FÚTBOL | 'PLAY OFF' ASCENSO A SEGUNDA RFEF

El Ciudad de Lucena se despide del ascenso ante el Utrera (1-1)

  • Los celestes se quedan de nuevo a las puertas de dar el salto de categoría por tercer curso consecutivo tras empatar ante un cuadro utrerano que aprovecha el factor clasificación de la fase regular

Mario Ruiz es presionado por dos jugadores del Utrera.

Mario Ruiz es presionado por dos jugadores del Utrera. / Ciudad de Lucena

No pudo ser. Se le acabó la temporada al Ciudad de Lucena. La sensación de caer derrotado sin perder es amarga y así lo experimenta un conjunto celeste que no pasó del empate -resultado que no le valía, más allá de alcanzar la prórroga- contra el Utrera en el segundo partido del play off en Estepona. La segunda posición de los sevillanos en la tabla les daba ventaja para afrontar la final y terminaron valiéndose de ello para seguir adelante hasta el encuentro definitivo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. 

Los aracelitanos fueron mejores en muchas fases de un partido que empezaron perdiendo, empataron rápidamente y que forzaron hasta la prórroga, donde jugaron con uno más tras la expulsión de Chapi. No aprovechó un tiempo extra que supo a poco con muchas interrupciones y en el que no disfrutaron de grandes ocasiones.

Con la inspiración en el Ancelotti de las remontadas del Bernabéu, Dimas Carrasco apostó por el mismo once inicial del anterior envite en Estepona, encomendándose a tirar de los heroicos suplentes, en caso de ser necesario, y poder repetir de nuevo lo que surtió efecto contra el Xerez CD. Lo que funciona no se toca, debió pensar. Por eso, Iván Henares partió desde el banquillo y Mario Ruiz volvió a ejercer de interior derecho, completando una línea de cuatro jugones en la medular.

Entró bien al partido el conjunto celeste, con más ritmo que su rival, con más intención de morder. Al Utrera le valía de entrada el empate a cero, esperar al Ciudad de Lucena, arriesgar menos. En estos partidos, echar el balón al suelo como se dice, requiere oficio, experiencia y tranquilidad. El hervidero en las gradas -hasta cuatro autobuses se desplazaron desde Lucena para el partido- alienta la presión de ambos equipos y que se juegue más vertical. Por todo eso, costó que se asentara el partido en la primera parte.

Formación inicial del Ciudad de Lucena ante el Utrera. Formación inicial del Ciudad de Lucena ante el Utrera.

Formación inicial del Ciudad de Lucena ante el Utrera. / Ciudad de Lucena

Un balón largo a la espalda de la defensa celeste, aprovechando la movilidad de Plusco, puso en jaque el planteamiento de Dimas Carrasco con una línea muy lejos de su portería. Javi Cuenca, muy atento, tuvo que salir para despejar. En el ida y vuelta, Nacho Fernández estrelló un latigazo al larguero desde la frontal del área llegando al primer cuarto de hora. El conjunto sevillano insistió en la misma jugada y a los 18 minutos lanzó otro balón largo para que Plusco hiciera su trabajo. El delantero sabe jugar esos balones y provocó un penalti poco discutido: Chucky Pierce lo piso y vio tarjeta amarilla. Con muy poco, el Utrera se adelantó gracias al lanzamiento de un Carlos Valverde al que no le pesó la responsabilidad y convirtió la pena máxima con templanza, engañando a Javi Cuenca (1-0). 

El Ciudad de Lucena tapó la herida rápido, por fortuna. La reacción no fue impulsiva, sino premeditada. Chapi cortó un contraataque en medio campo y forzó su primera amarilla. Carlos García lució el laboratorio de Dimas Carrasco y activó una jugada ensayada buscando a Marcos Pérez libre de marca. Javi Forján tiró de instinto para finalizar la acción acudiendo al primer palo y poner de nuevo las tablas (1-1) a tres minutos de la pausa de hidratación.

El parón restableció la calma en el encuentro, dejó fríos y erráticos a los jugadores como si quisieran llegar al descanso. A orillas del primer tiempo, Moro sorprendió desde el lateral derecho con un disparo que hizo volar a Javi Cuenca.

La segunda parte fue más vistosa en lo futbolístico, aunque no se movió el marcador. Las jugadas eran recetas más elaboradas a falta de concretar el toque final. El Utrera lo intentó repetidamente por banda derecha, con internadas de Moro y Carlos Valverde que los celestes abortaron. El Ciudad de Lucena, por su parte, se acercó al gol con un mal despeje de la zaga sevillana que invitó a Ayala a intervenir. Mario Ruiz tuvo la más clara en una última asociación con Javi Forján que acabó de nuevo en manos de Ayala.

Llegaron los cambios pasada la hora de partido. Ingresó Sergio Ortiz por Ranchero en la escuadra sevillana, mientras que los hermanos Carrasco refrescaron su equipo con la entrada de Miguel Espinar e Iván Henares, por Javi Forján y Mario Ruiz, respectivamente. Mismo esquema, jugador por jugador.

Javi Forján presiona a un jugador del Utrera. Javi Forján presiona a un jugador del Utrera.

Javi Forján presiona a un jugador del Utrera. / Ciudad de Lucena

Justo después, Zequi Díaz tiró una diagonal para quedarse solo dentro del área, pero con todo a favor le pegó mordida a la pelota. El autor del primer gol, Carlos Valverde, detuvo los corazones de los lucentinos desplazados cuando mandó su disparo al larguero que rozó Javi Cuenca con la manopla. 

En una salida en conducción vertiginosa del Ciudad de Lucena, Chapi vio la segunda amarilla por cortar el contraataque en el minuto 89. El empate favorecía a ambos en los minutos finales: al Ciudad de Lucena porque le daba opción a disputar otra prórroga con uno más y al Utrera porque se vio superado en la recta final y no tenía que esforzarse por hacer un gol. Todo pudo acabar en el descuento con un saque de banda colgado al área que Miguel Espinar remató a la media vuelta, cayendo al suelo y que atrapó Ayala.

Con todas las esperanzas puestas, equipo y afición, en repetir la hazaña en el tiempo extra, el Ciudad de Lucena no encontró oportunidades claras en los 30 minutos de prórroga. Constantes interrupciones, cansancio acumulado y pocas ideas. El equipo celeste no puso en apuros a una zaga sevillana que despejó sin excesivos problemas cada uno de los centros laterales que se asomaban al área. 

Se añadieron cuatro minutos de prolongación a la segunda parte de la prórroga. Significativo y casi nunca visto. Pero la última jugada fue para un Rubén Cruz que a punto estuvo de batir a Javi Cuenca y poner la guinda al sueño utrerano. El Ciudad de Lucena murió en la orilla, quiso decir que 120 minuti en Francisco Pérez Muñoz de Estepona son molto longo, pero no suena igual. El sueño de la Segunda RFEF tendrá que esperar, al menos una temporada más.

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