Córdoba CF - Lorca Deportiva | La Crónica

Ya habrá tiempo de crecer (1-0)

  • El Córdoba inicia la temporada con una victoria por la mínima pese a tener más ocasiones que juego

  • Piovaccari dibujó un arranque plácido y Edu Frías, tras los fallos en ataque, fue salvador casi al final

Piovaccari celebra el gol del triunfo del Córdoba CF ante el Lorca Deportiva.

Piovaccari celebra el gol del triunfo del Córdoba CF ante el Lorca Deportiva. / Juan Ayala

El Córdoba CF arrancó la temporada con victoria. Ese es el mejor y más simple titular que se puede extraer del estreno liguero ante el Lorca Deportiva (1-0), resuelto gracias a una cabalgada en solitario de Piovaccari en los primeros compases. Tras siete meses sin competir, por muchos amistosos que se puedan jugar, y en un estadio que parece una ópera por las restricciones sanitarias, la lectura más profunda deja impresiones para todos los gustos, si bien la primera refuerza la opinión de todos durante la previa: habrá que trabajar de lo lindo para salir en unos meses de este pozo que es la Segunda División B, que minimiza todo lo que no sea batallar en el terreno de juego y ser mejor que el rival.

¿Y lo fue el Córdoba? Opiniones, seguro, habrá tantas como colores. Lo cierto es que el recién ascendido equipo murciano dejó buena imagen a su paso por El Arcángel, se mostró como un equipo con sello propio, que sabe tratar la pelota... pero que no tiene gol. Sólo hizo un tiro entre los tres palos, tras aguantar en pie atrás, y se topó con un enorme Edu Frías que evitó lo que parecía un gol cantado. Por contra, el conjunto de Sabas apenas si tuvo posesión, se dejó dominar sin pelota, pero pareció siempre tener todo bajo el control que te da saber que un robo, un pase y poco más te facilitan una ocasión. Tuvo hasta cinco, además del tanto, delante de Hortal; sólo acertó en la primera, y eso llevó la inquietud hasta el pitido final.

El primer once de Sabas dejó varios detalles. Fiel a lo que dijo nada más caer en el último test en Badajoz, aquel equipo era una prueba para el estreno; y sólo introdujo tres cambios, pero significativos: Edu Frías es su portero, por delante de Becerra; Manu Farrando va a ser un futbolista importante por su polivalencia y su carácter competitivo, y los tres goles anotados en la preparación dejan a Piovaccari con ventaja sobre Willy a la hora de ejercer el papel de hombre referencia en el ataque de un equipo con una tremenda pólvora arriba.

Sobre todo si el delantero italiano sigue viendo puerta en la competición oficial. Suyo fue el primer gol de la temporada, apenas a los cinco minutos, tras dos posesiones largas, una por bando, para ver dónde iban las cosas, y un primer centro, sin remate, de los murcianos, en lo que iba a ser una tónica durante toda la cita. Un robo de Farrando próximo al centro del campo permitió la primera transición rápida de los blanquiverdes: el apoyo en Javi Flores fue un lanzamiento al espacio para que Pío definiera bien en el mano a mano.

Mario Ortiz controla el balón rodeado de jugadores del Lorca Deportiva. Mario Ortiz controla el balón rodeado de jugadores del Lorca Deportiva.

Mario Ortiz controla el balón rodeado de jugadores del Lorca Deportiva. / Juan Ayala

De la combinación larga al ataque vertiginoso, esa doble cara que Sabas quiere que tenga su Córdoba, que pudo abrir más la brecha en otro contragolpe: Sidoel robó en el área propia y lanzó la carrera de Piovaccari de nuevo, que se plantó ante Hortal, vencedor esta vez ante el disparo a media altura del transalpino. Pero no se crean que fue un monólogo ofensivo local. A la escuadra cordobesista, verse arriba en el marcador y con esa sensación de superioridad que reflejaba el verde, terminó por provocar un exceso de relajación.

Posesiones visitantes, cero peligro

El Lorca Deportiva tocaba y tocaba ante la nula presión de su oponente. Pero conforme avanzaba metros en campo contrario, la luz se iba apagando; y eso es lo que marca diferencias en el fútbol, sea la categoría que sea. Sidoel tuvo que multiplicarse en más de una ocasión para minimizar riesgos, aunque a decir verdad el bagaje atacante al descanso dejó apenas dos intentos lorquinos, ambos desde fuera del área, ambos lejos de los dominios de Edu Frías. Lo que viene a ser dieta blanda.

