Luis Oliver, en el juicio por el 'caso saqueo' del Córdoba CF: "Jesús León era un genio, me tenía abducido"
Córdoba CF
El empresario navarro se desmarca de las acusaciones de emplear a Jesús León como testaferro suyo en el club de El Arcángel y aporta al juicio un giro surrealista
Los exconsejeros del Córdoba CF cargan contra Jesús León en el juicio del 'caso saqueo': "Éramos meros floreros"

Córdoba/La tercera sesión del juicio por el caso saqueo del Córdoba CF quedó mediatizada por la aparición de Luis Oliver, uno de los testigos más esperados en la causa contra Jesús León, el que fuera presidente y propietario del club blanquiverde hasta finales del año 2019, cuando la entidad quedó intervenida judicialmente. Oliver, que apareció en la Ciudad de la Justicia con amplia sonrisa y ese atuendo tan característico suyo que le llevó a ser conocido como el de la capa (por la forma de su habitual abrigo), dejó frases surrealistas en su declaración ante el tribunal. Entre ellas, una en la que afirmó que Jesús León se ganó su confianza rápidamente: "Es un genio, es un maestro, me tenía abducido. Me pareció muy bueno, me generó confianza", afirmó el empresario, que no evitó los cumplidos hacia su propia persona, al presumir de ser "el mejor director deportivo de España".
Oliver negó que fuera realmente el propietario del Córdoba CF, con Jesús León como su testaferro, según afirmaron los representantes de la Guardia Civil en la segunda sesión de esta causa. "No sé por qué lo dicen. Compramos el club con Jesús a la mitad, los dos primeros millones los pusimos nosotros y cuando González vio el nombre de mi familia en el contrato se negó a vender", aseguró.
El que fuera director general deportivo del CCF explicó que fue Jesús León el que le propuso comprar el Córdoba CF. "Jesús Me llama y me dice que podíamos comprar a medias, él en ese momento no tenía liquidez. Había que pagar dos millones al contado en el momento del contrato y la escritura, luego un millón, otro y otro. Quedamos en que yo pagaría la primera parte". Ese acuerdo le iba a deparar el 50% de la propiedad del club, pero, como Oliver reiteró, "González en la notaría vio el nombre de mi familia y dijo que no firmaba si yo era propietario". "Hablamos Jesús y yo, me generó confianza y me fié de él, le vendimos el 100% a Jesús y nosotros nos quedamos como empleados", añadió.
"Las acciones iban al 100% a su nombre, ni testaferros ni nada. Yo iba de director general deportivo, me interesaba el salario, el proyecto y fui para adelante, hasta que me echó. Yo soy el mejor director deportivo de España pero Jesús León es un genio, es un maestro, me tenía abducido. Me pareció muy bueno, me generó confianza. No había ni un papel firmado. Yo de hecho tengo pendiente meterle una querella criminal por esos dos millones, que creo que va a prescribir, y me siento estafado eh, porque no me los va a devolver", explicó con total convencimiento Oliver.
Su responsabilidad en la gestión del Córdoba CF
Luis Oliver explicó que su parcela de responsabilidad en el club se ceñía a lo deportivo, y a la gestión económica que de ella se derivaba. "La parcela económica la controlaba toda Jesús, yo me dedicaba al tema deportivo, que es el 70% de gestión en un club. Dimos diez bajas y fichamos a nueve y el Córdoba CF tiene un récord de salvarse con 13 puntos de desventaja, algo que no ha pasado nunca", recordó.
Sobre aquellos sonados fichajes, entre otros José Antonio Reyes y Aythami Artiles, Oliver aseguró que "había algo también del límite salarial, porque González gastaba poco, y había algo de límite, pero luego echamos a diez jugadores para tener el hueco y poder fichar". El empresario aseguró en referencia a esos fichajes que no cobraban en negro, al menos que él lo supiera.
Su despido en plenos San Fermines
Cuestionado por el motivo su despido del Córdoba CF, Oliver Albesa aludió a una "intuición personal que no debo decir ante el tribunal", aunque terminó asegurando que lo echó "para hacer en el club lo que él quisiera".
Entre otros aspectos, Luis Oliver afirmó que su salario en el Córdoba CF era "de 600.000 euros por temporada", hasta que fue despedido "el 13 de julio" de 2018, como él mismo recordó. "Yo estaba en San Fermín. Me fastidió cuatro orejas de Roca Rey, me echó y tuve que venir aquí", comentó con tono socarrón ante la estupefacción de los miembros del tribunal.
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