Tras perder con el Torrealta Molina, el Salsas Musa desperdició la oportunidad de colocarse líder provisional en la LEB Bronce. En los siguientes cinco partidos sólo ganó uno, y además sobre la bocina, y ayer volvió a caer ante un Gestibérica Vigo que demostró en Vista Alegre el porqué de su condición de candidato a todo. El conjunto de Rafa Gomariz flaqueó en defensa en la primera mitad (55 puntos en contra al descanso) y su remontada, muy poco factible, se quedó en el amago.

Desde el arranque se vio que no era el día del Ciudad de Córdoba. El acierto de Silva situó el marcador en un inquietante 4-10 en el minuto 3, aunque el Salsas Musa mejoró en defensa y, apoyado en los puntos de Griffin, dio la vuelta a la tortilla (13-12). No obstante, fue un mero espejismo: de ahí al final del primer cuarto, el Gestibérica fue incrementando su ventaja a marchas forzadas, en buena medida gracias a la aportación exterior de Silva (13 puntos) y al dominio en la pintura de Vernie (15). Además, la defensa zonal de los gallegos hacía estragos en los locales.

Rafa Gomariz intentó por todos los medios revertir la situación, bien con retoques tácticos, bien con la rotación de sus jugadores. Pero nada bastaba para cortar la sangría: en el minuto 15 se produjo la máxima diferencia, de 23 puntos (25-48). Con Juanma Martínez y David Suka lastrados por sus tres personales, el giro de 180 grados se antojaba poco menos que imposible. Como remate, los árbitros repartieron errores, demostrando que eran tan malos como el partido.

Con una renta tan holgada, la relajación pasó factura al Gestibérica en el tercer cuarto. El Ciudad de Córdoba apeló al pressing a media pista para atascar a su rival y empezó a crecer merced a la anotación de Torres, quien ejercía de base ante la ausencia de Martínez (49-61, min. 27). También se notaron, y mucho, las tres faltas de Vernie. Los anfitriones disfrutaron de varias bolas para bajar la barrera psicológica de los diez puntos, pero no las aprovecharon. Y a pesar de dejar en diez puntos al bando de Tito Díaz en el tercer parcial, la diferencia seguía siendo considerable (53-65).

Cuando parecía que el tanteador se iba a estrechar más, ocurrió todo lo contrario. Entonces surgió la figura de Jackson, y el luminoso se fue hasta el 57-77 a mediados del último cuarto. El partido había quedado visto para sentencia. Los últimos esfuerzos del Salsas Musa sólo consiguieron maquillar el resultado, hasta un 71-83 que evidenció la superioridad del combinado vigués.