CARLOS MARÍN. Exigido. Partido complicado para el almeriense, que se vio perjudicado por un rebote en el primer gol encajado y que luego no pudo adivinar el penalti que le lanzó Francis Ferrón. Pese a los dos goles encajados, tuvo buenas intervenciones en el tramo final.

PUGA. Un misil. Aunque tuvo bastante dificultades para defender en la primera parte, fue determinante en el segundo acto gracias a su determinación para irse al ataque, rompiendo líneas y asistiendo a Willy en el gol definitivo.

JORGE MORENO. Concentrado. Aunque sufrió bastante hasta que Francis Ferrón fue sustituido, se mantuvo en partido y cumpliendo su labor sin muchos fallos. Mucho más tranquilo en la media hora final, ya sin una referencia que le pudiera ganar en los duelos.

GUDELJ. Personalidad. No se achicó a pesar de que el Badajoz le exigió mucho en la primera parte. Tuvo mala suerte en el primer gol del cuadro pacense, que rebota en él, pero se redimió con un gran segundo tiempo.

CALDERÓN. Luces y sombras. David Soto le ganó la partida en la jugada que terminó en penalti. Sin embargo, en ataque dio muestras de su calidad, tanto a la hora de centrar como a la hora de buscar el golpeo directo.

CARRACEDO. Constante. Un partido quizás poco lucido pero muy completo del extremo. Trabajó mucho en acciones defensivas y en ataque lo intentó una y otra vez, sacando buenos centros y dando una asistencia a Simo en su gol.

DIARRA. Llegador. Piso área más de lo que es habitual en él y se le vio bastante cómodo descolgándose en ataque. En una de esas internadas forzó el penalti que terminó por cambiar el sino del partido. Un despliegue espectacular.

JAVI FLORES. De menos a más. En el primer tiempo apareció poco, por esa apuesta de su equipo de jugar más directo. En cuanto Germán Crespo cambió el enfoque, el capitán apareció y aportó su criterio y fluidez de balón.

CEDRIC TEGUIA. Negado. El extremo hispano-camerunés no estuvo nada acertado en su sorpresiva titularidad. Tuvo dos claras ocasiones de gol que malgastó. Sacó un par de buenos centros que no aprovecharon sus compañeros, pero en líneas generales dejó poco bagaje.

WILLY LEDESMA. Inspirado. Sigue en vena goleadora y anotó un doblete para confirmar la remontada de su equipo en el Nuevo Vivero, muy cerca de su Torremejía natal. Incluso pudo hacer alguno más en el primer tiempo. El máximo goleador de su equipo.

CASAS. Corazón. Mantuvo a su equipo a flote en el momento más complicado del primer tiempo, con un gran gol y buenas ocasiones para haber hecho más. Sigue creciendo partido a partido y siendo clave para el Córdoba.

SIMO. Decisivo. Fue importante en el cambio de mentalidad del equipo en el segundo tiempo y, además, hizo un gol importantísimo en el momento justo. Aportó en lo que más debe hacerlo, en números, más allá de que en el juego no estuvo brillante.

DE LAS CUEVAS. Temple. Germán Crespo tiró del alicantino cuando su equipo ya había decantado el partido, con la idea de serenar el juego después de 20 minutos frenéticos. Eso fue lo que aportó el mediapunta, temple y saber estar.

KIKE MÁRQUEZ. Discreto. Quizás porque cuando saltó al terreno de juego el partido ya estaba atado, el gaditano pasó más desapercibido de lo que en él es habitual. Viene de jugar poco en las últimas semanas, pero su momento debe llegar pronto.

ÁLEX BERNAL. Refresco. Cuando Javi Flores empezó a notar el cansancio, Germán Crespo tiró del sevillano para no perder el control recuperado en la segunda parte en la zona ancha del terreno de juego. Cumplió bien con ese papel.

SERGIO BENITO. Poco tiempo. Entró en el tramo final del encuentro ante su exequipo y apenas tuvo tiempo de intervenir en el juego, pese a que se le vio con ganas de buscar su ocasión para haber puesto su sello particular a la victoria.