La Primera Federación Femenina se adentra en su tramo final. Solo quedan seis jornadas para que finalice la competición y el Córdoba Femenino tiene muy complicado mantenerse en la categoría de plata española para la próxima temporada. De ahí que, con el tiempo en su contra, las blanquiverdes estén obligadas a ganar en su próximo choque liguero, que es este domingo ante un rival directo por la permanencia como es el Athletic Club B (Campo 8 de Lezama, 18:00).

Tras el duro empate que la semana pasada cosecharon en la Ciudad Deportivo las de Alfonso Mesa ante el Deportivo Abanca (1-1) por culpa de un penalti señalado en el último minuto y en un partido en el que las locales merecieron el triunfo, el Córdoba Femenino busca apurar sus opciones de permanencia con un nuevo triunfo que les permita creer. Y es que, la situación en la clasificación es preocupante, pues son penúltimas con solo 18 puntos conseguidos en 24 jornadas.

Quien marca la salvación es el Rayo Vallecano con 27 puntos, por lo que las blanquiverdes están a nueve de distancia. Por delante, además, tienen a tres equipos que también buscan salir del descenso pase lo que pase y uno de ellos es su próximo rival, el Athletic Club B. El cuadro vasco es un rival directo por la permanencia, ya que está justo por encima de las de Mesa en la tabla: es decimocuarto con 21 puntos, tres más que las cordobesas.

El partido es un todo o nada para el Córdoba Femenino ya que, aunque fuera de casa solo haya ganado un partido en 12 disputados en lo que va de temporada y llega con las buenas sensaciones que le dejó el último empate, acumula cinco encuentros seguidos sin ganar. La necesidad es inmensa y más ante un conjunto vasco que solo ha ganado en su casa cinco partidos, ha perdido seis como local y que llega de caer ante el Granada Femenino (2-0).

Ya en el duelo de ida que se disputó en la Ciudad Deportiva blanquiverde en la undécima jornada, el Córdoba Femenino lamentó no haber ganado a un Athletic B que con poco sacó un valioso empate (2-2) cuando era el colista. Ahora, las de Alfonso Mesa llegan todavía más necesitadas que a comienzos de temporada, pues no pueden permitirse volver a fallar ante un rival directo y en un partido que, de perderlo, podría dejarlas casi sin opciones de salvarse.