Skateboarding

Escuela de Skateboard Córdoba: de moda urbana a deporte en auge

Una skater hace un truco supervisado por Luis Cuenca. Una skater hace un truco supervisado por Luis Cuenca.

Una skater hace un truco supervisado por Luis Cuenca. / Juan Ayala

El skateboarding pasó a ser considerado deporte cuando, por primera vez en la historia, el Comité Olímpico Internacional aprobó que fuese una de las disciplinas de los últimos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (disputados en verano de 2021 al ser aplazados por el coronavirus). Un hito para esta modalidad que siempre ha sido considerada como un estilo urbano desde que se puso de moda a mediados del siglo XX, pero que, a día de hoy, está más en auge que nunca como lo que realmente es: un deporte.

Esta merecida mención al skateboarding ha conseguido que se le trate con la profesionalidad que merece y que en todo el mundo, el nivel de su práctica haya subido y tenga cada vez más interesados. Como explica el skater cordobés de 28 años, Luis Cuenca, "hace 20 años, lo que ahora está considerado un deporte, estaba visto como algo callejero que consistía en destrozar el mobiliario urbano y llevar malas pintas, pero ahora hasta sale en anuncios en la televisión y está mucho mejor visto".

Precisamente, este joven amante del skateboarding desde niño lleva fomentando este deporte en Córdoba de la manera más didáctica desde finales de 2018. Todo empezó con un taller gratuito de iniciación que realizó junto a su fiel compañero Javier García -alias Xavi- y que estaba enfocado a los niños. La respuesta de los más pequeños fue tan buena que Luis, que era profesor de patinaje en línea en ese momento, se lanzó a montar su propia escuela de skate que dio sus primeros pasos como actividad extraescolar de algunos colegios.

"Los padres nos invitan a los colegios a hacer exhibiciones de patinadores y atraer a los más pequeños. Allí los niños lo flipan porque les gustan mucho y entonces se lo ofrecemos a los directores para dar nuestras clases en talleres y montar nuestra propia actividad extraescolar", comenta Luis sobre su estrategia para promover este deporte por medio de una escuela que, tras cuatro años desde que se puso en marcha, a día de hoy lleva el skate a casi 100 niños de entre cinco y 12 años de ocho centros escolares.

Skater en el skatepark de Córdoba. Skater en el skatepark de Córdoba.

Skater en el skatepark de Córdoba. / Juan Ayala

Pero la Escuela de Skateboard de Córdoba no solo está destinada a los más pequeños, pues también lleva clases grupales enfocadas a adultos que se llevan a cabo en el skatepark de Cañero (calle Abén Cuzman, 0) los martes y miércoles de 19:30 a 21:00. Así, aquellos que han dedicado parte de su vida a patinar, sobre todo cuando eran más jóvenes, ahora ya sea con 20 o con 40 años, han podido retomar su pasión de la mano de esta escuela.

Y es que, en este espacio del barrio de Cañero se reúnen diariamente decenas de skaters que ponen en práctica sus mejores trucos y lo mejor, crean un ambiente respetuoso con todos, pues, como comenta Luis Cuenca, los días entresemana hay "desde niños del barrio con seis a 14 años, a skaters desde los 23 a los 35 años". Eso sí, a la vez que es un encuentro agradable para todos, a la comunidad cordobesa del skate le sorprende que un deporte que es practicado por unas 300 personas en la capital no tenga más espacios aptos para su uso.

En ocasiones, hay espacios que utilizan los skaters cordobeses como el bulevar de Gran Capitán en pleno centro, pero la realidad es que, aunque en Cerro Muriano hace dos años hicieron una pista pequeña, se trata de un espacio que, como asegura Luis Cuenca, es "limitado" para la práctica de esta disciplina, "al igual que el skatepark instalado en la Fuensanta hace un año". De hecho, incluso la última reforma de la instalación de Cañero la tuvieron que hacer los propios skaters con los materiales comprados por el Ayuntamiento como recuerda el encargado de la escuela.

"El Ayuntamiento está bastante apartado del progreso del skate en Córdoba pese a que es un deporte que ha entrado en las Olimpiadas y por el que otras ciudades como Sevilla o Málaga están apostando. En el skatepark de Cañero nos juntamos todo tipo de patinajes además del skate, aparte de que estaría bien crear otra pista en una zona de la ciudad que no sea Cañero, porque a muchos les pilla muy lejos", comenta un Luis Cuenca que lamenta que "no haya más pistas para que el nivel subiera como sí ocurre en otras ciudades". 

Luis Cuenca hace un truco en el skatepark de Cañero. Luis Cuenca hace un truco en el skatepark de Cañero.

Luis Cuenca hace un truco en el skatepark de Cañero. / Juan Ayala

Pese a ello, el encargado de la escuela asegura que Córdoba cuenta con skaters de gran nivel, aunque por el momento y ante la falta de infraestructuras para su práctica, quienes hacen skateboard lo practican más como entretenimiento que a la vista de ser profesionales: "Hay gente que empieza por hobby y otra que va a entrenar para hacer los trucos de la mejor manera. Son dos diferencias de ser skater, por diversión y hacer amigos, o por patinar enfocado a la competición", explica un Luis que de este deporte se queda con "la gente del entorno que te hace crecer en el patinaje y como persona". 

Es por eso que, aunque para Luis Cuenca "sería un orgullo que algún alumno llegara lejos en el mundo del skate" e incluso ser parte de la formación de algún skater cordobés que represente a la provincia en unos Juegos Olímpicos, lo que realmente le haría ilusión es que aquellos a quienes está enseñando "puedan disfrutar de este deporte muchos años" y que llegue un día en el que sean los propios alumnos quienes le enseñen los mejores trucos a él.

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