Dalisson sostiene a un pésimo Córdoba CF ante la Real Sociedad B (1-1)

Las dudas crecen. La irrupción de Dalisson en el segundo tiempo permitió al Córdoba CF arañar un punto de su visita a la Real Sociedad B, un filial que no necesitó demasiado para tener a merced a los blanquiverdes hasta el punto de poder haberlos ajusticiado, con un penalti fallado que dejó paso al tanto del empate. Ese gol, el primero de Dalisson, maquilla un partido paupérrimo de los hombres de Iván Ania pero no sirve en absoluto para esconder el tufo que persigue a un equipo que, hoy por hoy, tiene pocos argumentos para sostenerse.

Una semana más, el Córdoba CF sigue reproduciendo los errores que se le observan desde la primera jornada de competición. Dudas en defensa, poca claridad a la hora de atacar en el juego posicional y una desesperante falta de contundencia en el área rival que es el mayor lastre de un equipo que sigue sin arrancar cuando ya se han consumido siete jornadas del campeonato liguero. A ese cúmulo de despropósitos hay que sumar un bajísimo estado de forma en prácticamente todos los futbolistas. El punto arañado de San Sebastián da para paliar el hambre pero no nutre. Habrá quien quiera engañarse por el resultado, agarrado al tópico de que puntuar fuera de casa siempre es positivo, pero la realidad innegable es que el progreso del equipo es nulo.

Con los cambios de Jan Salas por el sancionado Jacobo y de Rubén Alves por Xavi Sintes, el Córdoba CF compareció en Anoeta dispuesto a apretar a la Real Sociedad B en campo rival, en busca de que esos errores que el filial donostiarra suele cometer en la salida de balón permitieran percutir sobre la portería de Fraga. Ese plan de partido pareció salirle bien al conjunto blanquiverde de inicio, pues en el primer cuarto de hora se jugó casi siempre en el campo de la Real B, con un filial incómodo y los de Ania bien colocados para recuperar el balón con rapidez.

Con todo, la primera acción de peligro fue para los locales, en una falta lateral que concedió Pedro Ortiz por mano y en la que Balda probó a Iker Álvarez. El duelo, que de inicio prometía un intercambio de golpes, se trabó demasiado pronto, con excesivas interrupciones y una falta de claridad en el juego posicional que dificultó al Córdoba CF lucir bien en ataque. Esa escasa clarividencia la fue aprovechando paulantinamente el filial vasco para ir haciéndose dueño del ritmo del partido, en base a imponerse en los duelos y sacarse la presión del CCF con más facilidad.

Con Rubén Alves controlando bien en el área los intentos de Orobengoa, el equipo de Jon Ansotegi empezó a hacer daño en el balón parado. Dos saques de esquina seguidos de Mikel Rodríguez desde el perfil izquierdo confirmaron que el partido empezaba a complicarse para el Córdoba CF. En el primero, Iker Álvarez salió en falso y Carrera remató en boca de gol, viendo como su diana quedaba anulada por un claro fuera de juego. Solo unos minutos después, el arquero de los blanquiverdes volvió a dejar dudas en su salida, acrecentando el nerviosismo en su defensa.

Y a la tercera llegó el castigo. Un nuevo córner del filial donostiarra, esta vez sacado al primer palo, generó un gol de Sergi Guardiola en propia puerta al que contribuyó también Carracedo con un fallido intento de despejar el balón tras el bote pronto. El autogol hizo daño al Córdoba, que con todo quiso responder rápido y tuvo su mejor ocasión del primer tiempo en una combinación entre Carlos Isaac y Guardiola en la que el delantero habilitó a Pedro Ortiz en el área. El balear, con todo a favor, eternizó su remate y acabó estrellando el balón en las piernas de Balda. Otra ocasión clarísima al limbo.

Camino del descanso, y con Iván Ania desesperado en la banda por el decepcionante desempeño de los suyos, la Real B tuvo una nueva ocasión a balón parado, con el enésimo golpeo de Mikel Rodríguez que volvió a generar dudas en un Iker Álvarez inseguro. Antes incluso de que el árbitro señalase el descanso, Ania ya ordenaba cambios para el segundo tiempo.

Ania busca la reacción

El calentón del entrenador asturiano se materializó en la entrada de Théo Zidane, Dalisson y Requena. Cambios que dieron otro aire al Córdoba CF en los primeros compases de la segunda parte, sobre todo por la frescura de Dalisson, tirado a la banda izquierda y muy participativo desde sus primeros contactos con el balón. Esa energía permitió al CCF incomodar a un Sanse que, sin embargo, tuvo muy pronto la opción de finiquitar el partido. Una acción de ataque del Córdoba dejó paso a un repliegue defensivo lamentable que Mikel Rodríguez aprovechó para asistir a Carrera, al que Rubén Alves derribó en el área antes de que ajusticiara a Iker Álvarez.

Por fortuna para los blanquiverdes, Iker Álvarez hizo su mejor intervención del partido en el penalti y le negó el gol a Peru Rodríguez, dando oxígeno a su equipo. El portero sostuvo al Córdoba CF en el partido y Dalisson siguió empeñado en resucitar a los suyos. Una triangulación entre el mediapunta y Vilarrasa la desperdició Théo Zidane sin llegar a rematar en el área del filial vasco. Con el rival cada vez más hundido sobre su área, el CCF encontró al fin un poco de clarividencia en una internada de Carracedo hacia posiciones centrales, de la que salió una buena combinación con Isma Ruiz, que encontró en el área a Dalisson con un pase tenso que el atacante resolvió con un buen zurdazo para hacer el gol del 1-1.

Ese gol hizo creer al Córdoba CF en que hasta ganar era posible y la energía de Fuentes en los duelos con los centrales del Sanse permitió a los blanquiverdes instalarse en campo rival. El madrileño, de hecho, gozó de una clara ocasión (anulada por el juez de línea pero que parecía ser legal) en la que se ganó un sitio en el área que luego no aprovechó en su mano a mano ante Fraga, evidenciando en una acción individual lo que es el Córdoba CF a nivel global: un equipo que amaga mucho pero que golpea sin precisión ni convencimiento.

En esa acción se esfumaron las energías y el fuelle para buscar el área contrario y el Córdoba CF firmó un empate a todas luces decepcionante. El punto sirve para evitar el cisma, pero deja más dudas de las que el equipo arrastró en su viaje a San Sebastián. Las semanas pasan y este Córdoba CF sigue lejísimos de oonvertirse en el equipo que pretender ser.