Celta y Betis se citan para junio

Respondió a las premisas. Aunque no siempre sucede, esta vez el enfrentamiento entre primero (Betis) y segundo (Celta) de la clasificación fue intenso, emotivo y con ráfagas de juego vistoso. Los dos contendientes, como corresponde a estas alturas, miraron con ambición las porterías que tenían enfrente. Por eso, las ocasiones se sucedieron en las áreas defendidas por Falcón y Goitia sin solución de continuidad.

Estuvo brillante Trashorras, no le anduvo a la zaga De Lucas y la joven perla de la cantera viguesa, Álex López, se creció en uno de sus primeros partidos grandes. Suyo fue el mérito del gol que rompió el encuentro. Remató con acierto un pase de Hugo Mallo, que se había llevado antes el balón ayudado de su brazo diestro.

Un error arbitral, uno de los muchos que hubo en ese duelo. Porque el colegiado era Ceballos Silva, uno bastante torpe en estos menesteres y que encima está bastante mal asesorado por sus auxiliares. Ya se demostró en El Arcángel en el Córdoba-Elche, y el domingo en Balaídos confundió prácticamente todos los fueras de juego dudosos. Un horror.

Fue lo peor de un encuentro de Primera que se terminó igualando durante una segunda parte en la que el Betis exhibió de manera más patente sus armas con la entrada de Israel y Jorge Molina. Por el contrario, al Celta le vino bastante mal que dejara el campo el recuperado De Lucas. Por supuesto, fue Rubén Castro quien coló el tanto del empate -ya suma ocho- demostrando su sangre fría. El 1-1 asienta el liderato bético y saca temporalmente a los gallegos del ascenso directo. Jugando así, ambos seguirán siendo enemigos por lo mismo hasta el final.

DE PROFUNDIS CLAMO...

Si el duelo entre el primero y el segundo fue vistoso, el del penúltimo y el último fue todo lo contrario. Tenerife y Nàstic rivalizaban por salir como fuera de la cola. Los dos llevaban hasta esta jornada únicamente seis puntos y apenas habían conseguido ganar un encuentro. Demostraron, durante 90 minutos de pasión, su condición, y después de una primera parte en la que los locales -el partido era en el Heliodoro- llevaron tímidamente la batuta, en la segunda los catalanes tiraron de calma y templanza para colar dos tantos que no les sacan de pobres, pero les saben a oro. En el Fondo del Frente Blanquiazul, los ultras despidieron a sus jugadores recordándoles que son mercenarios.

PERAGÓN, DE RÉCORD

Roberto Peragón se merecía el reconocimiento de los números. Su nombre suena mucho en la categoría de plata, pero nadie lo asocia ya a un proyecto de gloria. A sus 32 años ya ha pasado por siete equipos, y en todos ha conseguido mantener un porcentaje anotador bastante digno. Pero, más que eso, Peragón es un delantero de los que se dejan el alma y varios litros de sudor en pos de su objetivo, que no es otro que la portería enemiga.

Su potencia compensa su falta de centímetros y su inteligencia le permite superar a los zagueros más espigados con colocación. El sábado se cargó en media hora el plan de Granero para su Ponferradina. No fue buena la elección del todavía renqueante Luis Prieto para la parcela central de su retaguardia y Peragón le venció con todas sus armas tres veces en 34 minutos. El segundo de esos tantos, por cierto, fue una preciosa vaselina. Pudo haber metido alguno más en la segunda mitad, pero ya por aquel entonces el delantero vallecano había entrado en los anales. Nunca un jugador había metido tres tantos tan rápido en un mismo partido en Segunda.

OJO A LUCAS

Lucas es un gallego que el año pasado era uno de los delanteros del Rayo B (el otro era Provencio) que subió a Segunda B de la mano del ahora técnico del primer equipo, José Ramón Sandoval. El sábado se estrenó como titular en la Liga Adelante nada menos que ante el Valladolid, en un choque importantísimo. Al futbolista, de 22 años, no le pesó en absoluto la responsabilidad de haber sentado al mismísimo Delibasic, y enseguida se asoció con Trejo. En el minuto 68, para colmo, concretó en el 2-0 (el partido acabó 3-0) una buena acción de todo el ataque vallecano. Cuentan de él que recuerda a Piti por su capacidad para adaptarse también a la posición de mediapunta. Promete.