Córdoba se postula como candidata, junto a Tenerife, Gijón, y de nuevo, la plaza de toros de Puerto Banús en Marbella, como sede para acoger las semifinales de la Copa Davis que se disputará del 18 al 20 de septiembre frente a Israel. No obstante, la candidatura cordobesa, tras consultar fuentes cercanas a la Federación Española de Tenis, no lo tendrá fácil, ya que el hecho de haberse jugado los cuartos d final ante Alemania en Marbella hace que Andalucía tenga pocas opciones de acoger la eliminatoria. Aún así, el sueño de que Córdoba consiga traerse finalmente la Davis está ahí. La última palabra la tendrán los jugadores. De ellos depende también buena parte de las opciones califales.

La victoria en los cuartos de final de la Copa Davis ante Alemania ha demostrado aún más la calidad del conjunto español, que otra vez ha solventado una eliminatoria sin el concurso de Rafa Nadal y ha probado el carácter de equipo, con la decisiva incorporación del tenista de Onteniente Juan Carlos Ferrero.

Ausente de la formación nacional desde septiembre del 2005 contra Italia, en Torre del Greco, por la permanencia en el Grupo Mundial, Ferrero ha sabido ganarse en los entrenamientos su inclusión en el equipo nacional y convencer al capitán, Albert Costa, de que su concurso era necesario.

Pero con Ferrero de nuevo en el grupo español, Costa tendrá un problema a la hora de confeccionar el equipo contra Israel del 18 al 20 de septiembre. Bendito problema.

En los anales del tenis ha quedado escrito que en Puerto Banús el de Onteniente fue el encargado de cerrar la eliminatoria y ganar el último encuentro contra Andreas Beck. Es decir, ha salvado el duelo, aunque él mismo quiso restarse protagonismo, y dijo que no es un triunfo de Ferrero sino de todos.

Evidentemente, lo ha sido con Fernando Verdasco ganando un individual el primer día, luego Feliciano López y Verdasco haciéndose con el partido de dobles, y, por último, Ferrero cerrando la eliminatoria al vencer a Beck en el último punto, y guiñando un ojo a Costa para que le llame de nuevo.

Esas semifinales contra Israel tendrán lugar justo después del Abierto de EE.UU., el último Grand Slam de la temporada, que servirá para dejar claro el estado de Nadal y de los demás españoles que compitan en Nueva York.

Nadal dijo durante el Abierto de Australia que una de sus prioridades este año era ganar la Copa Davis. Quería decir el de Manacor que para ello desearía jugar el máximo de eliminatorias posibles, y desde luego, disputar la final. No conformarse con recoger la réplica de la Ensaladera por haber figurado en el equipo alguna vez durante la temporada, como sucedió el pasado año.

Ferrero está dispuesto, y Nadal intentando recuperarse. Ese será el dilema para una eliminatoria que ya tiene novias, pues durante el duelo en la plaza de toros Andalucía la Nueva, los directivos de la Federación Española ya mantuvieron los primeros contactos para tantear cuánto cuesta y dónde puede darse el duelo contra Israel.

En esas semifinales el equipo español tiene la oportunidad de ampliar aún más su historial ganador. Ante Alemania, España logró la sexta victoria consecutiva desde que se inició el Grupo Mundial en 1981, y la decimosexta seguida en casa.

Lejos queda ya la última derrota siendo anfitriona. Fue en 1999 contra Brasil en Lérida, la última también en tierra. España ha ganado 18 confrontaciones seguidas en polvo de ladrillo desde aquella derrota y todo indica que puede ampliar aún más este largo recorrido.