CARLOS MARÍN. Superado. No se le puede achacar nada en los dos goles recibidos, fruto de dos jugadas en las que le remataron a bocajarro. Tuvo poco trabajo y aún así se marchó a casa habiendo encajado dos goles.

PUGA. Condicionado. Hizo una buena primera parte, proyectándose con peligro en ataque y atento a su zona en las acciones defensivas, llegando a salvar un par de centros comprometidos del rival. La amarilla que vio en la primera parte hizo que Germán Crespo lo sustituyera al descanso.

JOSÉ ALONSO. Hundido. Estaba haciendo un partido bastante correcto hasta que ya camino del final cometió un error fatal que le costó la derrota a los suyos. Se hundió tras esa acción y quedó muy tocado por su equivocación.

JORGE MORENO. Trastabillado. Protagonista en la acción del primer gol del Mérida, en la que pugnando con Busi cae al suelo facilitando el gol del Mérida. Perfectamente el árbitro podía haber señalado la falta en esa acción.

CALDERÓN. Taponado. El Mérida sabía perfectamente de su facilidad para ganar la línea de fondo y redobló esfuerzos en cubrir bien sus subidas, anulando el efecto sorpresa y no dejando que el de Paradas se sintiese cómodo. En defensa sufrió, especialmente en la primera parte.

DIARRA. Cansado. El parón le vendrá bien porque se le notó sin la chispa habitual que imprime a su fútbol. El mediocentro no tuvo su día, ni a la hora de circular la bola ni tampoco en sus siempre peligrosas incorporaciones desde segunda línea.

JAVI FLORES. Lesionado. Llegaba justo tras el pinchazo que notó el día del Pontevedra y a los diez minutos de partido, casi sin haber entrado en calor aún, se tuvo que marchar al resentirse de esos problemas musculares.

CARRACEDO. Vertical. Fue el hombre más clarividente en el ataque del Córdoba, ganando cada acción a su par y poniendo buenos centros, como uno que Willy desaprovechó de la manera más inesperada en la primera parte.

KIKE MÁRQUEZ. Solo chispazos. Se echó en falta más presencia suya y protagonismo con el balón en el primer tiempo, en el que apareció con peligro un par de veces pero sin continuidad. En la segunda, tuvo una buena combinación con Simo antes de irse cambiado.

SIMO. Golazo. Pese a estar renqueante por el golpe que arrastraba, hizo una puesta en escena espectacular con su gol. Se asoció bien y generó peligro jugando hacia dentro, aunque con el paso de los minutos su físico, lógicamente, se resintió.

WILLY LEDESMA. Sin puntería. Tuvo dos opciones clarísimas para haber visto portería, la primera de esas que es más fácil meter que mandar fuera, y la segunda justo antes de ser sustituido. No encontró el premio del gol pese a su trabajo.

ÁLEX BERNAL. Impreciso. No está en su mejor momento y se le nota por la falta de precisión a la hora de conectar con sus compañeros y por las escasas ideas que aporta al equipo. Un futbolista que cuando está bien nunca se equivoca, pero que anda desconectado.

JOSÉ RUIZ. Profundo. Trató de continuar la estela de Puga con las subidas desde el carril derecho, pero con Carracedo volcado ahí tuvo que jugar más por dentro. Cumplió en defensa y puso un par de buenos balones al área.

CASAS. Voluntarioso. Entró con su habitual ímpetu y buscó el remate en un par de acciones nada más pisar el césped, pero poco a poco se apagó y terminó desesperado al no encontrar facilidades para el remate.

DE LAS CUEVAS. Ideas. Puso algo de inventiva a su equipo cuando más lo necesitaba, pero le faltó concretar mejor las ocasiones de las que dispuso. Tras el 1-2, se echó en falta que asumiera más balón ante el evidente atasco emocional de los suyos.

ADRIÁN FUENTES. Acelerado. Fue el último recurso del Córdoba, ya a la desesperada, y se colocó más en punta que en banda, perdiendo ese desborde que puede aportar por fuera y atascando el área del Mérida en los compases finales.