El futuro del Córdoba CF vive un tenso compás de espera. Después de que el juez autorizara al administrador Francisco Estepa a culminar si así lo considera oportuno la operación con el grupo inversor Infinity para el traspaso de la Unidad Productiva de la entidad, los tiempos parecen ahora dilatarse. Mientras el actual gestor del club estudia el escenario abierto por los recursos a dicho proceso que presentaron tanto Azaveco, como un grupo de extrabajadores de la entidad blanquiverde, y la Real Federación Española de Fútbol –especialmente este último, que es el que podría afectar deportivamente al Córdoba–, desde el fondo de inversión siguen manteniendo la calma y la absoluta confianza en que su propuesta será finalmente aceptada, si bien entienden que la oficilidad del proceso se demorará aún unos días más.

Además, ante ese compás de espera abierto antes de la resolución final, tanto Azaveco como Minoritarios CCF siguen explorando las posibles vías para presentar una alternativa al traspaso de la Unidad Productiva, con el objetivo de intentar salvaguardar la actual Sociedad Anónima Deportiva y evitar el conflicto con la Federación Española, que en su recurso se mostró rotundamente contraria a la vía autorizada por el juez.

Por un lado, Azaveco, que mantiene el litigio con Aglomerados Córdoba por la propiedad del paquete mayoritario de acciones del club, no arroja la toalla y ha acordado con Bitton Sport una vía alternativa para reducir la deuda que arrastra la entidad.

En este caso, las partes han llegado al acuerdo de que si Azaveco recupera el control sobre el Córdoba, la deuda que el club blanquiverde tiene con Oliver y su equipo se transformaría en capital –es decir, acciones–, lo que conllevaría obligatoriamente una ampliación de capital de la sociedad.

En ese proceso, según confirmaron a el Día fuentes de Bitton Sport, la idea es que entren varios de los acreedores del Córdoba, de manera que, según calculan dichas fuentes, la deuda actual del conjunto cordobesista –más de 11 millones– podría quedar reducida en unos cinco millones de euros.

Ese acuerdo, sin embargo, carece de efectividad mientras Azaveco no recupere judicialmente las acciones del club y tampoco solucionaría la necesidad urgente de liquidez que tienen las arcas de la entidad cordobesista.

Es por eso que Minoritarios CCF también sigue peleando por presentar una alternativa con el objetivo de salvaguardar a la actual SAD, pero en su caso apoyados por posibles inversores que aportaran el dinero que el club necesita para subsistir en el plazo inmediato. Esas opciones resultaban harto complicadas dada la premura del proceso abierto por el juez, pero este compás de espera ha provocado que desde la asociación de pequeños accionistas quieran, al menos, quemar las naves en su intento de sacar adelante una oferta que pudiera ser tomada en cuenta por los administradores.

Los movimientos para presentar esas alternativas contrastan con la tranquilidad que mantienen los representantes de Infinity, que siguen manteniendo la confianza en que la ley respalda la vía que su oferta contempla, la de adquirir la Unidad Productiva, por lo que entienden que en unos días quedará formalizada su entrada al club. De hecho, fuentes del grupo inversor desmintieron categóricamente la existencia de una reunión con Carlos González (Azaveco) para encontrar una solución intermedia.