Mario tuvo que pellizcarse

El lateral derecho madrileño vio desde la grada el 4-0 del Alcorcón al Madrid en la Copa · Manolo Cano, ayudante de otro ex blanquiverde, Anquela, es cordobés

Borja celebra el primer gol del Alcorcón ante un sector de los aficionados congregados en Santo Domingo el pasado martes.
Borja celebra el primer gol del Alcorcón ante un sector de los aficionados congregados en Santo Domingo el pasado martes.
Raúl Díaz / Córdoba

29 de octubre 2009 - 05:02

Lo que ocurrió el martes en Santo Domingo no pasa todos los días. Ni todos los años. Seguramente no volverá a suceder en siglos. El Alcorcón, de Segunda B, infligió al Real Madrid uno de los correctivos más sonrojantes de su historia: 4-0 en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Un escándalo. En la grada, lesionado, estaba Mario, lateral diestro del Córdoba hasta el pasado verano. Y en el banquillo, Juan Antonio Anquela, que en su etapa como jugador correteó por la banda derecha de El Arcángel. Ahora conocido como Anquelotti, el jiennense tiene como segundo a un cordobés, Manolo Cano. Sin duda, esta semana han aparecido en la tele más que en toda su vida.

Mario Gómez Atanet atendió ayer la llamada de Ser Deportivos. Tan jovial como siempre, el madrileño reconoció que en el vestuario del Alcorcón se hallan "muy contentos, porque estamos viviendo un momento muy dulce por lo que hicimos ayer -por el martes-. Hay que disfrutar la experiencia, que fue muy bonita". Una lesión le impidió catar el césped en un evento irrepetible y por ello está "muy fastidiado. Un partido así no se vive muchas veces en la vida". Sin embargo, "me llevé una alegría muy grande y estoy preparado para ir al Bernabéu".

El de Vallecas siguió el choque como un hincha más. Sin dar crédito. "Estaba alucinando, lo que es flipar en colores. Nosotros parecíamos el Madrid en vez de ellos. Fue un auténtico repaso. Ellos estaban muy descolocados, no corrían: perdían el balón y no corrían como hay que correr", aseveró.

El 3-0 al descanso derivó en el 4-0 definitivo, una ventaja sustancial porque "no tuvieron ni la capacidad de meter un gol". No obstante, la eliminatoria no está resuelta. "El problema es que hay que ir al Bernabéu. Somos un equipo humilde, de Segunda B, y tenemos que hacer lo que hemos hecho hasta ahora: jugar al fútbol", agregó Mario, consciente de que "el Madrid tiene sus individualidades". Pero "si suena la campana...". Vaya campanada.

El ex blanquiverde reveló que "antes del partido, el míster fue muy claro: dijo que disfrutáramos de la experiencia, que iba a ser bonita, y que jugáramos como sabemos". Lo cierto es que el Alcorcón salió dando bocados y el Madrid de Pellegrini, con Arbeloa, Albiol, Diarra, Guti, Granero, Raúl, Benzema y compañía, sorprendido y empequeñecido, encajó cuatro tantos... y pudieron ser varios más. En su opinión, "ellos son los mejores del mundo, y que les metan 4-0 un equipo de Segunda B tiene que ser muy duro. Se lo han ganado, pero son personas humanas y ellos también pueden tener un mal día".

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