Junto a la participación del Ángel Ximénez en la fase final de la Copa del Rey de balonmano, la representación cordobesa en la gran cita de este fin de semana en Antequera la completa Alberto Murillo, que tendrá el honor de arbitrar una de las dos semifinales del torneo.

El cordobés, junto a su compañero Sebastián Fernández (natural de Almería), ha sido designado por la Real Federación Española de Balonmano para dirigir la semifinal que enfrentará a los ganadores de los enfrentamientos entre el Barça y el Anaitasuna, y entre el Cangas y el Ademar León. Por la otra parte del cuadro se disputará el derbi andaluz entre el Antequera y el Ángel Ximénez, cuyo ganador se medirá al equipo que supere la eliminatoria entre el Bidosoa Irún y el Granollers.

El árbitro cordobés alcanzará de esta forma un nuevo hito en su notable trayectoria, al participar en una de las citas más importantes de la temporada. De hecho, el buen papel realizado durante la temporada junto a su compañero Sebastián Fernández se ha visto recompensado también con la condición de pareja reserva en la gran final del domingo que dilucidará al nuevo campeón de la Copa del Rey.

Esta temporada, además, Murillo y Fernández ya fueron designados para dirigir el duelo entre el Barça y el Bidasoa Irún, uno de los duelos más esperados del curso y que a la postre terminó acercando al título liguero al todopoderoso conjunto azulgrana.

Contarán con la ayuda del VAR

Para desarrollar su labor durante la Copa del Rey de balonmano, tanto Alberto Murillo y Sebastián Fernández como el resto de parejas arbitrales designadas contarán con la importante ayuda del Video Proof System, un sistema de videoarbitraje muy similar al célebre VAR que hace un par de temporadas que se utiliza en el fútbol profesional.

El VPS, como se conoce este sistema específico para el balonmano, se sirve de las imágenes televisivas para otorgar a los árbitros la posibilidad de revisar algunas acciones concretas como las de gol o no gol en jugadas dudosas, las que acarreen acciones antideportivas o peligrosas o las que planteen alguna duda acerca del jugador a descalificar. Pero sobre todo, este herramienta permitirá a los árbitros apoyarse en las imágenes dentro de los últimos 30 segundos de partido, en acciones que puedan resultar trascendentales para el resultado final.