CARLOS MARÍN. Seguro. No tuvo excesivo trabajo durante los 90 minutos. A pesar de una indecisión inicial, el almeriense solventó sin problemas los ataques del cuadro jerezano. Portería a cero, sinónimo de crecimiento también.

PUGA. Calidad. El motrileño, que volvió al lateral ante la baja de José Ruiz, volvió a demostrar su poderío ofensivo. Dio varias asistencias a los hombres de ataque y atrás no sufrió demasiado con las internadas visitantes.

VISUS. De menos a más. A pesar de los nervios iniciales, el madrileño fue creciendo conforme avanzó el partido. Eso sí, sufrió en la pelea con Máyor, aunque no tuvo problemas con David Grande en la segunda mitad.

JOSÉ ALONSO. Lesionado. Apuesta arriesgada de Germán Crespo tras pasar el onubense prácticamente toda la semana entre algodones por unas molestias físicas. Indeciso mientras estuvo en el campo. Fue relevado antes de la primera media hora de juego tras recaer de su dolencia. 

EKAITZ JIMÉNEZ. Nervioso. El vasco, sobrado en ataque, tuvo un par de acciones durante la primera mirad que estuvieron a punto de costarle caras por su indecisión con sus compañeros. Aún así, desborda, centra y es un correcalles constante.

JAVI FLORES. Clase. El de Fátima tuvo nuevo acompañante en el pivote, pero sigue demostrando que hoy por hoy es básico en el centro del campo cordobesista. Dio un magistral pase a Simo para abrir el partido. Participativo y ovacionado cuando fue cambiado por Viedma.

JULIO IGLESIAS. Sorpresa. El de Arcos de la Frontera volvió a ser titular. Briega y corazón, pero le falta todavía rodaje para ser importante en este Córdoba. Fue cambiado al descanso por Germán Crespo, que dio entrada a Bernal.

ADRIÁN FUENTES. Colosal. Hambre y mordiente. El madrileño realizó uno de sus mejores partidos de blanquiverde. Escorado a la derecha, fue un incordio para Iriondo. Tiró de potencia para marcar el primero y de astucia para anotar el 3-0 al inicio de la segunda mitad. 

DE LAS CUEVAS. Sin suerte. Tras solventar unas leves molestias físicas a lo largo de la semana, el alicantino volvió al once inicial. Detrás de Willy, posición en la que se siente cómodo. No estuvo acertado de cara a puerta en dos ocasiones clara que tuvo. 

SIMO. Desborde. El hispano-marroquí es el hombre de moda en el Córdoba. Desequilibra todos los encuentros. Es un incordio y volvió a ser decisivo para abrir el partido. Otro gol y de nuevo se fue ovacionado por los seguidores blanquiverdes.

WILLY LEDESMA. Peleón. El de Torremejía no pudo ver puerta. Lo intentó, peleó con los centrales, pero no estuvo certero de cara a puerta. El palo impidió que marcase en la primera parte. Fue relevado por Antonio Casas.

GUDELJ. Novedad. El neerlandés de origen serbio tuvo que salir rápido y casi sin calentar por la lesión de Alonso. Concentrado y sin arriesgar. Tapó bien su zona y secó a David Grande en la segunda mitad. Además, hizo un par de golpeos en largo a tener en cuenta para el futuro. 

ÁLEX BERNAL. Concentrado. Con el partido encarrilado, entró para dar más empaque al centro del campo. Participativo y volvió a desplegar su habitual juego en el centro del campo blanquiverde, donde estuvo certero en todo momento.

OMAR PERDOMO. Rápido. El canario, al que se le espera que dé ese paso hacia adelante en esta segunda parte de la competición, estuvo cómodo. Entró por De las Cuevas y anotó un buen gol en una rápida contra. Móvil y desequilibrante.

CASAS. Entrega. El rambleño es pelón y constante. Tuvo el gol en un par de acciones, pero se topó con César. Móvil hacia los costados. Sólo le faltó la guinda de marcar de nuevo en El Arcángel. 

VIEDMA. Sin tiempo. El jiennense entró con todo decidido y para dar descanso en el tramo final a Javi Flores. Se le vio participativo y no rifó el balón en los minutos que estuvo en el campo.