Pasarela hacia el futuro (2-0)

Liga adelante

El Córdoba remata la permanencia en la penúltima jornada con un cómodo triunfo ante un rival amable · Los tantos de Pepe Díaz y Richy abren una nueva era en el club

Foto: Alvaro Carmona
Raúl Díaz

Córdoba, 29 de mayo 2011 - 21:31

Por cuarto año consecutivo, el Córdoba consumó su permanencia en Segunda División con más pena que gloria. Esta vez fue en la penúltima jornada y ante un rival relajado como Las Palmas, la misma víctima que en la salvación de 2009. Pepe Díaz aparcó los temblores de los primeros minutos con el 1-0 y Richy marcó el segundo gol del encuentro que abre una nueva era para el club, con el concurso de acreedores recién aprobado y la venta en ciernes, según José Miguel Salinas. En su última comparecencia en el palco de El Arcángel, el presidente asistió a un partido de guante blanco y salpimentado por un cruce de cánticos, aplausos y silbidos antes de la emotiva despedida de Arteaga.

Había tela que cortar en otros tres escenarios (los del Salamanca, el Nàstic y el Villarreal B) y el árbitro aguardó la hora exacta para dar el pitido inicial. Frente a un once de suplentísimos, en el que destacaba la presencia como único delantero de Mauro Quiroga (el argentino reclutado por Javier Zubillaga en el mercado invernal de la temporada pasada que no llegó a vestir la camiseta blanquiverde), el Córdoba salió con lo previsto, con Gerardo, Arteaga y Pepe Díaz como novedades con respecto al 3-0 de Ponferrada. El desastre que abocaba al equipo a controlar su ansiedad para rematar la faena en casa.

Un derechazo cruzado de Juanmi Callejón y una volea mordida de Arteaga envolvieron la primera gran ocasión de la tarde: zapatazo de Quiroga y palomita de Alberto García. Las Palmas tenía más la pelota a pesar de jugar a medio gas y el portero local volvió a estirarse para desviar a córner, esta vez a tiro de Perea. En el siguiente acercamiento visitante, Quiroga cabeceó a placer en el segundo palo en busca del internacional colombiano, que estaba en fuera de juego.

El CCF, fuera de sitio e impreciso en los pases, no lo veía nada claro. La afición amagó con quejas de viento, pero de inmediato se percató de que lo mejor era animar. O sea, no tirar piedras contra su propio tejado. Lo cierto es que los blanquiverdes economizaban energías, sin presionar arriba, y perdían la bola en cuanto arriesgaban. Estaban atenazados.

Tuvo que ser un central, Tena, el que saliera de la cueva para iluminar el duelo clave. Su incorporación al ataque, su aplomo y su pase al hueco dejaron a Pepe Díaz con dos opciones: marcar o marcar. El cordobés marcó, no podía ser de otra manera. Estaba a punto de cumplirse el minuto 18.

Era el primer gol de la tarde en la Liga Adelante. El Córdoba hacía los deberes después del mal trago en los primeros compases. Y ya liberado se soltó, buscando a Charles; al brasileño le señalaron tres fueras de juego muy ajustados casi consecutivos. Sólo Quiroga parecía interesado en modificar el guión con constantes actos de reivindicación.

Un zurdazo centrado del incisivo Ruymán, una falta lateral buscada por Tena con ahínco y la primera amarilla (Juanpe), forzada por Charles, condujeron a la media hora. Un rato de resbalones, chiflidos encubiertos y nervios atajados con el gol de Pepe. Tena acarició el segundo con un disparo franco en el corazón del área a pase de Callejón, pero el balón golpeó con violencia en el larguero y botó sobre la línea.

Así que los murmullos recorrían las gradas entre lance y lance. En el césped, el calor pasaba factura a los jugadores, que aprovecharon para refrescarse con la interrupción por la lesión de Quiroga. El voluntarioso ariete se lastimó el tobillo izquierdo al apoyar tras conectar un cabezazo manso para Alberto y se marchó en camilla, desolado. Salió Sergio Suárez y Perea pasó de la banda derecha a la punta de lanza.

