Cuesta abajo hasta el Mundial

La crisis institucional y económica merma una Liga de dos favoritos con España 2014 en el horizonte

Ante Tomic hace saltar a Darden y Llull en la pasada final de la Supercopa Endesa.
Juan De La Huerga

12 de octubre 2013 - 05:02

¿Cuándo fue la última noticia positiva de la ACB? ¿Qué acuerdos hubo verdaderamente para mejorar el producto y que no vaya bajando escalones respecto al segundo deporte más seguido sólo por detrás del fútbol? La Liga se está resquebrajando y no es plan de hacerse la víctima, sino de consensuar soluciones, como todo en la vida, vaya. A la crisis económica, más acuciante para la mayoría de los clubes y es evidente echando un ojo a las plantillas, se une la institucional, con enredos en la sede de la calle Iradier, ahora con el sempiterno Eduardo Portela ejerciendo únicamente como presidente de honor, a la caza de un director general que sustituya a Albert Agustí y que mire por el bien común con independencia, no siendo partidario de unos o de otros. La competición flaquea y la institución zozobra, muchos clubes deben bastante dinero, nadie baja, nadie sube, falta emoción y la brecha entre los dos grandes y el resto, con permiso del Unicaja, el Baskonia y el Valencia -instalados en el segundo peldaño- se va ampliando sin remisión.

De este panorama oscuro sólo se puede extraer como conclusión positiva la apuesta patrocinadora de Endesa, aunque la esponsorización de los equipos es otro cantar y quien no cambia de nombre cada dos por tres, se ha quedado con el nombre mondo y lirondo de la entidad, sin haber convencido a nadie para que se apunte al carro de meter dinero en el baloncesto.

El curso 13-14 tendrá un bonito corolario: la celebración del Mundial -Copa del Mundo, como bien corregiría José Luis Sáez, presidente de la FEB-. Esta cita debe suponer un impulso para este deporte, con la presencia de los mejores del planeta encabezados por los favoritos estadounidenses y quizás en el adiós, aunque Río estaría a dos años vista, de la legendaria selección española con Pau Gasol y Juan Carlos Navarro al mando.

La ACB va perdiendo prestigio y horas de emisión en las cadenas televisivas. Rusia y Turquía llevan años firmando cheques o dando mucho dinero en mano a los jugadores para convencerlos de que en Moscú no hace tanto frío y de que en Estambul uno se acostumbra pronto a los rezos de los muecines desde los alminares. Pero es que Alemania y Francia, a las que mirábamos por encima del hombro en cuanto a la competición nacional, se están acercando mucho al nivel de España con el plus nada baladí de que allí lo que se firma es sagrado y pagan lo que se pacta.

Así está un patio en el que la bicefalia del fútbol -con el permiso del enérgico Atlético de Simeone- se traslada más aún al mundo de la canasta. Muy mal se tiene que dar la cosa para que el Real Madrid y el Barcelona no luchen cara a cara por la Copa y por la Liga, aparte por supuesto de la Euroliga. Los blancos de Laso mantienen la base que les dio el título liguero más un par de refuerzos interiores como Bourousis y Mejri; los azulgrana de Pascual sí han meneado más su vestuario con Nachbar, Lampe, Dorsey, Papanikolaou, Pullen... para acompañar a Navarro, Lorbek, Marcelinho y el hoy lesionado Oleson.

El Unicaja de Plaza promete guerra. Tras años de decepciones, el ex técnico del Real Madrid y Cajasol es un seguro de vida en su estreno en los clubes (título liguero y de la ULEB Cup con el Madrid; billetes a la Copa y al play off en el equipo sevillano; muy buen papel en un Zalgiris con problemas económicos) y ha firmado a gente importante como Suárez, Kuzminskas, Caner-Medley, Granger y Hettsheimeir para completar un plantel en el que deberá hacer un descarte cuando vuelva Urtasun. Todos dicen que ojo con el Valencia de Perasovic. A Ribas, Rafa Martínez, Doellman, Lishchuk y Dubljevic hay que agregar a Pablo Aguilar, Romain Sato, Van Rossom, Lafayette, Lucic y Triguero.

El Laboral Kutxa de Scariolo anda más corto de dinero y se ha dedicado a vender a piezas relevantes. Lamont Hamilton y el espectacular base Hodge son sus dos mejores fichajes, pero deberán adaptarse a un equipo que tiene difícil pelear con los dos grandes, como se vio en la Supercopa. El CAI y el Gran Canaria pueden dar vida a la competición con Abós y Pedro Martínez, respectivamente, de nuevo en los banquillos, pero Europa puede que les pase factura.

Del resto, siempre habrá alguna sorpresa, aunque la previsión es que luchen entre la novena y la decimoctava plaza. Total, si nadie va a bajar de categoría...

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