Lucas vuelve a la carga

Lucas Alcaraz está dispuesto a cambiar algo en el fútbol español. El entrenador del Córdoba sigue erre que erre en su campaña en contra de lo que él considera más arbitrariedades que arbitrajes. De lo que él entiende que es un agravio para el deporte que le da de vivir a él y a mucha gente.

Al granadino le echó el madrileño Lesma López en el partido del sábado pasado ante el Huesca por, según el acta, "protestar de forma reiterada y ostensible diferentes decisiones arbitrales despues (sic) de haber sido avisado en reiteradas ocasines (sic) por el 4º Árbitro para que cesara en las protestas. Una vez expulsado y cuando se dirigía al túnel de vestuarios continuó con las protestas con expresiones como: "Por la puta cara me habéis expulsado, por la puta cara".

Al Comité de Competición, bien descansado después de haber hecho suya una fiesta local de Madrid para librar el martes (sus miembros se reúnen en Las Rozas), decidió el miércoles castigar al adiestrador con dos partidos. Exactamente los mismos que le cayeron a su homólogo del Real Madrid Mourinho por mandar "a la mierda" a José Luis Paradas Romero.

A Lucas Alcaraz no le duele tanto el castigo como sentirse castigado. Al menos eso se deduce de sus palabras de ayer en rueda de prensa: "Lo que me parece exagerada es la expulsión. Luego, la sanción está tipificada". Considera injusto que le echaran "por pedir un cambio", pero es algo que le resulta tristemente familiar (aunque no se resigne) porque "esto es como está montado el fútbol. Algunos árbitros ejercen en el área técnica un estado policial". Además, "también están respaldados a nivel federativo por sanciones desmesuradas".

Tampoco entiende muchas veces Alcaraz los caprichosos horarios impuestos por las televisiones. Esta vez les tocará a los suyos sudar en lunes. Algo extraño a lo que "hay que acostumbrarse". Con sorna, apuntó Alcaraz que se puede entender como "una prueba para el Barça-Madrid para la sociedad, nos han cogido a nosotros. Al menos en eso estamos igualados".

En lo meramente deportivo, ya se han acallado los ecos de gloria por el 3-1 que les permite seguir en la Copa del Rey. De hecho, para el técnico se ensordecieron casi de inmediato: "Estamos centrados desde el día siguiente del partido de Santander en el Alcorcón, aunque a algunos les duela la espalda o los golpes". De todos modos, advirtió que estar centrados es importante para ganar los partidos, pero "el rival también estará centrado". El duelo de El Sardinero tendrá una cara menos amable que sí puede influir en el transcurso del choque. Para mal. Se trata de "la lesión de Fuentes, el cansancio del viaje, que nosotros jugamos prórrogas en un barrizal... Sí que afecta". Pero, en cualquier caso "son daños colaterales que todos asumimos".

Tampoco ayudará que enfrente esté el Alcorcón, porque hasta que perdieron hace dos semanas ante el Barcelona B (1-2), habían acumulado todos los puntos en su campo de Santo Domingo. Por eso considera el todavía renqueante entrenador que su próximo contrincante "le tiene muy bien cogida la medida al campo, y tiene un estilo muy definido con un entrenador muy bueno".

Ahondando en Anquela, técnico de los alfareros, añadió que "le conozco desde el 95 y sé que es un gran profesional como muchos que hay que no salen del anonimato nada más que cuando se dan estas situaciones pero que están tan preparados antes como ahora". Flores para unos, palos para otros. Así es Alcaraz, un hombre que, por algo tiene familiares en política, siempre que habla dice algo.