Fútbol Sala | Primera división

El Córdoba Futsal rescata un punto 'in extremis' contra el Jimbee Cartagena (4-4)

  • Los blanquiverdes empatan un partido loco ante los cartageneros con un gol de Shimizu a falta de 18 segundos para la conclusión del encuentro

Shimizu celebra el gol del empate en el último minuto.

Shimizu celebra el gol del empate en el último minuto. / Miguel Ángel Salas

Reparto de puntos en Vistalegre en un partido loco entre Córdoba Futsal y Jimbee Cartagena. Ambos equipos se alternaron en el marcador en un choque que, por puntos, como el boxeo, se hubieran llevado los blanquiverdes. Shimizu hizo estallar el éxtasis final a falta de 18 segundos y los cordobesistas sacan un empate que no les hace recortar mucha diferencia respecto a sus rivales en la lucha por acabar en la zona de play off. De momento, se quedan a tres puntos del octavo clasificado, Ribera Navarra.

El martes pedía fútbol y Vistalegre se convirtió en el mejor refugio contra la calima para los más de 1.500 cordobesistas que se dieron cita. El comienzo fue fulgurante. Sin faltas y casi de corrido se disputaron los cinco primeros minutos. El Córdoba Futsal salió fuerte y sin complejos ante el tercer mejor clasificado en la LNFS para dar continuidad a su condición de invicto como local en lo que va de 2022. Con la novedad de Alberto Saura fuera de la convocatoria, Josan repitió el quinteto de la victoria en su último partido contra el Burela (5-1). 

Los blanquiverdes salieron apretando a los murcianos desde el saque inicial. El plan de Josan consistió en presionar arriba y buscar a Shimizu en ataque. El japonés monopolizó todas las ocasiones durante los primeros compases del encuentro. Primero se encontró con Chispi bajo palos; en la segunda, fue capaz de batir al meta cartagenero con una picadita, pero Mellado salió al rescate de su equipo con una salvada in extremis. Vistalegre cantó el gol, pero el balón no sobrepasó la línea. 

El potencial del Jimbee Cartagena no tardó en hacerse notar. Poco le bastó para salir de su campo e inquietar la portería local. Solano aprovechó su complexión de pívot para girarse 180 grados dentro del área y sacar un disparo centrado a las manos de Cristian. Justo después, Bebé robó un balón en medio campo y, sin oposición, se plantó en la frontal obligando de nuevo a intervenir al meta cordobesista.

Tras el intercambio de golpes, ambos equipos parecieron igualar sus fuerzas tratando de coger oxígeno. Sin embargo, Marinovic decantó la balanza para los rojillos a los seis minutos en un error de su marca. Con todo el Córdoba presionando el saque de Chispi, éste encontró la salida fácil en el que estaba descolgado. Con un movimiento de bailarina, el jugador croata se deshizo de su marca para marcharse en solitario y batir a Cristian con un golpeo ajustado. 

Tras el mazazo del gol encajado, los de Josan no renunciaron a salir jugando desde atrás. Esta vez, con un Cartagena mucho más cerrado en defensa, los blanquiverdes se tuvieron que reinventar para encontrar huecos. Shimizu y Perin lo intentaron sin éxito con disparos desde lejos y Caio se inventó una chilena que levantó a la grada por su espectacularidad, pero se marchó por encima de los tres palos. 

Marinovic cubre el balón ante la presión de Jesulito. Marinovic cubre el balón ante la presión de Jesulito.

Marinovic cubre el balón ante la presión de Jesulito. / Miguel Ángel Salas

El resultado estaba siendo demasiado rácano con el Córdoba Futsal que propuso y propuso a lo largo de todo el primer tiempo. Al borde del descanso, con la afición entregada, llegó su premio por medio de una jugada individual de Jesulito por banda derecha que la colocó en la escuadra. 

Con el empate al comienzo del segundo tiempo, se restableció el guion del principio del partido. Los blanquiverdes se lanzaron a la presión en campo contrario, pero de nuevo una genialidad de Marinovic sacó a su equipo del atolladero. El croata se marchó de su marca y cedió a Lucâo para que el brasileño retomara la superioridad en el marcador a favor de los cartagineses, tan solo cuatro minutos después de la reanudación. 1-2.

A los blanquiverdes les penalizó la ansiedad de querer adelantarse en el partido, una vez logrado el empate, aunque el gen de este equipo parece que solo entiende de épica. Los de Josan maduraron el balón hasta encontrar su oportunidad. En tan solo un minuto, los blanquiverdes dieron la vuelta al marcador con goles de Viana y Pablo del Moral poniendo bocabajo a Vistalegre. Pasada la media hora de partido, Alex Viana resolvió una triangulación cordobesista y, tras el saque de centro, en la jugada siguiente Pablo del Moral la levantó con calidad ante el portero. 

Pablo del Moral celebra su gol. Pablo del Moral celebra su gol.

Pablo del Moral celebra su gol. / Miguel Ángel Salas

El partido se enfureció y los dos equipos se empezaron a cargar de faltas, diluyéndose en un descontrol que no se sabía por donde iba a salir. El conjunto entrenado por Duda dio un paso adelante sin nada que perder y aparecieron sus jugadores cordobeses para dejar sello en su tierra. A falta de cuatro minutos, Solano -que previamente había sido anulado por tres paradones de Cristian- recogió un rechace al lado del palo y volvió a empatar la contienda.

Duda quemó todas sus naves y fue el que se atrevió a jugar con portero-jugador. La valentía del técnico cartagenero tuvo premio cuando restaban 54 segundos para el final. En mitad de la caldera en que se había transformado el pabellón, Andresito -otro cordobés- vestido de guardameta la empujó para aguar la fiesta, con la mala fortuna de lesionarse. Se fue entre los aplausos de la grada de Vista Alegre.

Hubo tiempo para más. A contrarreloj, Shimizu, con la elástica amarilla de portero-jugador, hizo el empate para los blanquiverdes a menos de 20 segundos para el final. Ahí terminó la locura en Vistalegre. Un punto como mal menor.

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