Fidel preocupa y Rodas alivia

El cambio de año ha traído una buena noticia y otra mala en clave blanquiverde. La primera es la plena recuperación de Héctor Rodas, que desde el miércoles viene trabajando con normalidad con el grupo tras un mes fuera por lesión y apunta a la titularidad ante el Mirandés; la segunda, la más que probable baja de Fidel para el partido de mañana por unas molestias musculares que le obligaron a retirarse de la última sesión de 2015 y ayer lo tuvieron de nuevo al margen de sus compañeros. No hay rotura, por lo que no está descartado, pero su concurso sí se antoja muy complicado.

La posible ausencia de Fidel dañaría bastante al sistema ofensivo de un Córdoba que ha encontrado en el onubense un desatascador perfecto. Tras un inicio de temporada titubeante, en el que le costó hacerse con un sitio, el onubense acumula once jornadas consecutivas en el once inicial, tiempo en el que se ha convertido en el socio perfecto de Florin en ataque. Cinco goles, para un total de seis -suyo fue el primer tanto del curso, que sirvió para derrotar al Valladolid en el estreno liguero-, y un buen puñado de asistencias lo han convertido en pieza básica para un Oltra que tiene en Pedro Ríos la mejor alternativa posible en caso de que el zurdo no llegue al partido de mañana.

Sin embargo, no todo son malas noticias, pues la recuperación de Rodas es todo un alivio para el técnico blanquiverde. Porque la ausencia del intocable Deivid por primera vez desde que arrancó la temporada obliga a Oltra a modificar una línea defensiva en la que tampoco anda precisamente sobrado de efectivos. Con Stankevicius y Rafa Gálvez con un sitio fijo, y el también recuperado Domingo Cisma peleando la titularidad al joven Abel Moreno, la presencia del central valenciano permitiría cerrar una retaguardia de garantías sin tener que armar un puzzle que podría terminar afectando al resto de líneas del equipo.

Con el alta médica y competitiva en la mano, lo más normal es que Rodas regrese al once. Aunque nadie en el club es partidario de correr riesgos, el ritmo que el valenciano ha mostrado en los últimos entrenamientos a puerta abierta -ayer el equipo ya trabajó sin público- invita al optimismo. De esta forma, si no hay contratiempo alguno inesperado, el zaguero volverá un mes después de caer lesionado en el partido ante el Oviedo al tratar de despejar un balón que terminó con el gol de Toché. Consciente desde el primer momento de la gravedad de su problema muscular, Héctor forzó luego la tarjeta amarilla con la que cumplía ciclo, perdiéndose los choques ante el Girona, el Llagostera y el Elche.

Ahora, Rodas volverá estrenando pareja, toda vez que hasta la fecha siempre había actuado junto a Deivid. La baja por sanción del canario da continuidad como central zurdo a Rafa Gálvez, que ha solventado la papeleta en el último mes con mejor nota que en su debut como central en Lugo, allá por octubre. Con el centro cerrado, el lateral derecho sería una semana más para Stankevicius, mientras que en el izquierdo Oltra tendrá que decidir entre Cisma y Abel. El primero ya ha dejado atrás la lesión que le sobrevino en la previa del duelo con el Oviedo y está listo para desbancar a un jugador del filial que ha dejado buena impresión -mejor en labores ofensivas que defensivas- en su debut en Segunda División.

Incluso cabría la opción, remota al menos de partida, de que ambos coincidieran en el caso de que Rodas finalmente no sea alineado por Oltra. Porque Cisma ya ha sido definido en más de una ocasión como central de urgencia, lo que dibujaría una pareja de zurdos en el eje. Las otras alternativas pasarían por volver a dar minutos al futbolista del B Bijimine, que ya actuó en Elche, dar entrada a Dalmau en el lateral derecho y empujar a Stankevicius hacia el centro, o retrasar a Luso para no mover de la banda al lituano. Esta última alternativa permitiría, de nuevo, al técnico apostar en el centro del campo por el dúo que desde el verano tuvo en su cabeza para llevar la manija de este Córdoba: Markovic-Víctor Pérez. Sin embargo, lo más probable es que Héctor regrese al once y nada de este puzzle aparezca ante el Mirandés, lo que al menos aliviaría a un Oltra que hasta el último momento estará pendiente del estado de Fidel.