Córdoba CF

El Córdoba CF arrancará la temporada en Segunda B el 27 de septiembre

  • La RFEF espera oficializar su planteamiento de calendario y formato la próxima semana

Carlos Valverde protege el balón ante un jugador del Algeciras.

Carlos Valverde protege el balón ante un jugador del Algeciras. / Álex Gallegos

Finalmente, y si no hay más cambios en el planteamiento de la Real Federación Española de Fútbol, la temporada 20-21 en Segunda División B arrancará el último fin de semana de septiembre (días 26 y 27). De esta manera, el Córdoba CF contará con ocho semanas de preparación, pues el club blanquiverde mantiene el plan de volver a los entrenamientos el próximo lunes 3 de agosto.

Según varios medios vascos, que beben de fuentes de su Territorial, el organismo que preside Luis Rubiales tiene previsto mantener una reunión la próxima semana, al término de la cual dará a conocer sus decisiones definitivas en cuanto a fechas y formato. Con todo, es evidente que todas las decisiones que adopte la RFEF quedarán supeditadas al desarrollo de la pandemia generada por el covid-19, que ya obligó a cancelar el curso 19-20 a excepción de un play off de ascenso que concluirá el próximo domingo.

Lo que sí está ya totalmente decidido es que la categoría de bronce estará compuesta por 100 equipos divididos en diez grupos de diez (denominados subgrupos en el documento oficial), que jugarán 18 jornadas con el formato tradicional de liga a ida y vuelta. De esos diez subgrupos saldrán los clasificados para las tres fases definitivas: ascensos a Segunda, ascensos a Segunda B Pro y permanencias.

En principio, el sistema de competición que ya avanzó el Día hace unas semanas refleja que los tres mejores de cada uno de los subgrupos (30 en total) pasen a cinco nuevos subgrupos de seis equipos cada uno. De esos cinco subgrupos se clasificarían los tres mejores más el mejor cuarto. Un total de 16 clubes, que se jugarían la tradicional fase de ascenso. Todos los que resulten perdedores de esta promoción a Segunda ya tendrían garantizada su presencia en la Segunda B Pro.

Así pues, los 26 perdedores más los cuatros descensos desde Segunda formarían 30 equipos de la nueva categoría. Quedarían diez pendientes, que saldrían de una fase diferente: la fase de ascenso a Segunda B Pro. En ella combatirían los cuartos, quintos, sextos y séptimos de los diez subgrupos de la temporada regular. Los que no consigan subir garantizarían un año más su permanencia en Segunda B.

Por último, la fase de permanencia. Los tres peores equipos de cada uno de los subgrupos iniciales se disputarían el mantener la categoría, siendo esto más importante que nunca, porque lo contrario supone, de facto, descender dos divisiones, ya que la creación de la Segunda B Pro convierte a la tradicional Segunda B en la cuarta (y no en la tercera como hasta ahora) división del fútbol nacional.

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