pedro Calles se confiesa "adaptado" a un país "donde se vive mucho menos tiempo en la calle" y a una liga donde predomina "un estilo mucho más vertical por la presencia de más jugadores americanos, que en el baloncesto español, bastante más rico en la táctica". Eso sí, no descarta volver en un futuro a España si se trata de entrenar a un equipo de la ACB "porque es una de las mejores competiciones domésticas". ¿Lo que más se echa de menos? Muchas cosas: el clima, la gastronomía, pero sobre todo los amigos.

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