Fútbol | Tercera División
  • Un gol de Ismael César en el alargue, en la única ocasión caballa de la segunda mitad, deja a los de Dimas Carrasco hundidos y fuera de la gran final por el ascenso a Segunda RFEF

El Ciudad de Lucena se queda sin final tras caer en el descuento con el Ceuta (1-2)

Adrián Ruiz se lleva las manos a la cara tras el final del partido en el Ciudad de Lucena. Adrián Ruiz se lleva las manos a la cara tras el final del partido en el Ciudad de Lucena.

Adrián Ruiz se lleva las manos a la cara tras el final del partido en el Ciudad de Lucena. / Juan Ayala

Tristeza total. El Ciudad de Lucena, que mereció un mejor premio, se quedó sin billete para la gran final del ascenso a Segunda RFEF ante un Ceuta muy eficaz. Doloroso revés para un cuadro celeste que lo tuvo en su mano y que se le escapó en la última acción del duelo, donde Ismael César puso el 1-2 y dejó a la grada helada. Caras largas y muchas lágrimas en un equipo cordobés que hizo piña en su estadio, mientras los caballas celebraban su pase con sus escasos aficionados.

Con el capitán Pablo Gallardo fuera por sanción, Dimas Carrasco introdujo dos novedades en su once inicial respecto al que ganó hace dos semanas al Ceuta (4-1). El técnico sevillano dio entrada a Álvaro en el eje de la zaga junto a Salvi Blázquez, mientras que Adrián Ruiz, de vuelta tras cumplir un duelo de castigo, relevó a Mario Ruiz, que esperó su oportunidad desde el banco. El resto, el equipo base con el sistema habitual celeste. Enfrente los ceutíes se plantaron con un 5-4-1 que pasaba a 3-4-3 cuando atacaba y tenía la pelota en su poder.

De inicio, los lucentinos, recibidos por todo lo alto por los 2.000 espectadores que se dieron cita en el Ciudad de Lucena y dieron colorido a la grada, quisieron hacerse dueños del balón ante un cuadro caballa que aguantó bien atrás y que buscaba salir en rápidas transiciones. Toni Pérez fue el primero que probó fortuna con un disparo flojo que atajó sin problemas Rodin. Acto seguido, en la primera llegada visitante, Ismael César dejó un claro balón a Jalid, que chutó como le vino y lanzó por encima del larguero. 

Con el paso de los minutos, el Ciudad de Lucena se hizo con el control del partido. Los celestes movían la pelota de un lado al otro en busca de meter en aprietos a los ceutíes. Víctor Morillo lo intentó también con un disparo que despejó como pudo el meta visitante. Tocaba seguir apretando, aunque los caballas, cada vez que podían, percutían hacia el área de Álex Lázaro.

Juan Delgado se lamenta ante Jaime. Juan Delgado se lamenta ante Jaime.

Juan Delgado se lamenta ante Jaime. / Juan Ayala

Por los costados es por donde el cuadro de Dimas Carrasco intentaba meter en problemas a los visitantes. Víctor Morillo, Alan Araiza y Michael Conejero incordiaron una y otra vez y metieron centros a los que no llegaba Juan Delgado. Sin embargo, el Ceuta se encontró con un saque de esquina que tuvo premio en la segunda jugada. Tras pasar el balón de un lado al otro, Benji cazó un centro de Ismael César y metió el balón al fondo de la red. 

Tocaba remar contracorriente frente a un Ceuta que se vino arriba. Dimas Carrasco pidió tranquilidad a los suyos, tocados tras el 0-1 pero con mucho tiempo por delante para voltear el encuentro. Tocaba insistir en el juego celeste, aunque también había que volver a meter en aprietos a la zaga ceutí, demasiado cómoda hasta ese momento salvo por alguna incursión por los costados de Alan Araiza, Morillo o Conejero. 

Nervioso e incómodo, el Ciudad de Lucena no se encontraba. El gol noqueó las ideas del equipo cordobés, que tenía que resetear y empezar de cero. Dimas Carrasco lo intentó cambiando de lado a Araiza y Conejero en la recta final de la primera mitad. El Ceuta esperaba atrás y se sentía muy cómodo porque los locales no tiraban a puerta. Y así se esfumó la primera mitad, aunque antes Adrián Ruiz cortó el avance de Benji que se iba directo hacia la portería de Álex Lázaro. Un corte providencial porque pudo ponerse todo muy negro. Eso sí, los locales tenían que cambiar el chip en la segunda mitad si querían estar en la final por el ascenso.

La entrada de Mario Ruiz lo cambió todo tras el descanso

Tras el paso por los vestuarios, Dimas Carrasco movió ficha y dio entrada a Mario Ruiz por Toni Pérez para dar un paso al frente en esta segundad mitad ante un Ceuta que mantuvo el guion de la primera parte. Desde el comienzo, se hizo con el control ante un cuadro caballa atrincherado atrás. Alan Araiza remató fuera un centro desde la derecha de Michael Conejero. Ese era el camino y era cuestión de insistir por parte del Ciudad de Lucena

Los jugadores del Ciudad de Lucena celebran el gol de Alan Araiza. Los jugadores del Ciudad de Lucena celebran el gol de Alan Araiza.

Los jugadores del Ciudad de Lucena celebran el gol de Alan Araiza. / Juan Ayala

No tuvo que esperar mucho. Mario Ruiz dio otro aire al equipo. Y se notó muchísimo. De hecho, un centro-chut suyo lo sacó en línea de gol Hinojosa. Acto seguido, una jugada de Mario Ruiz con Michael Conejero acabó con centro de éste y remate de Alan Araiza al fondo de la red. Sólo se llevaban cuatro minutos de esta segunda mitad, pero el tanto del empate desató la locura en el estadio aracelitano.

Tras el gol, el Ceuta notó el golpe y le costaba salir de su zona, mientras el cuadro local tiraba de Mario Ruiz para llegar con más claridad al área de Rodin. Incluso Adrián Ruiz probó desde fuera del área, un lanzamiento que se fue por muy poco por encima del larguero. Pero ese era el camino. Este era ya otro Ciudad de Lucena al de la primera parte.

Con una presión alta, los celeste no dejaban salir a los ceutíes, que bajaron sus prestaciones respecto a la primera mitad. Los aracelitanos, por su parte, cada vez estaban más cómodos. Tocaba poner la guinda con un segundo gol que evitase la prórroga. De nuevo, Adrián Ruiz lo intentó sin suerte desde fuera del área. Incluso Salvi Blázquez lo probó con una falta lateral que despejó el meta visitante.

El tiempo pasaba y el empate se mantenía en el Ciudad de Lucena. Los celestes lo intentaban. Mario Ruiz tuvo el 2-1, pero su disparo lo sacó con una gran parada Rodin. Se entró en la recta final del partido y Dimas Carrasco dio entrada a Maero por Juan Delgado. Incluso hubo tiempo para la polémica por una posible penalti sobre Michael Conejero que obvió el colegiado pese a la insistencia de la grada celeste.

Sin noticias del Ceuta en ataque en toda la segunda mitad, sólo un gol lucentino podía impedir el tiempo extra. La afición se vino arriba a petición de Dimas Carrasco, pero no encontró el camino. Todo iba encaminado a la prórroga cuando de repente el el cuadro ceutí tuvo la última e Ismael César cabeceó al fondo de la red un preciso centro de Benji. No hubo tiempo para más. Alegría caballa y tristeza aracelitana, al quedarse fuera de la gran final.

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