"Llorando no creceremos"

Aún con la tensión metida en el cuerpo, después de respirar en el vestuario y con una leve sonrisa que no podía evitar que apareciera en su rostro, Pablo Villa volvió a mostrar ese perfil valiente que lo viene acompañando en cada encuentro con la prensa. No cambia de discurso ni en la victoria ni en la derrota, y eso ya es elogiable. Si bien el madrileño, prefiere repartir méritos entre sus gladiadores, los que sean, porque si algo tiene claro es que "llorando no creceremos". Ante la adversidad, mirada al frente y pasos ligeros. Y las dos derrotas en Las Palmas y, sobre todo, en Lugo, obligaban a ello.

Villa admitió de salida que "en la primera parte nos ha faltado algo de equilibrio. Cuando se plantea un partido y se elige a los jugadores, uno lo hace sabiendo qué gana y qué pierde, hoy ganábamos velocidad de pase en los últimos metros, pero perdíamos presión, y nos ha dominado el Sabadell". El preparador del CCF lamentó que "hemos tenido varias contras en las que nos ha faltado el último pase" y recalcó que "la expulsión marca el partido, aunque en la segunda parte hemos estado muy bien defensivamente, hemos estado mejor con diez que con once en intensidad".

Viendo esto, el madrileño matizó que no hubo gran mejoría, aunque "todo queda condicionado a través del resultado. En Las Palmas tiramos 13 veces a portería, en Jaén fallamos un penalti y dimos dos palos… En muchos partidos hemos merecido más, pero cuando pierdes parece que el equipo es una ruina. En Lugo no estuvimos bien, pero sabía que no me iban a fallar estos jugadores. Sé las virtudes y los defectos y hay que trabajar mucho porque no es fácil una categoría como ésta, en la que hay que ir siempre con humildad y respetando a los rivales".

Entre ese respeto queda el entender las explicaciones del rival. Si Salamero apuntó al "azar" como clave del éxito del Córdoba, el entrenador indicó que "el fútbol se decide en las dos áreas. Hemos tenido partidos con muchas ocasiones y hoy a lo mejor también, aunque no hayamos expuesto al portero. El componente de azar es grande y tiene su parte de razón".

Villa también quiso explicar la decisión de que no fuera Xisco el que tirara el penalti que resultó decisivo, pues "era mejor cambiar" tras los fallos del balear en Jaén y, sobre todo, Las Palmas. "Están Caballero y Abel también, y tras esos lanzamientos era mejor cambiar para que el jugador se aísle y sea así mejor para todos, aunque yo no he perdido la confianza en él".

Por último, el madrileño también tuvo palabras de elogio para la afición, vital en cada momento en el que vio tambalearse al equipo en el tramo final del duelo. "El público nos ha ayudado mucho. La gente exige y demanda y tiene ilusiones y puede pensar que hemos fallado en un partido en el que no se puede dar esa imagen y puede pensar que todo no esta bien o que el equipo no es fiable, pero no podemos valorar qué piensan. Lo que sí tengo claro es que en actitud y compromiso no podemos fallarles. Hay que considerar que el partido malo es un accidente o un día malo. Pero esto es un maratón de 42 kilómetros, de 42 partidos, y tras una zancadilla había que tener arrestos para levantarse, y lo hemos hecho. Ya dije el viernes que confiaba ahora más que nunca en los jugadores, y hoy han dado la cara por todos".