Fe ciega en Lucas Alcaraz

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La plantilla y el consejo respaldan al técnico, cuestionado por una minoría frente al Tenerife, y piden "el apoyo de la afición"

Lucas Alcaraz se dirige a la plantilla, con Beobide y Gerardo de frente, durante la sesión de ayer en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez.
Lucas Alcaraz se dirige a la plantilla, con Beobide y Gerardo de frente, durante la sesión de ayer en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez.
Raúl Díaz / Córdoba

03 de noviembre 2010 - 05:02

Nadie discute la figura de Lucas Alcaraz, con contrato hasta el 30 de junio de 2011. Al menos, ninguno de sus jugadores y ningún integrante del consejo de administración del Córdoba. David Arteaga, capitán de la plantilla blanquiverde, analizó ayer la trayectoria del equipo con un discurso constructivo e implicó en el reto de crecer a la afición, al tiempo que el consejero Francisco Rojas respaldó públicamente al entrenador, cuestionado por un mínimo sector de la grada por la reacción del Tenerife en El Arcángel (se asoció su nombre al manido "vete ya") y situado en el centro de diana por los resultados de un conjunto al que se acusa de falta de ambición. El CCF ya lleva seis jornadas sin perder, pero ha empatado sus cuatro últimos partidos -su racha más larga en la historia en Segunda- y después de diez encuentros se halla decimosexto, a sólo dos puntos de la zona de descenso.

Las aguas del Guadalquivir bajan un tanto revueltas. El Córdoba no pudo ganar ni al Elche ni al Tenerife en dos citas consecutivas en casa, lo que provocó una escasa afluencia de espectadores (5.358) contra el Racing de Santander en la Copa del Rey. El presidente, José Miguel Salinas, contraatacó a raíz del 2-0 a un rival de Primera: "Si se quiere tener un equipo potente y se quiere avanzar, no se puede dejar en manos de cuatro sacrificados. Esto es una cosa de todos; si no, no podremos apostar". Cuatro días después, el CCF no fue capaz de beneficiarse de los nervios del Nàstic: 1-1, el enésimo empate... y gracias.

¿Qué acogida dará la afición al equipo el sábado? ¿Y cómo lo despedirá? El resultado, afortunada o desafortunadamente, tendrá mucho que decir. La hinchada, muy quemada por los sinsabores de los últimos años (más bien décadas), necesita noticias positivas en el campo para creer. ¿Qué fue antes? ¿El huevo o la gallina? Alcaraz declaró el domingo en Tarragona que "con tranquilidad y serenidad y un ambiente reposado se pueden hacer grandes cosas".

David Arteaga corroboró ayer la teoría de su jefe. En declaraciones a Ser Deportivos, el capitán se sumó al debate de la botella medio llena o medio vacía: "Es muy positivo llevar tantas semanas sin perder, pero podríamos haber sacado mejores resultados. Tenemos margen de mejora, tenemos que exigirnos siempre un poco más y no conformarnos simplemente con no perder". No obstante, "es una categoría muy complicada, en la que cada partido es una final".

El sevillano matizó que "para seguir creciendo y que esos empates se traduzcan en victorias tenemos que seguir con esa mentalización defensiva, porque en esta categoría es muy importante recibir pocos goles, pero creo que en el aspecto ofensivo el equipo se debe soltar, tiene que ofrecer muchas más soluciones. Y eso se va cogiendo poco a poco". "Hay que saber cómo hay que crearle peligro al otro equipo y seguir manteniendo esa solidez defensiva. Eso es lo que estamos trabajando, estamos mejorando. El entrenador quiere eso", remarcó.