Sin embargo, ese acaparamiento visitante del balón y sus continuos intentos, siempre por bajo, siempre con criterio, y la estrechez del resultado, invitaban a estar al loro. Sabas ordenó el cambio de perfil de Bernardo y Djetei para que el africano se emparejara con Mussoni, más fuerte que el cordobés en el cuerpo a cuerpo. Mientras, en el otro lado del campo, a los locales les bastaba con mirarse dos veces para asustar de verdad: Farrando lanzó a Moutinho y el volante tiró arriba ante la salida de Hortal, en la última previa al descanso.

El escenario, aunque favorable, no era ni mucho menos el mejor. Porque como cabía esperar, el Lorca pasó a creérselo, dando a la vuelta de vestuarios un paso al frente que exigió a la zaga a vigilar de cerca a Mussoni para evitar su remate tras una buena llegada de Higgins al área. Esa acción, en la que Sidoel perdió el sitio sin opción a recuperarlo, activó el chip de Juan Sabas, que no se lo pensó y realizó los primeros cambios: el holandés y Moutinho dejaron su sitio a los jóvenes Julio Iglesias y Luismi.

Javi Flores trata de dejar atrás a Legaz. Javi Flores trata de dejar atrás a Legaz.

Javi Flores trata de dejar atrás a Legaz. / Juan Ayala

Más piernas y más capacidad ofensiva para intentar controlar un encuentro cada vez más roto, cada vez más partido. Y eso no estaba del todo claro que fuera lo que más convenía al Córdoba, por mucho que en calidad y pegada sea notablemente superior. Pero al menos ese mensaje desde la banda caló por unos instantes y el equipo se soltó algo más en el verde ante un Lorca que también empezó a buscar algo más en los relevos.

La sentencia, perdonada

Tanto que en apenas un minuto pudo dejar sentenciado el choque con una doble ocasión de Miguel de las Cuevas mandó al limbo incomprensiblemente: la primera disparando arriba tras una dejada de Flores para dar continuidad a la delicatessen de Mario, y la segunda ya sin portero tras el pase perfecto de Piovaccari, nada egoísta en otra contra lanzada por Ortiz desde campo propio.

Los fallos mantuvieron con vida a la escuadra murciana; y la incertidumbre en el ambiente, que casi se congeló cuando Mussoni cabeceó, bien, abajo, un envío de Bolo y obligó a Edu Frías a hacer un paradón con mayúsculas, en dos tiempos y con ayuda del poste, para evitar el tanto. Fue la más clara de los visitantes, ya volcados en el tramo final, sin importarles tanto los espacios atrás.

Una situación que a punto estuvo de exprimir Willy camino del minuto 90, y por dos veces. En la primera se topó con Hortal, bien situado; en la segunda se hartó de balón cuando Samu Delgado esperaba en el punto de penalti para dar un pase a la red sin oposición alguna. Por suerte, los últimos ataques lorquinos fueron bien defendidos antes de amenazar siquiera el área y el Córdoba sumó tres puntos que deben servirle para reforzar su confianza en un camino que no ha hecho más que comenzar.

Ficha técnica

1 - Córdoba CF: Edu Frías; Manu Farrando, Djetei, Bernardo Cruz, Berto Espeso; Darren Sidoel (Julio Iglesias, 52'), Mario Ortiz; Moutinho (Luismi, 52'), De las Cuevas (Alberto del Moral, 82'), Javi Flores (Samu Delgado, 71'); y Piovaccari (Willy, 71').

0 - CF Lorca Deportiva: Alberto Hortal; Emilio Iglesias (Lucas Coyette, 78'), Baroni (Pastor, 66'), Galiano, Sergio Rodríguez; Serrano (Cellou, 57'), Higgins; Oliva, Mauro Marconato (Julen Gutiérrez, 78'), Marcos Legaz (Javi Bolo, 66'); y Mussoni.

Gol: 1-0 (5') Piovaccari.

Árbitro: Delfa Ramos (extremeño). Amonestó a los blanquiverdes Javi Flores (44') y Piovaccari (68'), y a los visitantes Oliva (9'), Baroni (32') y Cellou (65').

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 1 del subgrupo IV-B disputado en El Arcángel ante 800 espectadores, el máximo permitido por las autoridades sanitarias. Se guardó un minuto de silencio por los cordobesistas fallecidos antes del inicio de esta temporada y por todas las víctimas del covid-19.

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