Llegó el momento de la verdad para Fátima Gálvez. La tiradora baenense afronta desde la madrugada del martes al miércoles su tercera participación en los Juegos Olímpicos con el anhelo de pisar por fin el podio que tan cerca se le quedó en las dos ocasiones anteriores. Cinco años de trabajo tendrán que encontrar refrendo en un par de días de competición, para alcanzar así el ansiado metal olímpico que termine de completar un palmarés casi inigualable, al que solo le falta una presea en los Juegos.

Gálvez se presenta en Tokio como una de las principales favoritas al podio en la competición de foso olímpico. Su condición de tercera mujer en el ranking mundial, así como la regularidad que suele mostrar en las competiciones importantes, la convierten en una de las tiradoras a vigilar por el resto de rivales, aunque la cordobesa está acostumbrada a lidiar con esa presión de sentirse marcada de cerca por el resto.

Pese a que en las últimas competiciones no pudo brillar por un leve desajuste en la culata de su arma, que afortunadamente solventó antes de viajar a Tokio, Fátima Gálvez se presenta en la capital nipona con ambición y confianza. Tras varios días de entrenamientos en el Campo de Tiro de Asaka sus sensaciones son inmejorables. Por delante, una dura competición con 26 contendientes, de las que las seis mejores están llamadas a disputarse las medallas tras la ronda de clasificación.

En la prueba de foso olímpico femenino de estos Juegos no faltará prácticamente ninguna de las mejores tiradoras del mundo. Junto a Fátima, en el ramillete de favoritas al podio están la polaca Sandra Bernal (líder del ranking mundial) o la sanmarinense Alessandra Perilli (número dos mundial), pero también veteranas como la finlandesa Satu Makela-Nummela o la eslovaca Zuzana Rehak Stefekova. A ese grupo de contendientes habrá que sumar a las italianas, siempre competitivas con la campeona en Londres 2012 Jessica Rossi a la cabeza, y alguna sorpresa entre las menos conocidas, algo habitual en citas de este calibre.

Para comenzar, Fátima Gálvez afrontará las tres primeras tiradas de la ronda de clasificación, que arrancarán a las 2:00 (hora española) de este miércoles. En cada una de ellas tendrá por delante 25 platos, con la misión de acercarse lo máximo posible al pleno de 75 para salir bien colocada. La cordobesa parte desde la cuarta rotación de tiradoras, por lo que tendrá referencias del desempeño de prácticamente todas sus rivales. 24 horas después, llegará el momento de rematar la clasificación con las dos últimas tiradas de clasificación, antes de que las seis mejores tiradoras pasen a la lucha por las medallas bajo el sistema de eliminación una a una.

Los metales estarán en juego desde las 7:30 del jueves y ahí espera estar la tiradora baenense, para sacarse la espina de ese quinto puesto en Londres 2012 y ese cuarto en Río de Janeiro 2016. Dos diplomas olímpicos de mucho valor, pero que se quedan cortos para la ambición de una Fátima Gálvez convencida de que ha llegado su momento. Cinco años después de acariciar ese podio, la cordobesa vuelve a unos Juegos con la ilusión de alcanzar un éxito que complete un palmarés que incluye títulos mundiales, europeos y numerosas medallas en la Copa del Mundo y al que solo falta coronar de laureles con la medalla más preciada.