A pesar de la ventaja -reforzada con los tantos encajados por el Salamanca y el Nàstic-, el CCF continuaba intranquilo. La precipitación malogró un golpe franco junto a la media luna. Metido entre líneas, Arteaga provocó dos transiciones, con mención especial para un chut alto de Charles que llevó a Alcaraz a resoplar por lo que pudo ser y no fue. Una cesión atrás de Tena que derivó en un córner sin consecuencias supuso el último sobresalto de un primer tiempo provechoso: 1-0.

Regresaron los mismos y Pepe Díaz, ganando la línea de fondo, y Javi Flores, con un control con el pecho abortado por la zaga cuando se disponía a engatillar, reanudaron las hostilidades. En las inmediaciones de la otra área, Perea puso en aprietos al portero por una falta de entendimiento entre el catalán y Richy y Jorge Larena refrendó en todas sus apariciones que está a años luz de su mejor versión. Por eso ya le han comunicado que no cuenta para el año que viene.

Tampoco cuenta para el Córdoba, en su caso porque dice tener ofertas de clubes superiores, Richy. Los anfitriones reclamaron manos de Pignol en el saque de esquina que precedió a la sentencia del central gallego, que remachó después de los intentos de Tena y Usero. Entonces sí, con el colchón de una renta ampliada, los hinchas más radicales abrieron su sarta de proclamas hirientes. Su indignación fue replicada por Lucas con aspavientos y silenciada por la mayoría del público, que sí se sumó hasta convertir el supuesto "tongo" en un clamor.

La atención pasó de la hierba a las butacas. Una feria después de la Feria. El ritmo bajó mucho porque el Córdoba ya tenía lo que quería y la Unión pasaba de complicarse la vida, aunque Sergio Suárez asustó con un tiro desde la frontal. Antes, Barbosa se había lucido con un rectificado para repeler un cabezazo a bocajarro de Charles a centro de Pepe Díaz, quien no pudo superar al arquero en el mano a mano tras un desliz de Samuel.

Sólo el amor propio de Sergio Suárez o Quero, otro de los descartados en Gran Canaria para el ejercicio 11-12, mantenía en una pelea ficticia a Las Palmas. Oriol Riera suplió a Charles bajo una calurosa ovación cuando Rodríguez ya había agotado los cambios con Aythami y David González, por lo que El Arcángel se quedó sin ver al talentoso Jonathan Viera. Aún más emotiva fue el adiós, con mayúsculas, de Arteaga, que cedió su plaza a Camille. El capitán no volverá a pisar el que ha sido su campo durante un lustro.

Sagués Oscoz acabó por los suelos en una secuencia cómica pero preocupante, ya que Usero rebañó la pelota a Ruymán cuando el lateral zurdo se aprestaba a ejecutar. Un tiro mordido de Suárez, una contra en la que Oriol eligió mal porque Díaz le había tirado un buen desmarque... El partido de la salvación avanzaba ya con Alberto Aguilar en el doble pivote y Flores desplazado a la derecha para ocupar la vacante de Callejón. Y con Camille jaleado, Riera corriendo infructuosamente, Usero dando un taconazo...

La suerte estaba echada. La penúltima jornada confirmó la salvación del Córdoba y el descenso del Salamanca, precisamente el adversario ante el que arrancó un viaje tortuoso pero que finalmente ha llegado a buen puerto. Concluido un pleito juzgado de antemano y tras los saludos de rigor entre jugadores y afición en un estadio semivacío, Arteaga volvió a escenificar su marcha desde el círculo central. Es el fin de una etapa. Ya nada será como antes.

Ficha técnica: 2 - Córdoba CF: Alberto García, Gerardo, Richy, Tena, Fuentes; Callejón (Alberto Aguilar, min. 78), Usero, Javi Flores, Arteaga (Camille, min. 75); Pepe Díaz y Charles (Oriol Riera, min 72).

0 - UD Las Palmas: Barbosa, Pignol, Samuel, Juanpe, Ruyma; Borzani (Aythami, min. 66), Jorge (David González, min. 66), Pollo, Quero; Perea y Mauro Quiroga (Sergio Suárez, m. 41).

Goles: 1-0, m. 17: Pepe Díaz. 2-0, m. 53: Richy.

Árbitro: Sagués Oscoz (colegio vasco), que amonestó al blanquiverde Usero, así como a los visitantes Juanpe y Sergio Suárez.

Incidencias: Partido de la penúltima jornada de Segunda División disputado en El Arcángel ante unos 6.500 espectadores, con terreno de juego en buenas condiciones y un intenso calor.

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