Arteaga solicita "el apoyo de la afición" porque "cuando están con nosotros, nos animan y creen en nosotros al cien por cien, la gente tiene muchas más posibilidades de soltarse, de hacer lo que lleva dentro. Y manteniendo ese rendimiento defensivo podremos sacar más resultados, esas victorias que todos buscamos". El interior zurdo no puede "pedir ni exigir. Si uno quiere tanto a su equipo como ellos demuestran, están ahí, están enterados cada día de lo que nos pasa, nos siguen muchísimo y nos muestran su aliento durante la semana... Cuando llega el partido deben sentirse una pieza básica del equipo. Cuando nuestros compañeros no juegan, o yo no juego, intento animar siempre al que juega, transmitirle el máximo positivismo, incluso cuando veo que las cosas no salen como yo quiero". "Muchos jugadores de equipos grandes, incluso del Barcelona o el Madrid, cuando la afición la ha tomado con ellos les ha costado mucho soltarse", argumentó el futbolista hispalense, que se siente "una persona querida, y eso hace que tenga mucha más confianza cuando tengo que jugar".

"Ahora es el momento para todos. Nosotros estamos mentalizados de que debemos dar ese pasito para seguir viéndolo todo lleno; no medio lleno, lleno. Y ellos pueden ser una parte importante en eso. Que no esperemos a una final para responder todos, sino que lo empecemos a hacer desde ahora, que nos sintamos todos unidos. Va a ser una parte muy importante en el partido de esta semana. Necesitamos el apoyo porque el Huesca nos lo va a poner muy difícil", concluyó.

Por su parte, Paco Rojas realizó una interesante reflexión en La Jugada de Canal Sur Radio. El consejero subrayó "lo peligroso que puede resultar cuando se toman actitudes que no se han hecho en el último año y pico. Son chicos jóvenes y se lo toman un poco a broma, pero termina convirtiéndose en algo muy serio. Nosotros no nos podemos permitir el lujo de tener dudas sobre el entrenador. Primero, porque no sirve para nada; luego, por lo costoso que resulta, y luego porque hay que valorar su trabajo. Todos los entrenadores tienen sus errores, tienen sus caprichos, como los tenemos todos. Cada uno tiene sus cambios, pero los cambios son buenos o malos en función de cómo se dan los resultados. Es muy importante valorar el trabajo que está haciendo Lucas, a veces con más fortuna, a veces con menos fortuna, y pensar, como dice el entrenador del Tarragona (Luis César), que en noviembre ni se asciende ni se desciende".

"Si el equipo juega mal, lo normal en Córdoba, en Madrid y en Pekín es que la gente no esté a gusto y no esté contenta", apuntó Rojas, que después de muchos años en esto sabe que "en fútbol a los 15 minutos ha cambiado todo, y lo que era censura son ovaciones, como ocurrió el otro día con el Tenerife: con 0-0 había censura, con 2-0 todo el mundo es feliz y con 2-2 otra vez hay censura. Es lógico y normal. Pero esas modas que se han puesto en los campos del vete ya, vete ya, vete ya... Creo que es muy peligroso".

A su juicio, "en el fútbol no podemos basarnos sólo en los resultados puros y duros". Y puso los ejemplos de Portugal, Lotina o Lillo, que viven con la espada de Damocles sobre sus cabezas. O Esteban Vigo, un fracaso absoluto en el Córdoba y ahora, tras dos ascensos a Primera, idolatrado en el Hércules. O Paco Jémez, Escalante... "Eso ya se cortó. Tenemos que ser muy conscientes de que el fútbol no puede ser eso. El fútbol tiene que ser algo más serio. Por supuesto, tenemos que ilusionarnos y tenemos que mostrar nuestra disconformidad o nuestro enfado, pero no meternos en una bola que puede ser muy peligrosa", recalcó el ex presidente.

Para finalizar, Rojas se amparó en el cese de Jesualdo Ferreira, confirmado ayer mismo, en el Málaga. Entre finiquitos y relevos, el capricho del jeque Abdullah Al-Thani se va a unos diez millones de euros. "Si creen que eso es lógico y racional... Entonces estamos en un mundo de locos y terminamos como estamos ahora mismo: Cádiz al borde de la desaparición, Jaén al borde de la desaparición, Huelva al borde de la desaparición... y tantos y tantos", apostilló.

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