Londres, el sueño de unidad del fútbol sirio
El equipo quiere olvidar los problemas internos en su país con un pase histórico a los Juegos
La selección de fútbol de Siria quiere olvidar los problemas internos del país y está esperanzada en sacar el billete para el torneo de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. "Los jugadores actuarán de forma diferente en el campo y tienen una ventaja. No han parado de jugar partidos durante un año", señaló a la agencia dpa su seleccionador, el portugués Rui Almeida.
El equipo viajó a Vietnam, donde se enfrenta a Omán en la clasificación asiática para Londres 2012. El próximo jueves, Siria se medirá a Uzbekistán. El vencedor se enfrentará a Senegal, cuarto de África, el 12 de abril en Inglaterra.
Almeida confía en que su selección pueda superar las dificultades a las que se ha enfrentado debido a la situación de seguridad del país. La Asociación de Fútbol de Siria volvió a contratar al portugués como entrenador del equipo olímpico después de la renuncia de su predecesor, Haitham Jatl. Almeida dirigió al seleccionado en la etapa clasificatoria previa antes de abandonar su cargo por la situación interna de Siria.
El portugués estudió los últimos encuentros de los seleccionados de Omán y Uzbekistán así como los de Siria mientras estaba ausente. "Nos preparamos para las eliminatorias con muchas esperanzas", señaló el capitán sirio, Ahmed al Saleh.
Al Saleh cree que la vuelta de Almeida es una gran noticia. "Lideró al equipo antes y conoce a casi todos los jugadores", dijo. Si bien el equipo tiene poco tiempo para entrenar, el centrocampista Mahmoud Mawas aseguró que "el equipo tiene todo lo necesario para superar las dificultades".
Mientras los jugadores dan vueltas por el lobby del lujoso hotel en que están hospedados en Hanoi, la situación en casa no podría ser más diferente. Según denuncian activistas de derechos humanos, en el último año murieron más de 9.100 personas en Siria como consecuencia de los enfrentamientos entre las tropas del presidente Bashar al Assad y los rebeldes.
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