El Itea Córdoba conoció el sabor de la derrota por primera vez en la temporada. Fue ante el Pozuelo, que se presentaba en La Fuensanta con la misma condición de invicto y la justificó durante los 60 minutos de un partido jugado de poder a poder. Las de Rafa Moreno tuvieron cerca el triunfo pero no estuvieron acertadas en la recta final del pleito.

Tras vencer este pasado domingo al Málaga Norte, el cuadro de Rafa Moreno tuvo complicaciones desde el principio. El Pozuelo estaba liderado por Delfa en el ataque y perfectamente protegido por Paula Santos en la portería. A partir de ahí, supo hacer para que su defensa se le atragantara a las locales y empezó a tomar una distancia considerable. El equipo manchego se escapó con cuatro goles de ventaja, aprovechando un desajuste del Itea Córdoba en ataque.

Con todo, un tiempo muerto, como casi siempre, sirvió para espabilar. Incluso para llegar a la igualada. Pero, cuando parecía que estaba estabilizado el asunto, el Itea Córdoba volvió a cometer pecados que le sacaron de nuevo del partido. Otra vez cuatro goles de desventaja y vuelta a empezar. En esa fase, las fuensantinas malograron ataques para acercarse en el marcador y el Pozuelo terminó marchándose al descanso con una merecida ventada (14-17).

Tocaba mejorar y el Itea Córdoba lo hizo a lo grande. Un parcial de 8-1 para empezar le devolvió la delantera el partido y sobrevolaba la idea de partido con final parecido a los anteriores. Sin embargo, el Pozuelo siguió ahí. Y eso le llevó a no sólo igualar, sino a ponerse con ventaja con un tanto de Natalia Ortiz, uno de los prospectos de la virtuosa generación del Adesal del año 2000.

Pero ese 22-23 derivó en una nueva reacción de las locales. Hasta disfrutó el conjunto de Rafa Moreno de una ventaja de dos goles cuando aún quedaba el tramo definitivo de los diez minutos finales. Y ahí el Itea Córdoba falló o el Pozuelo, sencillamente, acabó con más claridad de ideas para llevarse dos puntos y propiciar la primera caída de las fuensantinas, que seguirán el próximo sábado midiéndose a rivales directos, porque le esperará el Bolaños.