La dirección deportiva del Córdoba CF que encabezan Miguel Valenzuela y Juanito diagnosticó a su llegada que algunos de los problemas del equipo la pasada temporada estuvieron en el centro del campo. Y por eso hasta tres de los refuerzos realizados en este mercado estival que ya camina hacia su final han llegado para reforzar esa demarcación clave.

Tras Darren Sidoel y Djak Traoré, de un perfil más defensivo, el último en aterrizar -y también el último de los tres en hacerse oficial- fue Mario Ortiz, que firma por dos temporadas. El centrocampista cántabro pasó a ser uno de los agentes libres más cotizados tras finalizar su vinculación con el Racing de Santander, con el que sufrió el descenso a Segunda División B.

Pese a ello, y a sus 31 años, es un mediocampista de garantías, de esos que elevan la competitividad del grupo y le dan un salto de calidad. Ortiz viene de disputar 34 partidos con el Racing en Segunda División, con el que hace dos temporadas consiguió el ascenso después de aterrizar en El Sardinero en el mercado invernal y ser un hombre clave para lograr ese éxito.

Con claridad ofensiva, pero también capacidad para fajarse en el juego sin balón, Mario Ortiz tiene experiencia de sobra. Criado en la cantera racinguista, club con el que llegó a debutar en Primera, pasó en la división de plata por el Castellón, el Albacete y la Cultural y Deportiva Leonesa. En Segunda B ha defendido los colores del Real Unión de Irún, el Puertollano, el filial del Espanyol, y de nuevo el Albacete, la Cultural y el Racing. En su haber tiene tres ascensos, nómina que intentará ampliar ahora con el Córdoba.