Córdoba CF

La plantilla del Córdoba CF, a examen: un equipo con más 'horas de vuelo'

  • Seis de los ocho fichajes del CCF saben lo que es jugar un 'play off' de ascenso a Segunda División

  • La plantilla gana experiencia para adaptarse a la Primera RFEF sin pagar el peaje de los recién llegados

Kike Márquez, uno de los fichajes del Córdoba CF, a bordo de un helicóptero de Pegasus Aero Group en su presentación.

Kike Márquez, uno de los fichajes del Córdoba CF, a bordo de un helicóptero de Pegasus Aero Group en su presentación. / Córdoba CF

El fichaje de Sergio Benito, más el de Cedric Teguia, último que la entidad hará oficial, completan la plantilla del Córdoba CF. La dirección deportiva blanquiverde ha conseguido dejar zanjado el plantel antes incluso de que llegue el primer amistoso de preparación, algo que al comienzo de la temporada oficial debe ser una ventaja competitiva para el conjunto cordobesista. Pero más allá de eso, en su concienzudo pero rápido trabajo de planificación, el CCF ha conseguido elevar el nivel medio del equipo haciéndolo más parejo posición por posición y sumando futbolistas con un plus de experiencia en la categoría que les espera.

Juanito y Raúl Cámara han logrado dar continuidad al bloque que tan buena temporada realizó en Segunda RFEF. De hecho, 15 de los 24 integrantes del equipo ya estaban el curso pasado y otro como Jaylan Hankins sube desde el filial, pero ya era un asiduo en los entrenamientos del primer equipo, por lo que está totalmente integrado en la dinámica del grupo. A ellos se suman ocho refuerzos que, objetivamente y atendiendo a sus números, dan un salto de calidad y, sobre todo, de experiencia al plantel.

Para darse cuenta de ese progreso basta con observar que, sumando los partidos que las ocho caras nuevas han jugado en Primera RFEF -o su equivalente hasta hace dos cursos, la Segunda División B- el resultado es de 769 duelos disputados en la categoría. La mejoría se hace patente si se comprueba que entre los ocho jugadores que no siguen, son 412 partidos los acumulados en el tercer escalón del fútbol español. Entre los nuevos, además, hay seis jugadores que saben lo que es disputar una fase de ascenso a Segunda División, objetivo que ahora buscarán repetir con el CCF.

Al margen de dar ese paso adelante en cuanto a experiencia, el Córdoba CF arrancará el curso con una plantilla algo más equilibrada que la que tan bien rindió en la anterior campaña. El equipo tiene dos jugadores por puesto bien definidos, contando con hasta tres efectivos en la portería y la punta del ataque. Todos los puestos están doblados y se han corregido las carencias que se observaron en el lateral izquierdo e incluso en las bandas del ataque durante momentos puntuales del año pasado, sobre todo cuando empezaron a llegar las lesiones.

Otro aspecto que tanto Germán Crespo como la dirección deportiva valora mucho es la premura en formar el grupo. El año pasado, el Córdoba CF siguió una estrategia muy similar, al encontrarse con una supremacía notable en el mercado de fichajes de la Segunda RFEF. La plantilla quedó confeccionada muy pronto y eso hizo que el equipo arrancara el curso a un ritmo superior que ya no soltó hasta amarrar el ascenso. Ahora, la premisa de que el técnico trabaje durante prácticamente toda la pretemporada con los 24 jugadores que tendrá todo el año terminó imponiéndose incluso a la opción de poder aguantar esa última ficha hasta que apareciera en el mercado un jugador de jerarquía.

Esa idea, expresada por los técnicos en sus últimas comparecencias públicas, quedó aparcada finalmente al reactivarse la salida de Sergio Benito del Real Valladolid. El Córdoba CF tenía al jugador controlado desde hacía meses y su salida al mercado propició la apuesta por un delantero que llega con menos cartel por su juventud, pero que goza de la total confianza del club por ese perfil diferente que aporta respecto a lo que ya se tenía con Willy Ledesma y Antonio Casas.

Dos titulares por puesto

Más allá de las preferencias de Germán Crespo, que se irán viendo durante la pretemporada y ya iniciado el curso, un simple vistazo a la plantilla del Córdoba CF basta para observar un equilibrio total en todas las posiciones, hasta el punto de que se puede discutir casi en todos los casos quién debe acabar ocupando el sitio de titular en cada zona del campo.

La portería gana un efectivo con Hankins y la continuidad de Carlos Marín y Felipe Ramos otorga la tranquilidad de contar con dos arqueros solventes y seguros para una competición exigente que podría propiciar incluso cambios en el puesto durante el año.

En defensa, Ekaitz Jiménez ya tiene un competidor directo en la izquierda con José Manuel Calderón, mientras que en la derecha se mantendrá ese pulso entre José Ruiz y Puga que redundará en el bien del equipo. En los centrales, Jorge Moreno llega con altas expectativas, pero tendrá que apretar mucho para ganarle el sitio a tres zagueros muy competitivos como son José Cruz, José Alonso y Dragisa Gudelj.

La mayor evolución del equipo se encuentra, quizás, en el centro del campo. Para la zona central han llegado dos perfiles que la plantilla no tenía, como son Ramón Bueno y Youssouf Diarra. El primero de ellos es un mediocentro defensivo al uso, siempre bien colocado y con capacidad para dar buena salida de balón. Algo así -valga el símil- como lo que ofrecía Alberto del Moral y que el curso pasado no tuvo el equipo. Diarra, por su parte, da un perfil de jugador más de ida y vuelta, con facilidad tanto para apretar atrás como para descolgarse en ataque. Con Javi Flores y Álex Bernal, formarán un cuarteto muy intercambiable.

Ramón Bueno controla el balón en un rondo durante un entrenamiento del Córdoba CF. Ramón Bueno controla el balón en un rondo durante un entrenamiento del Córdoba CF.

Ramón Bueno controla el balón en un rondo durante un entrenamiento del Córdoba CF. / Miguel Ángel Salas

En las bandas, la evolución es notoria. La llegada de Cedric Teguia y Christian Carracedo da a Germán Crespo dos extremos veloces y profundos, capaces tanto de jugar por fuera si lo hacen a su pierna buena, como de asociarse y buscar el disparo o el juego combinativo si actúan cambiados de perfil. Simo y Adrián Fuentes tendrán que sudar mucho para ganarse el puesto. En la mediapunta, la llegada de Kike Márquez y la continuidad de De las Cuevas garantiza que el equipo tendrá siempre sobre el césped a un enganche puro, con capacidad para asistir y hacer goles.

Y en la punta de ataque, donde quizás se esperaba ese delantero diferencial que colocara en una nueva dimensión al Córdoba, la renovación de Casas le convierte en la gran apuesta del club. El rambleño lo tiene todo: juventud, ganas y un olfato goleador que no se puede aprender en los entrenamientos. Con todo, al joven cordobés le apretarán Willy Ledesma, garantía de regularidad durante el curso, y un Sergio Benito que llega con hambre de confirmar a sus 23 años el talento que le hizo irrumpir con fuerza en la categoría tras su salida de la cantera del Rayo Vallecano.

Con 24 hombres ya en nómina y el apoyo de los jóvenes del filial, el protagonismo se desplaza ahora desde el despacho de la dirección deportiva al de Germán Crespo. El técnico ya sabe lo que tendrán entre manos y su trabajo ahora es de acoplar las piezas de la mejor manera para que el equipo mantenga un nivel alto durante todo el curso. Por delante tiene aún seis semanas antes del estreno liguero y nueve partidos amistosos en los que podrá ajustar todas las variantes que su plantilla le ofrece.

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